Un día explotaré, mi corazón se derramará y viviré en el intento de morir.
Últimamente, por no decir siempre, lloro con sonrisas. El cansancio abunda y el insomnio se hace presente en mis noches. En cada una de ellas. «Necesito amor, quiero amor», me repito una y otra vez. No hay manera, o quizás, no hay forma de observar con buenos ojos la vida.
Porque cada mañana me levanto arrastrando el peso de mis días. ¿Quizás es que no me he tomado un café? No me gusta, está amargado como yo. Como mi ser interno.
Ya no sé qué digo. Ahora, mi pecho es otro latido. Se me caen los ojitos tristes, muy tristes.
Un día
por
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