Estáis acostumbrados a leer lo típico, lo común, lo que leen todos. Y eso, es muy malo.
No dejas fluir tu corazón, no te dejas romper los esquemas.
Háblale al mundo de lo raro que eres por leer lo atípico, por ser distinto. Por no complacer al mundo y complacerte a ti.
Es una forma distinta de ver las cosas, de abrir tu mente y volar hacia paraísos nunca vistos.
¿Qué es lo cotidiano en comparación con aquello más extravagante?
La diferencia hace aquello singular poco valorado por los demás, y justamente eso, es triste.
Categoría: Escritos
Atípico
Intuición
Tenía la intuición a flor de piel. Era de aquellas que lo veía venir porque lo olfateaba con la mente; el miedo, el dolor.
Corazonadas que le indicaban la certeza y, luego de estamparse contra la realidad, se daba cuenta de que nunca fallaba. De que siempre acertaba.Otra yo
Salí a volar;
la arena húmeda bailaba con mis pies desnudos que, libres, sentían las piedras y la espuma del mar chocar contra ellos.
Llegaba el atardecer; el sol descendía y la brisa, fresca, hacía volar mis cabellos castaños.
Mis ojos, ya no tan helados, sonreían un poco al recordarte. Porque ya no estabas, te fuiste. A otro mundo, a otra era, a otro Universo.
Me quedé sola en un sinsentido de preguntas abstractas que no tenían respuesta.
Y recordé aquellos días donde vivíamos juntos, sentados en aquel peculiar sofá verde botella. Tú ausente, yo presente. Nos mirábamos ansiosos: tú con ganas de marcharte y yo con motivos para quedarme.
Luego mis esquemas se rompieron todos, quebrándose de golpe, y a pedazos.20
Estoy cansada del sexo,
y del mal de amores.
De corazones rotos,
vacíos.
De que la tristeza corra por las calles desnudas.
Y de que tú me ignores,
me vaciles
y no demuestres.
Estoy cansada de las tazas medio llenas,
y de una primavera aún por empezar.
Estoy cansada del olor a suciedad y a mala vibra.
De que no me quieras tanto como antes.
Estoy cansada de quererte y tú, así sin más, nada.
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No, no hay paz en mi interior. Si el exterior está ajetreado, emborrachado, ¿Cómo voy a estar tranquila?
Impaciente y con angustia ansío un futuro que nunca llega.
Y quiero mucho amor, sólo alcanzo el dolor…
Mi cuerpo tirita de frío, los huesos se congelan. No soy persona. Tampoco quiero serlo.
Introspectivamente me miro; el espejo refleja flores marchitas y, alguna que otra, medio a florecer. Estoy creciendo y, volviendo a amar a la Tierra, me admiro.
Me veo queriéndome,
escribiéndome poesía en la orilla de la playa.
18
Hay días duros, hoy ha sido uno de estos.
Me he despertado en la madrugada, mi hermana riendo en la habitación de al lado.
He sido productiva sólo las cuatro primeras horas del día.
Ha sido un amanecer bonito, nunca lo había visto desde esta perspectiva.
¿Lo positivo? Que tengo proyectos y los estoy llevando a cabo.
Y es mágico; como estar en otro planeta.
Como vivir mis sueños y hacerlos realidad.
17
Ha sido reconfortante hablar con mis padres, un momento íntimo, muy mío, expresado verbalmente, explicándoles aquello que más amo. Mi pasión: la escritura.
Ha sido abrirme a corazón abierto, a ellos.
Mostrarles mis proyectos, mi día a día. Cómo es mi mundo más personal, más creativo. Ha sido mágico porque he vuelto a conectar con ellos de una forma espectacular.
16
Has hecho que mi corazón se rompa, otra vez. Me decepcionas, me deprimes. Haces que me estampe contra mis ilusiones. Me matas. ¿El problema? Que ya me estoy acostumbrando.
-Dolor,
dolor,
dolor-.
Me emborracho de llanto, si no es siempre es casi.
Y me gestiono mal, como puedo. Yendo pedo, estando vacía.
