Si pudieras «desinventar» algo, ¿Qué sería?

Desinventaría el dolor que va incrustado al desamor. Desconectaría la forma en que se ama del revés, a los corazones tóxicos. Y, luego, inventaría un amor sano, sin heridas ni cicatrices aún por curarse. Sí, porque es doloroso.

El desamor es como una patada en el trasero una y otra y otra vez. O como ir cayendo al vacío para después convertirse en este mismo.

Quizás o, mejor dicho, probablemente otra persona hubiese elegido desinventar otra cosa. Yo voy por el lado de los sentimientos, de aquellos que, no sé cómo, huyo. Intento salirme de esas emociones tan quisquillosas… Intento ser paloma que vuela para acabar arrasando el cielo en mi contra. Para terminar arrastrando mis alas, rotas y desgastadas, por el suelo del infierno.

¿Así funciona el desamor? Así va, por encima de todo, y viniendo. Regresando, siempre.

¡Choca esos cinco, dolor! Estás de lujo conmigo, estás en tu mejor momento. Celebrando, doliéndote y brindando tus quehaceres cuotidianos a todos los seres muertos y que siguen viviendo. Bienvenido, te abro los brazos. Abrázame y duéleme de la forma más triste y rota que sabes.


Publicado

en

por

Comentarios

Deja un comentario