El rugir de los coches, el cantar de las hojas. Un sol resplandeciente y sentimientos que abruman. Qué arte la vida, y qué dolor estar muriéndote por dentro. Cuánta fantasía; la gente, qué perdida.
Me siento naufragio de mi misma. Queriendo volar y ahogándome en mi propio mar.
Unos ojos que me miran, desde el espejo; el reflejo. Y un ‘Te quiero’ vivído en tu mirada. En tu alma; tan honesta y sincera.
Qué pérdida de tiempo, eso, el tiempo. Que pasen las horas, que se acaben los días y terminar igual que el primer minuto que comenzó el verano; el tuyo. Porque no todos son iguales, hay muchos y distintos.
Entre oscuridades y matices me encuentro. De letras, de hechos y actos de fe, de valentía. El día a día. Y qué bonita tu sonrisa, la que brilla por ella misma. La que ilumina la soledad y arropa la alegría, aquí, en mi pecho.
-Me quiero-.
Qué calma, vaya paz. En positivo y hacia delante. A veces uno piensa que retrocede cuando, la verdad, es que avanza sin querer.
Se siente bien eso de estar bien.
Categoría: Escritos
Rutina
El acto de escribir
No sé de qué me sirve encender el ordenador y abrir una hoja en blanco. Porque no me salen las palabras, ni las ideas. Y mi mente está bloqueada. Hay dolor, angustia y miedo; a no poder. A dejar de ser -yo misma-. No verme de otra forma, no rascar esas capas mías, que son de más, que sobran. Porque sí, hay que bucear en las profundidades, escarbar, ir más allá de la superficie. Hasta que duela, hasta llegar a una crisis existencial, o más de una. Y moverse en bucle, en un círculo vicioso.
No puedo.
Simplemente, soy feliz. Estoy en paz, conmigo, con los demás. En cierto modo está bien estar bien, pero por otro lado, ¿Cuándo volveré?
A ser yo, la que se hundía, la que no se veía y luego salía a volar entre letras. A serlas.
A escribirlas y ser un caos desastroso pero lleno -de sentimiento puro-.Océano roto
Siento el mar palpitar en mis entrañas, lo escucho muy adentro de mi corazón. Como me remueve creando caos y desorden. Descomponiéndome, desorientándome. Agarro las olas con la punta del alma y se me quedan enganchadas en la mirada.
Tristeza,
serenidad,
dolor
y mucho amor.
Pasa por distintas estaciones, que van, vienen y se marchan para siempre.
Intactas y eternas se quedan -se quedan- aquí, conmigo y sin ti. Porque estoy llena de soledad y las lágrimas se amontonan en mis pestañas. No quiero llorar y lo hago internamente.
Qué frustrante.
Me duele, joder,
-duele demasiado-.
Ahora olfateo ese olor; a sal, a océano. A vida -pura-. Me gusta, me pierdo en esto. En lo que tengo, en lo que soy.Y, click
Un jodido ‘click’, y todo cambia. El mundo se revoluciona, los corazones laten deprisa y el libro, ese, retumba de dolor. Sus pulsaciones, su sentir eterno y efímero cada vez que lo vuelvo a abrir, a leer. Esas páginas llenas de palabras con intención, que escuecen.
Sacaré
Vomitaré cada herida,
cada cicatriz sin cicatrizar.
Vomitaré hasta mi corazón
y así seré feliz.Locura personificada
Un día me emborracharé e iré a ver el atardecer hasta que salga el sol. Y saltaré piedras y volaré con las manos en forma de avión y contaré las estrellas hasta perder el control. «No estoy bien» me repito una y otra vez hasta acabar llorando internamente. Y vaya caos soy. Me quiero volver loca, ser la locura personificada. Arrastrando los pies y con la sonrisa falsa, ese es mi lema o mi forma de vivir. Qué jodida, sí, yo.
Quiero vivir, mucho.
Sentir, a ratos e intensamente.
Volar siempre y nunca caer.
Necesito otro amanecer, uno distinto, uno que me grite, a pedazos. Que todo se está rompiendo pero que se reconstruirá.
¿Cambiará?
La vida se me parte en dos;
más quemada de alma que de rostro.Flotar del revés
Volar como si nunca lo hubieses hecho, armarte de valor y saltar por el precipicio; de tu alma. Bajar hasta abajo y tocar fondo, profundo y letal. Ya no hay vuelta atrás. Y ser más flor marchita que rosa florecida. Qué pena, qué alivio.
Amaneciendo
El amanecer y las luces de los semáforos parpadeando. Se hace de día, se hace la luz y qué bonito. La ciudad casi vacía, cuatro almas andando por la faz de la tierra. Y qué gozo el silencio, vaya melodía. Me gusta y me enamora esa canción, esa panorámica y ese cielo. El sol ha salido pero está escondido entre los edificios; y qué sensación, distinta, especial y extraterrestre de mí. A la vez muy dentro mío.
