Buscar tantos rincones, tantos recovecos que antes de ir ellos me encuentran a mí. Y se ríen, analizándome detenidamente. Los detalles que salen de mi ser. De mi yo interno, y externo. Y yo los observo cuestionándome que de qué van si son simples huecos, curiosos pero vacíos. Que no tienen nada de que presumir, de galardonear. Porque son sencillos,
demasiado.
Y yo,
tan caóticamente hermosa,
como dice él.
Pero es que estoy más loca que otra cosa.
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