Etiqueta: amor

  • Presentimiento

    Hay algo que no está bien.
    Lo presiento.
    Ese dolor en el pecho,
    esa presión en el estómago.
    Sentir(se) sin ser ya mujer,
    y aún así siéndolo.

  • Algo

    Me siento como que soy el jodido error, que tengo que pedir perdón por todo cuando, en realidad, los que necesitan perdonar son los demás. Y cuando, la verdad, es que me tengo que perdonar a mi misma por todo el daño que me he hecho, sin querer y queriendo.
    Me siento mal;
    echándome las culpas siempre,
    sintiéndome un jodido caos
    -sin solución-.
    Ellos, los humanos, y yo
    nos distinguimos en algo.
    Y es hora de cambiar.
    Tengo voz,
    cuerpo
    y alma
    y me debo vivir sin dolor ni tristeza.
    Me merezco ser feliz.

  • De mucha vida

    Necesito un vino, emborracharme y volar contigo por haberme besado en los labios. Que vuelo, joder si vuelo. Y muero, también.
    Vestirnos coquetos, de sonrisas, de mucha vida. Aterrizar en Marte y amarte al son del mar. Que las olas nos toquen acariciándonos los pies, y los corazones.
    Después de la estación llega otra y, más tarde, el tren frena en seco. Derrapó ya hace tiempo llegando al son del viento. Como si la cosa no fluyera con los vagones.
    Iba sin pasajeros,
    sólo había dos almas salvajes
    separadas por el tiempo
    y unidas al momento.

  • Florecer contigo

    Florecer encima de tus caderas,
    estallar,
    otra era.
    Otro ser.
    Amantes del placer,
    del querer.
    Que nos siga doliendo
    hasta que la vida lo permita
    y que mueran las estrellas
    y las flores
    y lloren las nubes.
    Que el cielo se caiga,
    se rompa por la mitad
    sólo por sentir demasiado,
    tal punto de amarnos
    explotando el amor que tenemos dentro.
    Porque no hay mayor o peor alegría que ser amantes y amigos a la vez,
    y quererse y amarse para siempre.

  • Verbena de brindis

    Por una verbena distinta,
    por una noche de brindis,
    de que brillen tus ojos
    (al mirarme)
    y sonreírte porque los dos sabemos lo que hay en nuestro interior,
    un sentimiento lleno de amor.
    Un nuevo color,
    las estrellas estallando en el cielo
    -como las mariposas en mi estómago-
    y los besos que sean a todo sabor.

  • París

    Quiero, París, verte con otra mirada,
    observarte,
    deletrearte
    con la lengua y a placeres.
    Los momentos, espontáneos,
    son los mejores.
    Y las risas a tu lado también.
    Porque no hay mejor que ser humana,
    caótica
    y sonreírle al viaje que me espera;
    un futuro lleno de rosas florecidas,
    compartidas
    y aún por vivir,
    será algo
    -aquello-
    mágico.

  • Cúrame

    Venga, nene,
    bésame
    el alma
    y cúrame la piel.

  • Gritos silenciosos

    Este es un mensaje de auxilio.
    Un aullido,
    un grito,
    un estallar hacia dentro.
    Un silencio,
    más de uno.
    Varios.
    Esto,
    es una nota
    para mí
    y para quien sienta que ya no puede más.
    Porque sí, porque no.
    Porque queridos lectores,
    vosotros que me leéis,
    o no.

  • Hechos (efímeros)

    Joder,
    quiero escribir una historia.
    Ya no sé si la mía, la tuya o la nuestra.
    Quiero escribir algo épico,
    aquello que se sale de la norma;
    un amor efímero pero lleno de realidad,
    (de amor).
    Hay dolor, más de uno.
    Se juntan,
    incrustrándose,
    muriéndose.
    Matándome.

  • Revolución

    Sin prisa y pausándome,
    el andar.
    Corazón revolucionado,
    las neuronas en el cielo
    y mis pies al vuelo
    sólo de pensar en ti.
    -Aquellos recuerdos-
    que serán eternos.
    Y el sentimiento
    que jamás se esfumará.
    Permenecerá,
    quizás,
    para toda la vida.

  • Primer latido

    No lo sé, te recuerdo -amor- del pasado. Siempre fuiste y serás mi debilidad aunque no lo parezca. Estuve enamoradísima de ti. Sin conocerte, sin siquiera hablarte, ni tocarte. Sólo me rozaste (el alma). Tan adentro. Me rompiste, quizás me rompí. Dolió tanto.
    No puede ser real lo que me está pasando ahora mismo, lo que estoy sintiendo. No hay llanto, pero sí nostalgia que arranca cada flor de mi corazón. Que se marchitan, se van. Se van. Dejé de creer en el amor por ti. Nunca regresé del todo de aquel estado tan emocional. Tan irracional.

