El proceso de escritura va desde la idea hasta el acto de escribir y, por eso mismo, os guiaré un poco en este acto tan hermoso y lleno de caos. En este caso, os explicaré como escribir un libro de narrativa.
- La idea. Es aquello que surge sin pensar en un momento de creatividad brutal y es tan sencillo como tener siempre una libreta a mano y un bolígrafo o el móvil, para poder ir apuntando todas las ideas que vayan apareciendo sin que se escape ninguna.
- El esbozo. Cuando ya tenemos una o más ideas, se trata de ir dándole forma a esa idea. Es decir, si la idea que tenemos trata sobre un hombre que se cayó por un acantilado y luego explicamos su pasado, pues darle forma a esa idea. Aquí, en esta fase, es cuando se creará un pequeño esbozo sobre el manuscrito. Será un caso hipotético donde empezaremos a organizar los capítulos, a focalizar un objetivo del libro (la idea principal) y a decidir los personajes principales o secundarios. En ningún momento nos hemos puesto a redactar, simplemente a decidir y a plasmar ideas que surgen en un papel.
- La organización y la estructura. Ahí sí que se trata de darle una forma real a la historia. Es decir, se trata de organizar los capítulos y crear una estructura, lo que se denominaría como esqueleto. En la organización se trata de planificar los capítulos. Como ya sabremos de antemano cuantos queremos que haya, pues pondremos: capítulo 1 y el objetivo del capítulo. Y lo iremos desglosando. En mi caso, cada capítulo tiene la introducción, el desarrollo y el desenlace, que no es el desenlace general sino el del capítulo. Y lo voy subdividiendo por fases. En este caso lo hago con casillas y al lado escribo una pequeña descripción con la acción, es decir, lo que quiero que suceda. Y dejo un espacio al lado derecho para apuntar cosas extras (sentimientos y emociones, alguna característica adicional…). Hay que tener en cuenta una cosa: la flexibilidad. Es cierto que ya se ha hecho una organización previa pero a veces pasa que cuando escribes quizás necesitas un capítulo más o uno menos. Y esas cosas pasan, pero no hay que ofuscarse. Simplemente fluir. Lo que sí que hay que tener claro es cuantas palabras ocupará el capítulo. No hace falta ceñirse al número pensado pero sí aproximarse.
- Los personajes (van muy unidos con la organización y la estructura, porque se deben hacer al mismo tiempo). Después de haber organizado, reogranizado, estructurado, tachado, eliminado, ofuscado, frustrado y vuelta a empezar, hay que crear los personajes. Es importante tener claro desde un principio cuántos queremos que haya. Almenos los principales. Y, bueno, se trata de desarrollarlos. Para eso hay cientos de plantillas en Internet de cómo desarrollar un personaje.
A continuación os dejo un vídeo explicativo sobre cómo hacer un equeleto:
Y también, una plantilla para crear personajes:
- El acto de escribir. Una vez ya tenemos el esbozo, la organización y la estructura, ya se puede empezar a escribir.
CONCLUSIÓN
Es cierto que hay muchos escirtores que escriben a la vez que hacen el esbozo. Por ejemplo, en mi caso, hay momentos que me viene la inspiración y me pongo a escribir y luego encamino el libro y hago lo que se dice el esqueleto. Mi recomendación es hacerlo como más cómodo se sienta uno. Aún así, para evitar el bloqueo del escritor y para no agobiarse, siempre va bien tener un esquema, como mínimo, escrito.
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