No tengo nada de qué escribir, pues no estoy enamorada y mis sentimientos no salen al exterior. Por lo tanto, mis palabras se quedan buceando, buscando aquello arriesgado. Todo el amor, me lo guardo para mí. No quiero ser una egoísta, pero necesito quererme. ¿Y tal vez alguien me querrá? En la eternidad del amor sincero. ¿Y cómo es? Nunca lo he experimentado. ¿Por qué siempre me quedo hablando con mi conciencia? Ella me quiere en la inercia, para que caiga al vacío y me muera de una vez. Pero yo quiero sobrevivir, danzar por la vida, dejándome llevar al vuelo de los pájaros.
Autor: perezitablog
adolescencia
Lloro en soledad, pues recuerdo mi pasado. No sabía querer, ni quererme, ni aceptaba ser querida. No lo sentía. Estaba muerta en vida. Me sumergí en una depresión profunda. Maldita adolescencia, y aun no he salido de ella. ¿Qué tenemos los adolescentes que sufrimos tanto? Somos demasiado vulnerables, nos afecta absolutamente todo.
suspiro
Y, suspiro, pensando en ti. Veo parpadear el cursor, impaciente, gritándome que te escriba, una poesía. Vida mía, quiéreme.
Hay veces en las que me siento absorta de la vida, sintiéndome lejana, ajena a todo. Y entonces me pongo a pensar, pero ¿el qué? Pienso que quiero ser, y estar cerca de mí. Amar cada parte de mi cuerpo, sentirme viva. Pero los días van pasando, como las hojas de los árboles que se deslizan, juguetonas, corriendo por el viento.
En esta primavera tengo frío, mi piel se eriza y tú no estás aquí para abrazarme. Acurrucarme entre tus brazos quiero yo, aunque, todo lo que quiero se desvanece o desde un principio ni aparece.
Cierro los ojos, escucho mis pensamientos palpitar al compás de mi corazón partido. Sé que yo no soy la niña de tus ojos. Esta vez no lloraré, pues ya estoy acostumbrada a los amores no correspondidos.
Quería que me deletrearas cada palabra por toda mi piel, acariciándola con tus labios, haciéndome estremecer. Pero otra vez me siento en un amanecer sin dueño, perdido entre mis lágrimas más oscuras.
quiero
Y entonces me invitas a leer un texto tuyo, una mezcla entre dulce y amargo sabor. ¿Qué sabrás tú de mí? Creo que estoy empezando a sentirte. Dentro de mi cuerpo la sangre corre demasiado deprisa, rompiendo como las olas. Y soy lluvia, estoy llena de gotas, quebrantables, que se difuminan en mis pupilas. Y quiero llorar, sacar hacia fuera mi angustia. Sería bonito que escribieras para mí, pero no es así… Sería bonito escribirte, escribirnos. Pero caigo del cielo, y viendo la realidad me estampo contra la pared. Nunca, jamás, he tenido un amor correspondido. Soy joven, lo sé, y me queda mucho por vivir. ¿Y si se acaba el mundo mañana? ¿Que sería de nosotros? Que no somos, pero estaría brutal serlo. Y es que hablamos el mismo idioma. Tal vez tú no te des cuenta. Simplemente me ves como una amiga, o conocida. Ya no sé. Quiero arriesgarme, correr el riesgo y lanzarme.
28 de Abril, 2017
soy
Soy una chica normal, no sé qué ves en mí. Soy de las que siempre tiene su vida hecha un caos. Soy desastre, mar y tierra. ¿Por qué me miras? ¿Estaré soñando? Quizá no te hayas dado ni cuenta de mi existencia. Sólo decirte, si es que lees esto, que seas muy feliz, sin mí. Y es que te haré sufrir. No soy de las que cuenta sus dolores, ni tampoco sus alegrías. Soy introvertida y todo lo que siento lo escribo.
