Soy desordenada de alma,
estoy destrozada,
cicatrizada.
Ya no hay arma,
ya no me amarro a los Te Quiero ilusos,
ni a los recuerdos pasados,
ni a los llantos.
Porque ya no lloro,
ya no amo.
Soy instante de corazón,
un bombardeo,
y un segundo que no para quieto.
Estoy moviéndome a cada rato,
soy fugitiva de tus imágenes inéditas;
tu sonrisa, mirada y voz.
Arranco de mis paredes las cartas dedicadas;
poesía y prosa.
El teatreo se ha quedado atrás,
no lo quiero más.
Y es que ahora quiero fundirme en él,
recrearme en su piel y sentir su respiración.
Mirarle y alcanzar su último llanto,
convirtiéndolo en sonrisa.
Un suspiro prohibido,
uno detrás de otro.
-Orgasmo en poesía-.
Deja un comentario