No quiero escribirnos en unos años más grandes, porque todo lo que escribo se acaba cumpliendo, ya sea bueno o malo. Pero no quiero situarte en un futuro lejano, sino cercano porque, yo, quiero besarte.

No quiero escribirnos en unos años más grandes, porque todo lo que escribo se acaba cumpliendo, ya sea bueno o malo. Pero no quiero situarte en un futuro lejano, sino cercano porque, yo, quiero besarte.

Me abro un canal de YouTube.
He colgado el primer vídeo, que es un poema, corto. Deshilachado, desalmado, con el corazón quemado. Se llama «Cicatrices encarceladas».
A los 300 seguidores cuelgo el siguiente vídeo. Y así vamos.
Gracias por leerme!
¿Y si te digo que me gustas?
¿Y te digo que me encantas?
¿Y si te digo que me fascinas?
¿Y si te digo que estoy enamorada de ti?
¿Y si te beso, te irías?

Esta vez,
te escribo para dedicarte arte. Tienes que amarte y, aunque te fuiste a Marte, sin querer, volverás a ser. Y, yo, vendré para querernos. Sentimientos, flotantes en el aire, corriendo para juntarse.
Todo el cielo, oscuro, chispeante de luces pequeñas, te miraba a ti. Y, yo, te sentía allí. Te sentía intensamente.
Te sentía, te siento.
Llegaste, terremoto inquebrantable, para rehacerme, para montar todas las piezas que, aunque estén rotas, han vuelto a su sitio. El bombardeo de un grito, el sentimiento de un pitido, agudo, que se alza hasta nuestras almas para unirlas.

Y llegas tú, Universo,
y eres toda la luz
que desprenden las estrellas.
Y llegas tú, Universo,
y eres toda la felicidad
apostada en la ruleta de la suerte.
Y llegas,
me sonríes,
y ríes,
y matas haciendo revivir.
Eres tú, mi Universo,
entero y completo.
Te quiero tanto que,
ojú,
no me dejes nunca.

Se me forma un nudo en la garganta; ganas de llorar.
Te quiero tanto.
De la sangre,
floreció,
la flor más bella.
Ella.
Te descubriré,
te destaparé.
Te quitaré la ropa y,
contaré todos tus lunares para,
después, besártelos.
Y aunque que estén rotos,
los seguiré besando.
En el amanecer,
en el atardecer.
Me harás falta,
te echaré de menos.
Seremos.
Hasta rompernos.
ponte un día en mi piel, quizás, y sólo quizás, lo entiendas todo.
Tu vida no se está complicando, te la complicas tú porque quieres.

Únicamente lo supiste tú.
Que me estoy dirigiendo a un tú no concreto. Que no me dirijo a él, porque él no existe. Y ahora dirás «¿Qué?» Que con esas dos frases me estoy mintiendo, porque el tú existe. Y eres tú.

No sabes la potencia que tienes en mi ser.
que, el frío, me está perdonando. Ya no me hiela el alma, ya no me roza con las puntas puntiagudas, como el vidrio resquebrajado.

Le brillan los ojos.

Mírate de perfil, es otra perspectiva.
ahora no voy a hablar de poesía ilusa, tampoco de la oscura. Ahora voy a hablar de ti. Describirte para descifrarte, para enamorarme. Eres de lo que ya no se habla, ambiguo y moderno, un intermedio. Eres un arriesgado moderado, un cagado. Me hablas cuando te interesa y, cuando no, me desgarras. Te preocupas por mí, pero tal vez no sea así.

Hasta los demonios le hacían el amor, de lo guapa que era.
Este cielo, hoy, es para hacer poesía.
Yo sólo te espero a ti, al amor de mi vida -que no sé quién es- pero lo espero con alegría.
Todos los textos van dedicados a alguien, ese alguien indescifrable. Ese alguien especial. Tú, ese tú que no se sabe quien es pero que, cuando lo encuentre le diré: «Mira, lee bien, que todos esos textos son dedicados hacia ti, para ti. Te los regalo en versos, en deseos, en besos».
No me prometas los siete cielos, con un invierno tengo suficiente.
Espero que estén bien, en paz, felices…;
Os escribo para comunicaros que el año que viene mi método de publicar será distinto, pues sólo publicaré una o dos veces por semana.
Creo que será mejor así, no tanta saturación de textos, más espaciados, más tiempo.
Cualquier cosa, os espero en los comentarios.
Gracias por leerme <3;
sé que siempre lo digo, pero es la pura verdad: sin vosotros no soy nada.
No
sé qué
hago buscándote
en lugares donde no estás.
No vas a venir tú a quererme, joder.
Pero vaya ojos.
Y qué sonrisa.
Todos tus versos, son melancolía y alegría.
Resucito en las cenizas de la eternidad, esta vez escribo para no llorar. Ya no se arruga el papel con mis lágrimas, ya no se moja, ya no se deshace.
Y me dices que sea más superficial, más sutil pero, querido, yo no puedo ser así. Yo soy de las que lo da todo y lo echa a perder. De las que se lanza al vacío sin querer. Soy un caos solitario quien ama su arte. No puedo, simplemente, no dejar relucir o resquebrajar mis palabras. Necesito sacarlas a flote, porque así me siento más libre.
¿Cómo te vas a enamorar de mí con todos los problemas que tienes? Pero que yo también tengo, joder. Es un simple querer.
Si nos besamos, cierto, los problemas no tendrán solución, pero, por un momento, se desvanecerán.
Te desnudas de la vida para que te queme hasta los sesos, los huesos. Te desnudas para que te agarre de mala gana y te tire al vacío para que caigas, sí o sí. No tienes opción y la vida tampoco. La has cagado tanto, estás tan rota, que ya no hay vuelta atrás. Y te hará llorar hasta que no puedas más que, cuando llegues al límite, te seguirá odiando. Nadie te querrá, ni tu misma. Todo el mundo te odiará, hasta el universo que conspirará en contra tuya. Joder, puta vida. Pura, quería decir.
Te desnudas para no sanarte jamás el alma, para tener roto el corazón hasta la muerte. Para quedarte amarga, sin alas. Para no ver el mundo, ni tu interior. Para vislumbrar en la lejanía negrura espesa. Te desnudas para que te queden cicatrices, y sigan creciendo como las ramas de los árboles.

Tal vez, sí sé ponerle sentimiento a los sentimientos.
Tal vez, sí sé quererme y querer.
Tal vez, sí sé dejar de sufrir, dejarlo todo en el olvido.
Tal vez, sí sé hacer muchas cosas pero no lo sé que lo sé poner, querer, dejar y hacer.
Estoy tiritando, no entiendo qué me está pasando. Tal vez es que me estoy enamorando, de ti.
Estaban en el césped del Parc Catalunya.
-¿Puedo besarte?
-Eso no se pregunta, se hace.
Se le escapó una sonrisa, haciendo relucir todo su rostro.
-Entonces…
Y la besó. Ella le siguió el beso.
El universo explotó, las estrellas bailaron y, los planetas, cantaron. El sueño, por parte de los dos, se hizo realidad.