Falsa esperanza

Me parece tan tonto;
Que me digas que al mediodía,
que mejor.
Y luego tenga que esperar hasta la noche para que te vayas a dormir y me dejes colgada contando estrellas, o recordando tus lunares.
Me siento estúpida,
pero, a fin de cuentas,
lo soy des del día en que me enamoré de ti.
Y aún así, sigo.
Mi tregua,
mi guerra.
He dejado de ser;
después de tantas decepciones ya no sé en qué me he convertido.
Soy como un trapo sucio y roto,
que cuando limpia las heridas,
en vez de curarlas, las rompe más.
Y luego me preguntas cómo estoy;
hecha polvo.
Soy la ceniza que ya no vuela,
la que ha decidido rendirse y quedarse en la cueva para siempre.
Soy aquella mujer que se aleja sigilosamente, sin hacer ruido. Aunque después su impacto es fuerte, duro y duele.
Porque soy así;
la que rompe y luego mata,
sin mirar,
sin hablar,
sin ya amar.


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