Y llegas tú, Universo,
y eres toda la luz
que desprenden las estrellas.
Y llegas tú, Universo,
y eres toda la felicidad
apostada en la ruleta de la suerte.
Y llegas,
me sonríes,
y ríes,
y matas haciendo revivir.
Eres tú, mi Universo,
entero y completo.
Te quiero tanto que,
ojú,
no me dejes nunca.
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