Días primaverales
Estos días primaverales ya no lloro, mis lágrimas, las que antes bajaban por mis mejillas, se han ido por un tiempo, largo, o quizás corto.
Estos días son mis mejores días. Me siento querida y amada, por mi, por mis seres queridos.
Ya no sueño, tampoco vuelo, pues mis pies ya tocan el suelo.
Ahora el sol, con su brillantez, me persigue y yo dejo que me guíe. Mis sentimientos están nulos, pues no estoy enamorada. Sólo me enamoro del paisaje, de fotografías, cuadros y palabras. A veces de alguna historia lejana.
Dj, 13 de Abril
sentido equitativo
Siempre escribo por las noches, hay de ellas que en sentido figurado, porque las palabras fluyen por mis neuronas, mientras corren por mis venas, haciendo que mi corazón no se quede tan muerto.
Explícame cómo se vive, enséñame a no morirme. Quiero ser feliz, y nunca lo consigo. ¿Qué tienes para mí? Ofréceme aquello que tengas, necesito volver a sentir. Esta chiquilla lo necesita ¿comprendes?
Y no me digas que me cuide, que me valore, que me quiera o que no le dé tanta importancia a todo. No puedo, simplemente, dejarlo en un estado neutral de mi vida. ¡Porque es inexistente! ¿Entiendes? Perdóname, no quiero ya más chillarte, pero mis pulmones necesitan respirarte, por eso quiero hacerte reaccionar. Para que me abraces.
Sacio mis penas y delirios escribiendo, pero no es suficiente, nunca lo es. ¿Por qué nunca me crees? Yo siempre te perseguiré, mi ánima presente estará en tu ser. Perdóname otra vez, por ser tan cabezona. Por dejarme llevar, mis impulsos son mi condición gravitacional más errónea. Y es lo que hay, que necesito beber para explotar. Mi problema es que soy pobre, y aunque viva en un reino idealizado, nunca así saciaré mis penas. Perdóname, esta vez, por ser tan poco cuerda.
30 de agosto, 2016
00:41 h
Septiembre
Camino descalza por la casa mientras pienso qué escribirte, y cojo dos hojas en blanco para herirme. Dejo soltar balazos, me disparaste, fue un disparate, me estrellaste.
Eres un sastre, desorientándome las palabras, sanándolas con tus versos enteros, completos. No sé como podré compensarte, tal vez besarte. Me ausento, ya no me veo. Respiro tu aliento, muero. Y sonrío, porque tú sonríes, porque se me escapa sin querer, tú eres el culpable al hacer mis sueños renacer.
Me he enamorado de tu ser, que en cada amanecer vuelvo a caer. Eres puro veneno, no el que envenena, sino el que enferma hasta sanar mi alma. Déjate amar, déjame que te ame, ámame.
No me des alas, si después vas a cortármelas, lo siento, no quiero sufrir más.
Llantos sordos, sinceros en todos los inviernos, muertos, como anhelos nunca conseguidos. Te necesito aquí a mi lado, para poder revivir. No me odies, ahora que estoy empezando a sentir, dentro de mí, que estás aquí, aunque sea solo ausencia.
Perdóname, no quiero fingir más, voy a luchar, no sé cómo, no sé nada de amar. Y es que el miedo oscurece mi persona interna, entiéndeme.
Te he soñado tantas veces, perdóname otra vez. Y es que no se puede elegir, excepto el huir. Una cobarde fui, pero ¿qué? ¿Me dejarías otra oportunidad?
Me gustaría leer tus versos, que me los cantes a besos.
16 de septiembre
Y bésame,
en la comisura de mis tiernos labios ¿tal vez?
Te escribiré poesía, sellándola por todo tu cuerpo, gélido; que sé que antes no tuviste el suficiente sentido como para amar, y aunque no lo necesites, lo querrás.
Y yo te haré la locura, deshaciéndote de la cordura; desvistiéndote.
