Mira, lo siento pero yo no estoy hecha para este mundo de mierda. No entro en una sociedad de borregos, no soy de ella. Porque me salgo de las reglas, las rompo. Y me pierdo entre mis pieles, mis cicatrices y mi corazón rasgado. Porque he llegado al punto de querer ser pájaro, salir de la jaula y volar. Y conseguirlo. Ir de lugar en lugar, estrellarme si es necesario pero con los pies alzados del suelo. No me interesa madurar, mucho menos ganar, ser rica o tener poder sobre algo.
No soy ya marioneta, tampoco títere. Soy dueña de mí misma. Rompo la norma, porque sí. Porque yo quiero. Sólo quiero vivir, vivir entre letras, perderme en palabras y reencontrarme en frases. Introducirme en el caos, en mi jodido desastre, y experimentar un orgasmo de poesía. Y es que de ahí sale mi alegría, mezclada entre penas.
Deja un comentario