  • Desnúdate

    Y cuando no tienes el mar delante, ni un libro entre tus manos, pero te tienes a ti. Respiras. Te debes (amor propio). Te amas. Lo intentas. Tócate el cuerpo, el rostro y el corazón. Escucha cómo vibra, cómo baila y siente. Porque en el fondo del pozo oscuro sientes algo. Saber el qué es bastante complicado. Siempre ha sido difícil para ti. Pero es tu momento y nadie te lo va a quitar. Desnúdate de penas, dolores y cicatrices. De inseguridades y miedos. Quitátelos afrontándolos. Sí, debes mirarlos de frente. De esta forma irán cayendo de tus manos trozo a trozo. Las palabras, las más duras y rotas, se romperán sólo si las has leído con los ojos abiertos. Con esperanza, amor y pasión. Con una tranquilidad immesurable. Ahí, justo, sabrás lo que es que todo se te escape y vuelva a ti simplemente aquel amor que diste una vez y no volvió jamás. Porque volverá. Creéme que el acto de quererte volverá siendo más, mucho más. Su tacto, su olor y su sentir, su caminar serán invencibles, infinitos.

  • Alma de mujer

    Hay domingos que son para echarse de menos y, otros, para emborracharse de más. De salir, de vivir. Que con un poco de Ron, risas y salvajerías varias, se puede ser feliz. Porque las dos amigas que tengo están locas, rotas y solas (como yo). ¿Mi virtud? Mi empoderamiento, mi fuerza y mi pasión por lo que sea. Hay que echarle amor al arte con un poco de sal, además de dos ovarios bien puestos. Y sino, un alma de mujer va donde sea. Donde quiera. Que vuela, y voló. Saltó y derrapó por el cielo.

  • Cosiéndome las heridas

    Fui,
    yo,
    aquel sastre que se cosió la herida.
    Que le dolió más cuando se cerró
    que cuando estaba abierta.
    Porque nunca llegó a cicatrizar.
    Seguía sangrando,
    llorando.
    Y, arrasando el suelo,
    (la herida)
    sufrió más que amó.
    El peso del corazón,
    del amor,
    fue un calvario.

  • Complicaciones

    Soy complicada, lo sé.
    Y se me complica la vida, también lo sé.
    Pero la vida son dos segundos,
    tres cigarros
    y cuatro estaciones
    que en todas ellas pasa el amor.
    Para irse
    y no regresar.
    Porque las casualidades son momentáneas,
    efímeras.
    Si te encuentras con una de ellas,
    hazme un llama cuelga que,
    quizás,
    y sólo quizás,
    nos besamos mientras pasa el tren
    porque de antemano lo hemos alcanzado
    antes de que se vaya por el andén.

  • ¿Te puedo escribir algo?

    Amor, no estoy bien, lo digo por si dudas de mi capacidad por estar bien. Bueno, te lo digo a ti porque las otras personas de mi alrededor no me ayudan y no quiero que me ayudes sólo es información. Tendré que salir yo sola de esta montaña rusa que estos días desciende y no se detiene. Estoy triste. No sé si entrando en una depresión. No lo descarto. Y no quiero darte esta responsabilidad: que dependas emocionalmente de mi -dolor-. Necesito algo: respirar. Además de un poco de paz mental, un abrazo y, bueno, exteriorizar lo que me pasa. Escúchame o léeme, depende del momento, de mi necesidad. Sí, sólo necesito bailar con las emociones, dejarme fluir y ser -caos-. Y aunque tú digas que «soy un caos hermoso», es doloroso. Decirte el porqué sería ir demasiado lejos y yo tan allá -en la lejanía- no llego. No porque no quiera sino porque no puedo. Me duele la vida, creo. Será eso. ¿Tal vez?
    Ojalá te quedes aquí, en el suelo, conmigo. O en el cielo. Me da igual. Ojalá lo hagas, eso, de quererme así -tan rota, tan loca-.
    No me gusta estar rodeada de gente y lo que más necesito es estar conmigo misma, sentirme y escribir(me). Supongo, para sanar de todo -aquello-. El pasado me hunde y lo más probable es que muchas personas no lo entiendan. Es que necesito mis tiempos, mis espacios y tengo límites. Y sí sí, no debo vivir en mi pasado, ni pensar en el futuro. Yo no te estoy hablando de hace uno, dos, tres o cuatro años (aunque lo llevo arrastrando). Te hablo del ayer o de hace un minuto atrás o incluso unos segundos recientes. Es ese algo que me lleva hacia la deriva. Será la vida misma o esto. No sé. Y, lo siento -tan intensamente- que me quedo a media frase callándome todo lo que pude decir con palabras a viva voz, o a un simple susurro y no dije.
    -No dije-.
    Gracias amor, gracias;
    por quererme
    y poder seguir adelante con todo este cuadro (de arte) emocional; yo.

  • Corazones

    Tengo cinco sobres y medio aquí guardados (en mi corazón). Y me duelen porque no los has leído, porque siento y no lo puedo transmitir (a ti). Porque son para cuando ya no estés, para cuando te hayas ido.