Tiernos besos, segura estoy, quiérete, quiéreme.
Necesito que me leas, que estés presente mientras mis lágrimas rueden por mis mejillas heladas. Durante mis tiempos más inciertos, aquellos que fueron ambiguos y, ahora, vuelven sin abrigo. Anhélame, deséame. Y, que seas quien seas, yo te querré sólo si tú antes me has querido, y aún con aquel dolor incrustado -vertido en tu corazón- sigues queriéndome.
Porque estoy escribiendo en una de éstas noches, créeme cuando digo que no puedo dormir. Aprovecho el tiempo, ansias de ti. Si estuvieras aquí… me harías tan feliz. Porque quiero borrar, eliminarte de mis pensamientos. ¿Y crees tú que, tal vez, esto sea posible? Respóndete, que sabrás bien si afirmar o negar.
Yo lo negaré todo cuando me descubras, cuando vengas y me digas «Oye, yo te leí». Por aquellos instantes demasiado tarde será, porque yo ya no estaré aquí.
29 de agosto, 2016
mi necesidad, era (e)s tú
A veces creo verte, pero no estoy segura de ello. Hoy te he visto, o tal vez haya sido un sueño. Pero estoy segura, demasiado. Hasta he escuchado como pronunciaban tu nombre, y tu apodo también.
Creo que, de lo enamorada que estoy de ti -aunque diga que te odio y quiera autoconvencerme de ello, que es imposible- te veo, o te sueño, o tal vez sean las dos cosas.
Siempre estoy imaginándome mil historias junto a ti, que sé que no pasarán, porque aquello imaginable acaba siendo una ensoñación, tan profunda que parece verdad sólo por el hecho de creértelo.
No puedo, ya no. No sé si es por ti o por otro, sólo siento que necesito alguien a mi lado, que me cuide. Y que me quiera. Y sé que no existe, porque todo es demasiado surrealista. Y a «todo» me refiero al amor.
Por instantes, lloro, amargas lágrimas. Por otros, se me atragantan en mi garganta. Porque pienso demasiado, tal vez ese sea mi problema. No puedo evitarlo, mucho menos negar… ¿Y todos aquellos recuerdos donde éramos felices? Sé que no eramos nada, simplemente compañeros de clase, hasta amigos. Pero, mejor eso ¿no? Lo que valía era que sonreíamos conjuntamente y, yo, por aquellos tiempos, era la chica más feliz.
INSTINTS REVELATS
El que no entenc és per què m’haig de despertar a les 4:52 per un malson. Ara no puc adormir-me, m’ha atrapat la por, tant profundament, de tornar a somiar el mateix, que m’ha estripat el cor.
Aprofito, per escriure, per llegir. Disfruto del meu oci, tinc temps lliure durant el dia, però en aquest instant, on només hi ha pau i tranquil·litat per tot el meu voltant -ja que el meu interior és ple d’inestabilitat- és un regal.
M’ho haig d’agafar com un fet completament positiu. Anhelava amb totes les meves ganes, tenir un moment per a mi, i és aquest. I l’agafo, perquè és una oportunitat gairebé important. Per a mi, ho és.
Sé que per a molts, és una bogeria. Dins d’aquests «molts», està la gent que va a dormir i no es desperta fins el matí. Dorm en un son profund i plàcid. Doncs ho sento, veritablement, però jo no.
En certa manera, és com si l’univers em preparés pel futur, on se suposa -perquè tothom ho suposa- que hi haurà una dura lluita, contra mi mateixa. Però valdrà la pena, d’això no en dubto pas.
Sento que el meu cor m’ho revela per instints, desitjant-to cada vegada amb més intensitat.
evasió, invasió
No vull, m’indigno a escriure d’aquest sentiment tant absurd però, tot i així, és impossible. Perquè un cop estic davant d’una pantalla en blanc amb el cursor saltant i els meus dits sobre el teclat, amb la meva raó que fuig pel més diminut racó; ja és impossible evitar el que les paraules t’explicaran a cada pas.