Vaya colocón,
borrón y vida nueva. -Si se puede-.
Otra vez mierda -mi mundo-.
Quiéreme, pero bien
Ojalá me estés queriendo bien.
Porque yo me estoy muriendo a reventar de dolor, de angustia.
De un amargo sabor que recorre mis venas haciendo estallar mi corazón, que bombardea medio roto.
Sí, lloro, en silencio. Y eso es lo que más duele.
Estoy siéndole fiel a mi sentimiento, a mi cuerpo, a mi instinto más depredador.
Y que si tengo que matarme de un susto, por haberme hecho fantasía y haber sido nosotros una ilusión, ya lo haré. No quiero vivir una gran mentira y que todo el vecindario se entere menos yo.
Que estoy harta, y aunque me haga la tonta no lo soy.
Soy una bomba explosiva de emociones y a ratos escucho aquellas canciones que me desarman, que me desgarran.Obsesiones
Y es que cuando las personas se obsesionan por algo, o alguien, van a por ello.
Y eso es lo que me da miedo: que tu obsesión sea tan fuerte, que acabes olvidándote de mí.Karma
No sólo te están salvando ellos, también te estás salvando tú.
Por tu forma de ser,
por el brillo que das
y la voluntad que traes.
Porque tu alma gira entorno a ti y a los demás;
porque estás, y eres.
Y aunque el Karma venga, siempre se va.
Y viene y regresa, pero no se queda.Nublado
Hoy el día está ensombrecido, en todos los aspectos.
El cielo, mi vida, la tuya y la de muchos más.¿Por qué?
Hace noches que no aplaudo a los sanitarios. Será porque mi forma de agradecer es otra. Les agradezco que nos estén curando, pero no hoy sino cada día. Desde que nací hasta que sea mi fin. Siempre nos han salvado. Y comprendo que ahora sea el momento de agradecérselo, porque estamos en una situación difícil y delicada. Lo que no entiendo es porque no se lo hemos agradecido antes.
Pétalos
Pliegues en mi piel,
en mi corazón,
y en mi mente.
Y arte con sólo un pincel;
dibújame,
entre sombras y luces.
Mi rostro demacrado;
ojeras, y mi taza de leche aún sin terminar.
Me observo en el espejo,
mi reflejo tiene miedo.
Porque se arrastra por las mañanas,
en bucle.
Y se piensa,
y se imagina en otra vida.¿Qué hago?
¿Qué hago yo ahora con todos los «Te quiero» que me has dicho?
Porque se van acumulando en mi corazón y pesan. Y cada vez duelen más.
¿De qué sirven si no me lo demuestras?-Me duele-
Me duele, corazón.
Porque hoy siento y lloro de tanta decepción,
pero luego volaré hacia la depresión
hasta llegar a la recuperación.
Soplando,
inspirando
y en llanto,
me rehago.Falsa esperanza
Me parece tan tonto;
Que me digas que al mediodía,
que mejor.
Y luego tenga que esperar hasta la noche para que te vayas a dormir y me dejes colgada contando estrellas, o recordando tus lunares.
Me siento estúpida,
pero, a fin de cuentas,
lo soy des del día en que me enamoré de ti.
Y aún así, sigo.
Mi tregua,
mi guerra.
He dejado de ser;
después de tantas decepciones ya no sé en qué me he convertido.
Soy como un trapo sucio y roto,
que cuando limpia las heridas,
en vez de curarlas, las rompe más.
Y luego me preguntas cómo estoy;
hecha polvo.
Soy la ceniza que ya no vuela,
la que ha decidido rendirse y quedarse en la cueva para siempre.
Soy aquella mujer que se aleja sigilosamente, sin hacer ruido. Aunque después su impacto es fuerte, duro y duele.
Porque soy así;
la que rompe y luego mata,
sin mirar,
sin hablar,
sin ya amar.Ya no
Tampoco te siento,
aunque estés lejos.
Porque somos algo, ¿No?
Pues parece todo lo contrario.Qué bonito
Qué bonito es el arte, y que bonito es que una amiga, de confianza, te esté releyendo.