Quisiera yo…
Me hubiese apetecido charlar contigo a la luz del sol, mientras brillan nuestras pieles y, el agua dulce de la piscina bailaba, como nuestros corazones en momentos pasados. Ha sido duro, difícil y doloroso.
-Soledad, bienvenida-.
Porque no hay nada más bonito que conversar, de cualquier cosa, del mar y de cómo nos gustaría, en un futuro, volar. Pero, ¿Para qué? Si aunque estemos juntos ya no somos.
Nada más hermoso que ver en tus ojos relámpagos; fuego, calor y hogar.
Y tormenta me siento yo; que arrasa y arrastra todo a su paso de una bocanada de aire gigante, como un terremoto.
Quiero paz y sentirme, mucho. Hay veces, instantes, en los que dejo de ser humana, en los que no puedo ser yo porque me inunda una sensación de impotencia terrible.
No ayuda y mata, lentamente y a escopeta abierta.Mal humor
No sé cómo expresarlo con palabras. A veces tengo rabia metida en mi cuerpo y se consume de golpe. Y es tan ardiente que hago arder a las personas. Y jodo, y me jode. Es jodido. Saco todas las llamas al exterior y soy más demonio que ángel. Y acabo echando a perder mi persona y a los demás y, los otros, sacan la ira en contra de otros.
Está bien estar mal.
No debería preocuparme.
Porque son momentos que acabarán. Son instantes cortos. Y me duele hacer daño, me duelo a mí misma.
Pero soy humana, tengo distintos humores. A veces buenos y a veces malos.
Que si río,
que si lloro,
que si grito,
que si respiro,
que si mato
o que si quiero.
Hay tantos; ni gris ni negro.
A todo pulmón, a todo color asfixiado, sin tinta.Sentido mortal
He intentado buscarlo todo, agarrar de frente la inspiración y llevármela a cuestas. No he podido. Se escapó hace más de mil segundos a millas de aquí. Se fue, o mejor dicho, se extravió por el camino y no tiene intención de regresar. Mentalmente agotada, emocionalmente avivada. Y cuando me encuentro en mi cama echada siento que quiero bailar pero mi cuerpo no siente lo mismo. Paralizado, inmortalizado. Momento inexplicable. Y sé que hago esfuerzos, intentos por seguir. El mundo no me quiere o me quiere rara y siempre atada, al pasado, a aquello desigual. Y me gusta porque soy distinta aunque agota.
El acto de follar
Follar en el coche; qué gloria.
Con los calcetines puestos y el vestido tirado por el suelo.
En una callejuela escondida entre la ciudad, dentro de una caja, burbuja de ensueño, los dos -enamorados y llenos de pasión- entre las hierbas malas. Y luego, paz. Conducir hacia la metrópoli de la ciudad y bebernos, a sorbos, una cocacola. Qué hermoso, tú. Y la vida.Seres vivos
Tú sabes que las personas evolucionan, cambian, ¿No? Pues lo mismo pasa con los cuerpos, que a medida que crecen envejecen y se hacen más hermosos, más reales, más imperfectos dentro de aquella perfección que es imperfecta.
Y el hecho es que son cuerpos. Ni más ni menos. Con sus almas libres y corazones rebeldes. Que vuelan, que viven.
Con todo esto de las redes sociales aparentemos lo que no somos y queremos lo que no tenemos. Personalmente, me cuesta aceptarme, pero lo intento y hay días que lo consigo. Cuando soy yo misma, sonrío y me vivo, siendo muy mía. Hay otros, en cambio, que no me veo, que no puedo y me derrumbo. Pero la tristeza y el fracaso te hacen más fuerte, más tú, y te forjan un mañana más esplendido.
Digo que no puede ser: eso de ser tan irreal, crear una irrealidad paralela y fingir. ¿Pero de qué vamos? ¿Qué somos? Siempre queriendo ser aquello que no se es.
Generaciones, personas, mundos; abrid los ojos, no todo lo que veis es real y no todo lo que se dice es verdad.Hielo
Lo siento estoy bloqueada, y estoy recuperando la fe, poco a poco. Aquella que viene de golpe y se va de frente, cuando me mira, me escupe y me rompe. Estoy bloqueada. Lo he dicho muchas veces, pero si me lo creo y lo afronto, quizás, sólo quizás, lo supero. Pero, ¿El qué? No hay nada que superar, tampoco necesidad. Simplemente quiero un poco de paz y felicidad. Y seguir, mi vida, mi rumbo. Sin ti y conmigo, contigo y sin mí. Así voy; que vengo y me quedo, que me marcho y desaparezco.