Tampoc sé descriure’l, no ho faig des del sentit comú, sinó des del sentiment, del fons del meu cor. Realment, no ho sé, perquè compost no està, llavors, d’on surt tot aquest garbuix tant indecís i poc compacte?
Sigui el que sigui, vull marxar.
corazón impuro
Ahora, justo ahora. Dejo de sufrir, por los demás, por mí. Dejo de sentir ni siquiera una pizca de amor hacia ti, no quiero sentirla porque cuando lo hago me siento perdida, hundiéndome de camino hacia la deriva. Y empiezo a ausentarme, y dejo de quererme y amarme, de ser yo.
¿Qué es el amor? ¿Nunca sentiste dolor?
Dejo de sentir impotencia, dejo de querer luchar por ti, porque cada vez que lo intento, desisto, no resisto, y pierdo. No quiero perderte y, por mala suerte, soy yo la que se pierde.
Sé que no te importo, sé que sabes de mi existencia y que aun así te doy igual. Porque no soy nada, sólo persona, aunque poco a poco voy dejando de serlo. Me convierto en alma, en un hada con las alas rotas.
Caí del cielo, siendo corazón puro y, ahora, me levanto saliendo del infierno, con corazón duro, ensangrentado y quemado.
Te sueño, lo siento, pero creo que te quiero
Te sueño, quiera o no, te sueño.
Hoy te he soñado otra vez;
Y, no sé por qué motivo, te pedía la moto. Quería conducirla, tal vez. Pero no podía porque no sabía. Y tú estabas allí presente, siempre lo estás. Aunque en la realidad jamás.
No puedo decir nada, porque no lo sé. No sé qué siento, ni qué quiero pero, quizás, te echo de menos.
Y es que entre nosotros somos inexistentes, porque éste, el vinculo que de alguna manera debería -debe- vincularnos, no existe.
Y no es la primera vez, y creo que ya son más de tres. Y de todo ello sólo recuerdo aquel beso.
Atardecer
Te veo en los atardeceres, vislumbrándote en la negrura de mis noches más veraniegas, mientras, sin querer, te pienso en cada amanecer. Porque eres aquello que no quiero, lo que más odio.
Un espejismo de mi retrato, píntame a cada rato. Te necesito, curioso es, porque nunca te he tenido en mis brazos; eres aquel ser más anhelado, el adorado por todos los otros, excepto por mí. Porque yo, te odio.
Nada de lo que te escribo tiene sentido, ni tampoco va dedicado hacia ti, aunque tal vez sí.
Pero ti no eres tú, porque el que eres tú, por mí odiado estás siendo. Por decirlo de algún modo, tú no eres tú. Y, yo no soy yo. Porque ni tú ni yo, ni yo ni tú.
pero que yo, ya paso
No entiendes el concepto, te pierdes como si estuvieras en un mar abierto. ¿Y qué utilidad tiene tu cerebro? Si es de mente cerrada, con las neuronas desencajadas. Piensas lo que no es y crees lo que no debes. Pero que yo ya paso, de tu actitud nefasta que no vale ni media farsa. Ni eres, porque para ser hay que estar, y tú ni estás. No tienes ni los pies fuera, porque te encanta lo cotidiano. Que yo lo veo, y que no pasa nada, pero que yo, ya paso.
Impotència de no poder fer res. Res!
Impotència, això sento!
Impotència de no poder canviar les coses, els fets. I no ho entenc. Com puc estimar-te si mai he arribat a tenir cap tipus de contacte amb tu? Només visual. Però això no vol dir res, no! Aquest és el problema, que em vaig enamorar dels teus ulls, de la teva mirada.