Aquello que creías muerto, perdido y sin sentido. Aquello, justo, era lo que necesitabas sacar.
Gracias, Marina.Poesía
Qué hermoso, la primavera floreciendo sin nosotros. Esto es lo más sensato que le podría haber pasado al mundo.
Hoy
Hoy no ha pasado nada, un «Buenos días» y, a fuera, un sol resplandeciente. Brilla más que nunca, ahora, que ya no estamos pisando la tierra. Que hemos dejado huella, hemos asesinado al planeta. Sí. Pero resiste, aunque muerto.
-Pausa-.
¿Sabes que me gustaría? Salir, no a la calle sino al bosque a pisar la hierba verde ahora que es primavera. O era. El planeta necesitaba respirar. Yo también, pero no de esa forma. Quizás esto era lo mejor, lo más sensato para él: darnos una lección. ¿El problema? Que somos humanos; olvidamos rápido y tropezamos con la misma piedra hasta más de cien veces.
¿Yo aprenderé de ello?
Esto es un hoy salgo a pelear y, mañana, también. Día a día.
¿Acaso sabes lo qué es luchar?
Cuidar, amar lo tuyo y lo de los demás. Apreciar el mundo para que no se muera más. Eso es batallar.
Bailar en una guerra sin armas y sentir con el alma, es lo que necesita para poder respirar y volar.15
Una cerveza a media mañana,
un café a medianoche.
Una mujer que ya no soy.
He crecido, he florecido. Desde fuera hacia dentro y, mi interior, estalla estrellas. Aún así, tengo crisis.
Ayer anoche tuve la de la melancolía; la tristeza arrebataba mi vida. ¿Por qué? Me cuestionaba cada dos por tres, cada vez.
Lloré internamente.
Ya no soy la misma, ya no. He perdido, he amado, he sido.
Estuve y me fui, de mí.
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La canción va sonando y yo os voy recordando. Una instantánea en mi mente. Porque no hubieron fotografías; ni en blanco en negro, ni en color. Aún así, os recuerdo. Bajo el sol, en un balcón. Siendo, unidos, familia. No olvidaré este momento, estos días. Se os quiere.
13.
¿Sabes de qué tengo miedo? A decir tanto y a quedar tan poco cuando todo esto acabe. A que todo sea una farsa; mentira e hipocresía. Tengo miedo al dolor, ese que te va matando por dentro; consumiéndome. Tanto, que me marchito y dejo de ser yo misma. Me oculto en una burbuja imaginaria.
Tantos días sin verte, abrazarte y sentirte.
Tu olor, tu mirada, tus palabras.
Pánico;
a que me despidas de esta relación, tan nuestra.
A que yo deje de amarte, tenerte cerca.
A que el amor ya no sea amor sino odio. Y que el odio, sin querer, se convierta en rencor. Y, luego, dolor.
12.
Vi la primavera en mis sueños, a través de mi alma. Y cuando observé la calle, miré aquel árbol, justo detrás de la ventana. Estaba floreciendo; mi corazón sonrió. La comisura de mis labios se curvó. Fue hermoso mientras duró. Y es bonito pensar que el mundo, una parte pequeña, está naciendo.
Esperanza,
paz
y amor.
-Repítelo-.
A ver si así se cumple.
La naturaleza es la única que cumple, la única que corre en estos tiempos de gloria. Porque para la Tierra es gozo y alegría. Para los humanos tristeza y dolor. Aún así, admiro la madre naturaleza. Es poesía.
11.
Mi pasado; hermoso y doloroso. Déjame decirte, déjame bailarte. Déjame ser libre. Ser ser. Correr y, luego, detener el alma.
Pausarla.
Descubrir la anatomía de la vida, la mía, es como descuartizarte por la mitad.
Como partirte, suicidándote.
¿Qué te voy a decir yo a ti?
¿Y tú a mí?
Cada día lo mismo; rutina y cotidianidad.
10.
Me gustaría liberarme contigo;
salir a bailar toda una noche. Dejarnos fluir, ser juntos. Sin beber y no en una discoteca. En la calle, a la luz de la luna y con dos copas de vino tinto. Celebrando nuestro amor. Siendo uno en dos.
