Etiqueta: dolor

  • Estrellada

    La tirita está, bueno, va enrojecida, como la costilla izquierda. Siempre hablo, escribo, sobre ella. Y la florecilla normalmente está pilla, porque es muy pícara, sí, la sonrisita que me nace solo con verte. Lo de observarte ya es otro placer. Encajada en otro lugar -espacio estelar-, que brilla, que brilla. Luego cierro ventanas, unas…

  • Después de

    Después de tanta soledad e ir solitaria, de convertirme a la vez en loba, luna y miseria… después de quererte y estrellarme, que me salgan por las orejas las estrellas, solo queda, habita, entre estos latidos, un tú y un yo sin estar unidos, así, separados, malditos. Porque a posteriori de tantas pausas -del suicidio…

  • ¿Lugar dónde me he sentido querida?

    Abundan los lugares donde me he desarmado, momentos en que me he soltado el pelo y sacado la coraza, y todo para nada, justo cuando se me ha roto la esperanza. Mirándome en el espejo, después de enfundarme en aquel vestido de un color morado oscurecido, semejante al amor descosido, y ennegrecido… Descolorada voy, sonrojada…

  • Es que te quiero

    Lucho por quererme, quererte y querernos, aún así me nace solo ese latir de ir a por ti pues mi corazón danza al son del enamoramiento en un gerundio sempiterno.

  • Jane Eyre, Charlotte Brontë

    Charlotte Brontë (1816-1855) fue una novelista inglesa, quien narra la biografía de Jane Eyre (1847), uno de sus obras más populares del siglo XIX, durante la época del Romanticismo. Una novela constituida por treinta y ocho capítulos donde la autora describe, básicamente, la vida de Jane Eyre: desde su infancia hasta su adultez. La obra…

  • «Voy a dejar de quererte»

    La única promesa que me hice la rompí. Spoiler: me enamoras cada vez más, así, in crescendo. Y me odio por ello y me siento culpable y me duele y me gustaría arrancármelo, que dejase de sangrar, pero es que me miras y se me sonroja hasta la herida, me provocas las cosquillas y mis…

  • El chispazo se ha roto

    ¿El amor lo podrá salvar todo? ¿Pero ambos? ¿Y de qué manera? ¿Cómo florecemos? Quiero decir, ¿De qué forma tan insignificante? Todo se ha ido al garete: mi intuición fue falsa, y la fe tan inédita se ha convertido en una desesperación ambigua y rara, porque te estoy queriendo y me duele ese enamoramiento, por…

  • ¿Algún día floreceré?

    Ya he florecido, pero aún debo continuar regando el jardín. Así que me paso por aquí para comunicarte que, si todavía sigues regándote sin quererte y con impulso, ¿Te puedo escribir algo? Encaja entre tus espinas y heridas. ¿Te unes al caos? ¿Sabes que la semana que viene estará gratuito? Te lo dejo aquí abajo.…

  • ¿Nos vamos a florecer?

    Cuando se me queda el dolor, ahí, colgando de un hilo en mi interior. Cuando se me cristalizan los ojos, y así se quedan, desilusionados, llenos de esos llantos secos. Cuando me quiero morir entre tus brazos, pero no nos unen ni los lazos (del amor). Cuando solo abunda dolor, y una tristeza infinita. Cuando…

  • Domingo de novela

    No sé qué decir, tampoco qué escribir. Actualmente estoy estancada de una forma tan descomunal que, simplemente, me quedo ahí, en ese latir constante. ¿La novela que estoy escribiendo? Allá está, rellena de sentimientos extraños, de los cuales el más destacado es el amor, o el desamor, a conjunto con el dolor y una pizca…

  • El atardecer anaranjado

    Queridísma yo, voy más muerta que viva, llevo tres borracheras de alma de más, las corazonadas van salpicándome y, bueno, son casi las siete de otra tarde de viernes, que parece más martes. Me voy a Marte, aunque siempre culmino aterrizando en uno de mis mundos paralelos. Las bocanadas arrasan tanto, porque mis besos se…

  • Suicidios ejemplares, Enrique Vila-Matas

    Suicidios ejemplares de Enrique Vila-Matas contiene diez breves textos sobre la muerte. El propósito del escritor ha consistido en trazar un mapa geográfico moral sobre la muerte, justamente cuando uno ya se ha suicidado en vida, metafóricamente, y sigue vivo, tal como nos cuenta en el prólogo «Viajar, perder paises.» En todos los escritos aquel…

  • El antepenúltimo

    Tres escopetazos, cuatro bombazos y otro latigazo. ¿Será el último? Quizás no. Y de un golpe en el corazón me quedo en blanco, pero como ya estoy tan acostumbrada a la miseria, a los huecos y a las nubes estrelladas que se desbocan, me da absolutamente igual y, por eso, ahí levito, rozando las puntas…

  • Quiero quedarme

    Me apetece tantísimo describirme otra vez, como aquel día durante el amanecer o el atardecer. El caso es que iba en bragas y con un moño a medio hacer, o por deshacerse. Ahora estoy recostada sobre mi pecho izquierdo, que late y late y no se calla, y quiere gritarse a él mismo que se…