Com et deixo d’estimar? Necessito deixar aquest sentiment en l’oblit, és el més sa per a mi.
perfectament
No ho entens, no has sentit el que vaig sentir jo. El dolor del meu cor, el buit per tot el meu cos. I no estic parlant d’amor, sinó de falta d’amor. No t’ho imaginis, perquè el que t’imaginaràs no és pas. Una pena rere una altra, sense sortida. Una muntanya interminable. I voler, i no poder. Ni em jutgis, no saps res. I si ho sabessis, tampoc ho entendries. Deixa’m aquí. Però cap problema, jo estic perfectament.
Com estimar-te
Com caminar descalça en la obscuritat de la nit per damunt la sorra de la platja, il·luminada per la llum clara i blanca de la lluna. Com tocar l’aigua freda i sentir-s’hi a gust perquè a fora fa xafogor. Com agafar una pedreta plana i llançar-la a l’aigua amb efecte. Com asseure’s a la vora de l’horitzó i capbussar-se dues vegades.
Com recordar-te,
mirar-te,
olorar-te,
sentir-te
i estimar-te.
mal, fatal
Me siento perdida cuando releo un texto que acabo de escribir. Y es que no tiene sentido, es estúpido, lleno de palabras sin un camino definido. Como si al final de éste no hubiera nada, simplemente un espacio blanco o negro, imagínatelo; el vacío. O también lleno de colores, mezclados, indefinidos. Garabatos, letras sueltas. Sonidos, imágenes. ¿Y qué me dices? ¿Cómo ves tú esto? Yo siempre impreciso, incontrolable, indeciso. No me atrae el modo este de utilizar delante un -in. Aún así sonrío, como si todo. Como si me fuese en ello.
Vida
Puedo hacer lo que me dé la gana con tu cerebro. Estrujarlo, romperlo. Dejarlo liado y un poco desordenado, que quizás, ya jamás volverá en su lugar. También puedo malcriar tu corazón ¿lo dudas? Déjame, que soy buena, demasiado, que hasta con una mirada engaño; enciendo la chispa y oculto el daño, que sentirás en los minutos siguientes – escondidos en un tiempo entero – jamás rehechos otra vez. ¿Y sabes por qué? Porque soy más fría que el hielo, porque tengo el corazón de hierro. Porque ya no siento, porque me da igual tu existencia, por lo tanto, la mía menos. Pero si un día de estos me dejo llevar contigo y llego a ser sensible, querido mío, te lo juro – aún así sin gustarme jurar – que habrás pasado el límite, y habrás conquistado uno de mis pedazos rotos hasta lo más profundo. Que sepas que sólo es uno, que con los otros puedes cortarte; hasta tan intensamente que dejarás de vivir. Y, lo siento porque lo sentí y sigue siendo así, que la esperanza de tu luz se habrá apagado, y la causante de ese dolor seré yo. Siéntete ya, que después sólo estarás.
¿Te cuento un secreto?
Y es que todas esas palabras encantadas, enamoradas entre ellas, no son exclusivamente para ti, son para aquellas personas que no se quieren. Para las que necesitan amor, para las que están solas y de vez en cuando necesitan que les empujen a dar un pequeño salto. Para aquellas que están perdidas, tal vez, un poco rotas también. Y ahora, justo después, me vas a llamar egocéntrica, pero todas esas palabras me las dedico a mí, porque me lo merezco, porque lo valgo. Porque yo soy, así.
Cicatriz encarcelada
Como una cicatriz que aún está húmeda.
Como una herida abierta.
Como la sangre envenenada.
Como una gota caliente, que escuece.
Como una nube intacta, exacta.
Como el cielo agrietado.
Como el fuego helado.
Como una llama que ya no quema, anhelada.
Como el suelo hundido por el infierno.