  • Escribiéndonos

    Y por salud mental voy a dejar de escribirte,
    de escribirme.
    De ser naufragio entre tanto mar,
    de agarrar de frente el dolor
    y comérselo con pudor.
    De ser tanto en tan poco tiempo,
    en milésimas de segundos.
    Porque me está matando.
    Siempre he sido caos,
    pero ahora soy más lío
    que hilo.
    Y es cierto que habrá días, incluso noches,
    donde seré escrita,
    donde me deletrearás con tu lengua,
    hasta con tu mirada.
    Pero he llegado al límite de sentir,
    ¿Eso es posible?
    Pues sí,
    porque he pasado de amar a sufrir.
    Y, duele.

  • Basura acumulada

    Todo lo otro son destrozos, basura.
    (Mierda), que sale del corazón tan roto, desangrado y hueco.
    Duele, nene, duele.

  • Aquella noche

    A mí aquella noche me dolió mucho el corazón.
    De hecho, se me quebrantó a pedazos y a cámara lenta que es cuando mata más internamente.

  • Corazón roto

    No sé, a veces tengo dudas;
    si me quieres o no.
    Porque nuestros recuerdos me remontan al pasado,
    a aquel concierto que tocó mi alma.
    No sé la tuya,
    pero a mi me vibró
    -me latió-
    el ritmo cardíaco a mil por hora.
    Y en la calle no, no lloré de milagro.
    Aunque en casa…
    en la madrugada
    acabé explotando,
    llorando.
    Dolor, amor.
    Fue una herida que se ha quedado abierta y no cicatriza.
    Y duele,
    porque,
    no se cierra.
    -No se cierra-.

  • Días de sol

    Días de sol
    y esa lagrimilla que cae.
    Un poco de corashe roto,
    sombra y luz
    y en blanco y en negro.
    -Vintage-.

  • Quiero caos

    Necesito oxígeno, no sé, ir al bosque o al mar a respirar(me). Quiero soledad, quiero paz y amor -por y para mí-. Porque… Actualmente estoy en un océano lleno de dolor, y tristeza. Me hundo en la miseria de lo que algunos llaman ‘vida’ -muerte-. ¿Me sigues? Vodka, y un poco de locura. Eso también lo necesito, y ya. No puedo. Estoy en la jodida rutina, y cuando acabe ¿Qué? Pues suicidémonos colectivamente para así sanar cada uno en su respectivo corazón; hecho pedazos, trizas. Destrezas y cerebros sin razones, o con mucha lógica.
    ¿Sabes qué pasa? Tan y tan poco, algo, aquello insignificante. Que, nada. -Nada-. Y quiero gritar en la calle y que me miren todos para luego unirse a un chillido muy necesrio. Sacar las tripas fuera y, por fin, sanar de toda la mierda. De todo lo que ya no cabe en esta cabecita ilógica.
    Me he cansado de ti, de mí. De esto y de lo otro. De lo de allá, de lo de aquí. De lo que fue, es y hasta de lo que será. Del mañana.
    Creo que ya me perdí.
    (Creo) que quiero caos. Uno que sea irrompible y que vaya agrandando hasta que yo -misma- explote.
    Porque quiero lo exótico,
    lo loco,
    lo podrido,
    lo negro
    y lo sucio.
    -Quiero caos-.
    Joder, sí, dame un orgasmo de caos.

  • A puñetazos

    Quiero triunfar,
    no en el dinero,
    no en el amor,
    sino en la vida.
    Y ser,
    y volar,
    y romper
    -a puñetazos-
    el suelo que se desgarra por momentos.
    (Mi corazón).

  • Leemos el amor

    «Con la escritura no vas a ningún lado», ¿Ah no? Pues yo pensaba que sí, que llegaba a los mundos exteriores y a los interiores, los míos. Y a todos. Que quien no lee es un inculto e un ignorante, pero yo pienso: todos leemos.
    Las noticias por la mañana,
    un artículo interesante,
    una frase,
    un cartel por la calle,
    un cuadro
    y hasta almas,
    sí,
    aquellos que sienten demasiado
    -los enamorados-.
    ¿Y a que es curioso?
    Y hermoso.

  • Oye, nene

    Oye, nene, tócame
    y bien.
    Hazme vibrar
    -a corazón abierto-.
    Y ya que estás de paso
    haz que vibre entera.
    Que necesito dos,
    tres
    o un millón,
    de esos
    -besos-.

  • Drogas de amor

    Consumo incontrolable
    de drogas
    que laten
    -laten-
    en mi corazón,
    de enamorado.
    Que la bala disparada
    mató al inocente,
    y tanto,
    que las pistolas
    comenzaron a tener sentido.
    A desperdiciar los balazos,
    a echarlos -en vano- a la basura.

  • Por fin

    Y por fin aire.
    Caminar por el mundo
    y ser feliz;
    libre de corazón.

  • Mi favorita

    Me he puesto a llorar,
    he pausado la película
    y me he dicho «No puedo verla».
    Es mi favorita,
    y cada vez que la veo me rompo.
    Será el amor
    que provoca
    que vibre mi corazón.

  • 5′

    Me he quedado a los cinco minutos de la película llorando sin querer y, quizás, queriendo.
    Es preciosa;
    me enamora,
    y me enternece el corazón.