  • El poema desquiciado

    Por fin digo «por fin» sin decir «por fin». Te parecerá extraño. ¿A mí? Cuéntame los lunares y déjate de cuentos que van sin fin o escasean de lucidez. Me apetece ser la luna, o cualquier estrella que no se estrelle. ¿Ya lo estoy siendo? Enamórate de la felicidad y siempre terminarás en el bucle…

  • Siendo feliz como una perdiz

    Llevo días sin describirme, introduciéndome en otro vaivén que viene más que se va. Voy bailando entre mis raíces. De ellas nacen las flores, nacen, y ya no se caen. Y, yo, que me creía perdida, oculta entre sombras, ahora, estas son otros borradores, ya desechados, y guardados en el cajón de mi corazón. Déjame…

  • Otra forma de suicidio

    Querido diario, me estoy perdiendo de una forma tan descomunal, tan extraña, que muero una y otra y otra vez. No puedo más. Estoy agotada. Cansada de vivir y de la vida y de todo lo que rodea a esta. Y me quiero suicidar o, escribiéndolo de manera más sutil, quiero desaparecer. ¿Irme? ¿Pero a…

  • El amor,

    ¿Para qué?

  • Por el precipicio

    Hay veces que cuando estoy caminando incluso me cuestiono cómo lo hago, sí, eso de poner un pie delante del otro y aún así no caerme aún así cayéndome.

  • Floreciéndonos

    Me apetece escribir, pero no tengo el cómo y, para el colmo no lo logro alcanzar. Vaya desazón. Voy desganada. Sin actitud ni virtud, En contra de mi misma tiro, y la cuerda se afloja. Estoy colgando de un limbo. Me morí el otro día. Vaya cosas, ¿No? Es, supongo, irse para luego estrellarse y…

  • Una noche rota

    Entonces, tu vida, alrededor tuyo, va dando giros, vueltas en ella misma. Y te mareas, aleteas y, justo, caes en tu jodido hueco. Se te ha roto algo, el corazón, porque mientras observas a tu hermana, estallas. Empatizando, preocupada no por el qué sino por cómo ella afrontará la situación. Vaya suceso, puto agujero negro.Porque…

  • Sonidos entristecidos

    Soy dos vacíos en constante motivimiento, entrelazando bucles.

  • El texto ya no es raro

    Hay instantes que pierdo los días y me pierdo aún más y pierdo la cuenta y la cabeza, y también el tiempo. Me descuento de más. Paseo desorientándome, porque los pies los coloco mal, quiero decir, uno delante del otro y entonces me tropiezo. Son tropiezos, para otros, y ya, pero para mí es un…

  • Al vaivén del desamor

    ¿La verdad? Siento que me he desenamorado de ti, siento que se han caído todas las ilusiones. Me siento culpable. He intentado volver a construir, reparar, meter los «te quiero» en el corazón, y solo caben en aquel rincón, metidos, todos, dentro de un cajón. Y ya no puedo más. A causa de ello me…

  • La sonrisa irónica

    La sonrisa se tira por el precipicio y ahí levita, allá ríe a carcajada limpia, ensanchada de una brevedad inédita, y escandalosa. Solo queda la rosa, escueta y sola y llena de soledad. Repiquetea, tanto, entre sus pétalos ya muertos. Hablando de tan pequeñas heridas no queda otra, no… Los pliegues están demasiado afilados, su…

  • Apreciando mis recovecos

    Una mañana, saldré y me regalaré unas cuantas flores y, entonces, sabré, que me estaré queriendo para amarme. De mientras, solo llueve.

  • ¿A dónde?

    ¿Y a dónde vas cuando no puedes huir de ti misma? A ningún lugar, porque te quedas, ahí, recreándote en tu propia miseria.

  • Arte (im)perfecto

    Quiero ser un arte perfecto para ti, pero no lo soy, porque estoy rota y tengo heridas de guerra  sin tregua. Muchas ojeras, centenares de problemas internos, aún así, me bebo los deseos, a sorbos o a bocanadas de aire. Solo quiero volar contigo aquí a mi lado.

  • La realidad, una estrella fugaz

    ¿Feliz día nuevo? ¿O feliz vida? Dejé de tirarme por el agujero desde aquel precipicio tan bajo. Porque solo consistía en descender un mísero escalón para que me dejase de dar el bajón y acabar viendo los momentos con otro tipo de colocón, sí, el que te deja cuerdo, así, del revés, pero del derecho.…

  • Las canciones de amor

    Que solo pienso en ti, que ojalá pienses en mí. Que me puse a escribir, solo apareces tú en mi mente. Las canciones de amor van teniendo sentido, uno infinito. Yo qué sé.

  • ¿Qué será de nosotros?

    Y me he puesto a escribir y sales tú en mí, de serlo todo a la nada.

  • Las olas coléricas

    Quiero un océano entero, fuera de mí, porque dentro ya lo tengo. Las olas coléricas chocan con mi corazón. Se van disecando las lágrimas. Estoy en sequía y muero y vivo y vuelvo a nacer, y a florecer. ¿Sabes qué? Dame certidumbre porque de inseguridades y miedos tengo pa’ aburrir. Me los voy comiendo a…