Descompuesta, yo
El mundo se me desmorona. Te esperaré eternamente, debajo del cielo estrellado, en medio de la oscuridad. Yo y mi destreza. La luna que ilumina mi faceta de niña buena. Ya no sé amar, no me busques. Y aunque te esté esperando prefiero que no vengas, y que si estás, vete. Ahora me estoy queriendo, con mi yo roto, con los trozos esparcidos por el suelo. Que ni encajan, pero me da igual. No es necesario encajar, de hecho, no me da la gana. Porque empieza a llover y es hora de irse. Me gusta quedarme, como siempre. Saborear el tiempo, sentir el viento. Tocar el cielo. Mojarme el pelo, la cara, el cuello y el cuerpo entero. Y no querer parar por algo que se sabe amar con la ausencia de la necesidad, porque eres ese precioso instante en el que la lluvia cesa y la tierra huele a mojado.
Desierto
«..Fíjate, dependiendo de cómo escribas percibes la impresión de lo que no es. No decidí volver, ni irme. Decidí estar. ¿Y entiendes por qué dije que me siento como un desierto, que soy desierto? Y es que me siento libre, sueño ensueños, me muevo como las tierras movedizas, resbalo, me quiebro como el suelo y vuelvo a levantarme como las montañas que salen de la nada. Te digo que para poder seguir el juego y llenar tu alma de fuego, debes perdonar y perdonarte, sonreír delante del espejo día y noche, y amarte como si te fuera la vida en ello. Porque para sobrevivir hay que sobre valorarse, sin pasarse. Y justo por eso salí de allí, volviendo a mi hogar. No arreglé nada, ni abracé, ni besé. Simplemente escuché para comprender, porque para hacer sentir que estás con ellos tienes que empatizar con tu yo interno. Así lo podrás llevar, conectando. Queriendo y odiando al mismo tiempo, pero con más estima que desprecio.»
injustícia
«..Porque no es justo, no hay derecho. Me pongo en la piel de los personajes, siento todos sus sentimientos y emociones, muero o revivo con ellos, para después llegar a aquel absurdo final que es demasiado incoherente; ya que todo se basa en equis casualidades con el objetivo de construir y formar un final maravilloso, aunque detrás de toda esa farsa quieran ocultar la maldita verdad. Y aunque sea maldita, prefiero que sea maldita, cruel y dura, que no hipócrita y superficial.
En realidad, estoy indignada hacia ese ‘tema amoroso’ que acaba saliendo en todas las novelas, escritas con palabras agujereadas y ahogadas, sustituidas por palabras relucientes y vivientes. Puede que la culpa sea mía por caer en las entrañas de esos hechiceros libros que te dejan sin salida, hasta que finalmente, y por arte de magia, se abre de ellos la puertecita nunca hallada anteriormente, que trae la respuesta a esa pregunta que tenías dentro de tu cabecita durante toda la larga lectura.
El problema es que a mí no me sirve la respuesta, porque de ésta surge una pregunta inútil; el ‘porqué’. ¿Por qué los escritores hacen eso? ¿Qué intención tienen en hacerte sufrir? Leo tanto que me he acostumbrado a vivir dentro de un mundo inexistente, sumergida en una burbuja flotante ya inexplotable. Porque ya no vivo, sueño. Mi cerebro, de una forma incomprensible, construye ensueños de los cuales no puedo deshacerme ni con una cachetada fuerte en mi cara.»