Y, así, ser jóvenes para toda la vida.
Hacernos una polaroid para inmortalizar el momento. Y que el resto de nuestra vidas signifique esto, y un poco más. No olvidarnos jamás de lo que fue vivido, querido y, luego, olvidado. Sé que no será para siempre, pero sí para un rato largo, eterno. Y si eso ocupa mi trayectoria hasta morir; seré feliz.
Porque ni dos más tres hacen cuatro y ni nosotros somos perfectos; pero somos. ¿Seremos infinitos?
9.
Entonces me quedé así. Paralizada, pensativa. ¿Qué sentido tenía la vida sin el amor? Porque por mucho que luches, que corras, que grites, que arranques -almas-, sin amor nada. Nada.
¿Sabes? Ahora, sí, ahora, te estaba observando por Skype y desde la lejanía te sigo queriendo. Te amo. Es hermoso ese acto y que lo sientas tú, también.
8.
Te amo.
A mi yo del pasado, a mi tú del futuro.
Eras fuerte, tenías valor. -Valor-. Lo sigues siendo. Lo sigues teniendo.
Y temías a ser herida. Aún así, te lanzaste al hueco: el amor, que también es dolor. Hielo y fuego; tú y yo. Antes y ahora.
7.
Te echo de menos, de hecho, echo de menos lo nuestro.
Han alargado los días de confinamiento y estoy más loca, más triste, más nostálgica. La música lo dice, mis ojos nublados, cada vez más ocultos y menos inexpresivos, lo sentencian; la llegada a mi yo interno. Me siento flotar en una niebla espesa, negra. Y cuesta, se me hace difícil caminar. Y hablar. Dar respuesta a mi vida, a mis momentos. Que son míos. Y de nadie más.
Extracto
Oye, lo siento. No es mi mejor momento. Y las palabras escritas son mis aliadas y la madureza mi peor enemiga, como dices tú.
Lo sé, lo sé. He sido una irresponsable, no debería culparte. Todo el caos fue de mi parte. Me sabe mal, y lloro. Hay veces que estallo en un llanto silencioso, con la música sonando en mi cerebro.
Y te quiero (para amarte follándote).
Me siento sola ahora mismo y aunque mis pies estén calientes, mi corazón acaba de congelarse.
Me derrumbo, como las murallas en Roma, o al revés. Porque es destrucción. Arrasa como un terremoto y, luego, mata. Asesina. ¿Y lo peor? Que se dice que después de la muerte «te seguiré queriendo». Y digo yo: «¿Para qué?»
Es que no lo entiendo, explícamelo. A besos. Tus labios en mis labios, ¿Por qué no?
Oye, que estoy aquí. Que yo también existo. Que soy humana y persona.
De ser me queda poco. Me desvanezco. Soy vaho, neblina espesa que en un soplido se va. O medio.
Quiero disculparme, y todo esto es un pretexto para hablarte. Sé que no lo haré. Que guardaré el texto, haré marcha atrás, desconnectaré la música, apagaré la luz y, ya, si puedo, me dormiré.
Sí, es la una de la madrugada.
Insomnio, ¿Otra vez? Te vuelvo a ver, encantada pero no quiero ser tu amiga. Esta noche no.
Y pienso; que ya no me quieres igual que antes, que sientes menos. Que no me quieres tanto.
Antes me ha faltado algo; charlar profundamente aunque sea a la distancia. Que me cuentes cosas, que sienta yo que soy contigo. Hemos estado, pero no hemos sido.
¿Qué pasará mañana?6.
En la calle hay sol, y soledad. Escucho Dean Lewis mientras respiro tranquilidad. Se siente en mis venas, vibran paz.
Quiero volar y salir a bailar, pero mientras pueda sentirme, ya soy feliz.
-Ansias-.
También quiero verte, abrazarte y besarte. No me martirizo. Sé que el día llegará. Y hay momentos en los que los recuerdos me acechan. Aún así voy, y soy.
La música me construye y me destruye, constantemente.