CÍRCULO PERFECTO
Buscas la felicidad. Siempre la estás buscando. En algún lugar, en algún sitio. Escondida en cualquier rincón. Por allí, por allá. Hacia la derecha, hacia la izquierda. Y no sabes nada. Crees que no la encontrarás porque nunca hay resultado. Pierdes el tiempo. Es absurdo. Y te rindes, ¿por qué? Nunca hay que rendirse ¿no? Pero, ¿y si la felicidad ya la habías encontrado? ¿Y si la estabas buscando sin darte cuenta que estaba en tus manos? Sin darte cuenta de que estaba contigo y no contra ti. Lo veías todo tan oscuro que no eres capaz de ver la luz. No eres capaz de comprender que la felicidad no hay que buscarla y que tampoco se trata de encontrarla, porque la felicidad siempre está contigo. Porque la felicidad es ahora, no después, ni más tarde, ni mañana, y depende de ti. Gírale el sentido, cambia la forma en que ves las cosas y las cosas cambiarán. Si quieres la felicidad caminará contigo, sólo si quieres. Y entiendo y comprendo que sea difícil. Porque hay días ópacos, sin luz alguna. Otros que son translúcidos y con alguna grieta de sol reluciendo por detrás de tu ventana. Ábrela, sube la persiana, arranca la cortina. Saca la cabeza y observa el mundo. Que la luminosidad del astro te alumbre entera haciéndote esclarecer la mente, dejando aclarar las ideas más negras. También hay días brillantes, relucientes, a veces tanto, que te ciegan demasiado. ¿Sabes qué? Déjate llevar por el tiempo, por el viento. ¡Qué más da! Piensas tanto buscando querer ser feliz, que te olvidas de serlo, que descuidas que ya lo estás siendo. Y no me seas una persona negada justo ahora, porque éste es el peor momento para serlo. No me gusta nombrar con «peor» o «mejor», pero aún así lo hago para entenderme mejor, para comprender el estúpido lenguaje normal y sencillo de los seres humanos. Porque somos raros y complicados, justo los adjetivos contrarios antes nombrados. Sabemos que son significados opuestos, pero en la sociedad actual, no están bien definidos. «Bien» otro concepto mal entendido.
Porque la vida no se basa en lo bueno o en lo malo, en lo raro o en lo normal, en lo peor o en lo mejor, en lo positivo o en lo negativo, en el olvido o en el recuerdo. La vida no son aciertos o errores, no existen. No puedes vivir con estos conceptos. Bórralos de tu memoria, elimínalos. ¿Por qué no? Empieza ya. Y cuando estés entre el «Sí» y el «No», decántate por el «Sí». No hacerlo es arrepentirse justo al segundo posterior, para después sentir el amargo sabor del «¿Qué hubiera pasado si lo hubiera hecho?», si me hubiera lanzado al vacío. No pasa nada si por tirarte al hueco acabas cayendo de cabeza, de ésta manera no te quedas con la duda, y lo peor, con las ganas. Esas que te carcomen por dentro, como los gusanos que viven en cualquier manzana, haciendo que se pudra al cabo de un tiempo. Pues como tu cuerpo, que se pudrirá por todo aquello que quisiste hacer y no hiciste. ¿Qué te estoy diciendo? Que el caer no es dañino sino beneficioso, ya que te ayuda a encontrar tu nuevo ser.
¿Sabes que renaces en cada amanecer y mueres en cada atardecer? Y es que todo fin tiene un comienzo, porque es el vicio de un círculo perfecto que tal vez mañana se quiebre. Y como el mañana nunca viene, nunca sucede.
Foscor
I és que sento com se’m tira el món a sobre. L’obscuritat, on dins hi juguen saltejadament aquelles taques de colors, mig difuminades, barrejades entre elles. Les observo, m’hi endinso. Ja no hi surto, ja no puc escapar-me. Ho intento, no sento. I quan els meus ulls s’adapten a la foscor, que aclapara qualsevol tipus de dolor, eliminen cada tros real de l’habitació, distorsionant-lo, capgirant-lo, matant-lo. Totalment diferents, convertits, els mobles, en monstres. L’angoixa recórrer per tot el meu cos. La culpabilitat absorveix el meu cor. M’alço, de cop, deixant al descobert mig cos. Deixo anar un plor desgarrador, silenciat entre el buit i la nit. Salto del llit, el contacte del terra fred em recorda la part més gèlida de mi. Busco desesperadament una llum, que m’indiqui el camí. I me’n adono de que la llum sóc jo, que l’haig d’obrir, fer brillar. No forçadament, simplement, deixar-la que faci amb el temps. Deixar-la ballar, espontàniament. Camino pels passadissos, com qui passeja per la Rambla. Tothom és passatger, passen i, passen. Com la brisa que fa dansar els meus cabells, ara, que sóc fora el carrer. La porta de la casa és oberta, estic asseguda a l’entradeta. La sorra de la platja se’m va enganxant a les plantes dels peus i, la xafogor de la nit, al cos. Aixeco el cap, res mil·lumina el rostre. No hi ha lluna, l’Univers se l’ha engolit. Jo també en vull una, tota per a mi. O un d’aquells, intensos i apasionats, als llavis. Agafo una pedreta, m’aixeco i, de puntetes creuo la sorra aspra i rugosa, per després llençar-la a l’aigua amb efecte. Tot seguit hi salto jo i nedo, en el no res. Quan torno em quedo rere la finestra i contemplo com surt el sol, tímidament, lentament.
Inmadureza_
Eso de mentir al personal se me da fenomenal, porque del mal al paranormal no existe lo vital. Me encanta ser real, buscar en el detalle aquello espectacular. Y no te pierdas, es sencillo como cualquier sujeto al borde del precipicio, cayendo y subiendo como un molinillo. Coge el tren que se te va y cómprate un pastel, después, busca el anillo de compromiso dentro de él. Espera, no te ahogues, no te asustes. Que no te casaste, que ni maduraste. ¡Qué! Como aquel sastre que te curó y sanó el corazón, cosiendo poco a poco la perdición. Fue tu salvación hasta que llegó el tontorrón de turno, por fuera era un bombón pero por dentro ¡ay!, lengua de reggaeton.
Humanos
No sólo somos cuerpos, somos más que eso. Humanos. Seres vivos, con la suficiente capacidad intelectual para poder razonar y llegar a conclusiones evidentes que, para la mayoría, no lo son.
Pero, ¿qué está pasando? El mundo se está desmoronando, la sociedad se está desorientando, los humanos se están descontrolando. ¡Oh, pobre de mí!
Las vidas ya no son existentes, ¿qué es lo que hace que uno mismo deje de existir, sin que deje de respirar, sin que sea detenido el bombardeo de su órgano vital? ¿El dolor? ¿El deshonor? ¿La guerra? ¿La tristeza? ¿La desolación? ¿La poca delicadeza? ¿O la falta de inspiración e imaginación?
bésame, pero el alma
Dibújame el alma, tal vez, así, se reconstruya. Quizá, se rompa más. Con tu sangre, con tus propias manos. Deja ir, lanzar, pequeños pero intenso besos. Sin miedo, déjate llevar. El viento, el mar, el olor a sal. Tu cuerpo vuela, el mío ha naufragado, se ha apagado. Lo siento, no sé qué siento. Ya no puedo más. Eso de levantarme, de intentar salvarme, de quererme y amarme, son mentiras. Demasiado malas para no ser descubiertas. No pretendo que entiendas nada, tampoco me interesa. Todo ya da igual, hasta mi vida también.
Depressió
Escolto, no jutjo, intento comprendre. Acompanyo en el camí de la vida, em preocupo brutalment, sóc exigent i en algun moment obligo a fer, però pel bé, amb la bona fe. Abraço en els moments durs, estimo sempre, encara que hi hagi instants en què no ho demostri o em sigui difícil i, de vegades, faig petons a aquells qui ho necessiten vertaderament.
Però, qui m’escolta a mi? Qui no em jutja? Qui em comprèn, qui m’acompanya en el camí de la vida? Qui es preocupa per mi? Qui m’abraça en els moments durs? Qui em fa petons quan no em sento bé? Qui m’atura les llàgrimes o me les eixuga? Qui, qui m’estima quan jo ja no m’estimo? Qui està amb mi quan, la meva ànima, ja no és aquí present?