Otra era
Siento que la vida me atropella; ella siendo bella. Que ya no avanzo, que me estanco, ahí, en cualquier banco. Sentada y no siendo; vacía y neutra. Rota y entera. Siendo bonita y, a la vez, fea. Y tantas cosas, y tanto. Y me pregunto yo, ¿Para qué? Para gastar: energía, dinero y paz. Quiero mucha cerveza y emborracharme como si estuviésemos en otra era; pasado o futuro. Uno muy lejano. Estoy delirando, derrapando. Miedo me da la vida, lo que me pueda deparar. Y ya no puedo, mejor dicho, no quiero; ciertas cosas, a ciertas personas. Arranco las palabras y las hecho en el vertedero. Abandono los actos, de fe. Me he venido abajo. Soy más suelo de cemento que cielo azul. Y qué locura, vaya ricura, de algo. No lo sé. No lo quiero saber.
Desigual
Y qué locura. No tenemos personalidad, nadie la tiene hecha y derecha. La construimos día a día, la vamos moldeando. Va cambiando, mutando. Y es curioso como unos imitan a otros y como los otros imitan a otros más. Porque si no copiamos lo que nos parece correcto y bueno, no somos y nunca seremos. Y estamos haciéndonos, construyéndonos. Y es bonito y a la vez no. Porque se plagia, y plagiar no es hermoso. Lo realmente hermoso es lo raro, lo defectuoso. Lo innovador; lo perfectamente imperfecto. Aquello real, no verdadero, real.
Extracto inexacto
Yo es que veo que la gente no entiende que son hombres, y mujeres. Es decir, que somos humanos -animales-, hambrientos de carnes, de huesos. Queriendo comer a cada momento, cuerpos. No es asqueroso, es natural, real. Lo que la raza humana no entiende es que somos unos descarados; de la vida, de los otros y de nosotros. Y que cuando hay una necesidad es muy necesaria. Ahora mismo no sé muy bien de qué estoy hablando, pero son como escopetas que cuando les das, disparan. Es como tener hambre y abrir la boca para comer si hay comida y, si no la hay, cerrarla.
Y es que la mentalidad, el pensamiento, ha llegado más allá de la racionalidad. De lo normal que se puede pensar. No me mires así. Hacemos más que somos. Y queremos más que amamos. Y es raro, es más que inhumano. Porque no lo somos, hemos superado el límite. Nos hemos pasado de listos. Qué negativo, qué delito. Tanto que hasta juzgamos las acciones y a las personas. Juzgamos las palabras. Juzgamos todo sin darnos cuenta de que no debería ser así.
Muy probablemente me he ido de un tema a otro y estoy mezclando ideas, sí. Pero no importa. Lo importante aquí es expresarse y respetarse. Mucho. Hecho que no es ni un hecho porque no pasa. Seguirá sin pasar.Mon amour
Si te escribiera yo los versos más bonitos de esta noche; los del amor, los del roce. Como ella anochece, y luego se enfría. Tan sola y tan bonita. Tan dulce y tan chiquitita que, desde lejos, brilla.
Ocaso
La luz que entra por la ventana durante el atardecer refleja que estoy sin ganas, sin ansias, sin ánimas. La ciudad me habla en plena calle o en medio de mi habitación. Me dice que busque, que cante, que baile y que viva. Yo estoy bien, y siento. Necesito otros aires, otros rumbos, otros caminos. Quiero. Estar contigo y sentirte muy de cerca y, que estando, seamos. Sin ataduras, sin porqués y con un después, otra vez. Cada día de nuestras vidas hasta el final. Y que este sea la muerte. Porque quiero compartir una vida entera contigo; me gustas, te quiero, te amo. Aquí y ahora. Allá y luego. Y ya sea en las Maldivas o en Barcelona. Feliz contigo, a todas horas.
Me he enamorado
Me he enamorado de ti, de tus flores que nacen de tu alma, de tu rostro, de tu mirada. De tus ojos negros que desprenden luz. De tu sinceridad y de tu buena vibra. Me he enamorado, y es tan hermoso. Un nosotros en el mar observando el atardecer. Y como caen las lágrimas del cielo, y como cae la luz en el ocaso. Y como te quiero yo, y como me gustas tú; y estar tumbados en la parte trasera del coche. Y qué locura; la desnudez. La tuya. De tu corazón. Las sábanas blancas y un poco de pasión. Un revolcón y dos y tres. Y a pesar de todo estar y ser. Seguir, sentir, vivir.
Corazón partido
Aquella tarde fuimos a la playa, y pasaron tantas cosas que, entre ellas, algo marcó mi corazón como muchas otras. Fue un sinsentido, un «jódete amiga» muy bien enfocado. Una risa, un disparo, una bala en dirección al pecho. Y luego paz. Ellas no sabían, y no saben, lo que siento actualmente. Lo que descubrí luego de entender que aquello ‘ni pa’ lante ni pa’ trás’. Porque nunca me llegué a enamorar de él, de aquel chico rompecorazones. No logré conocerlo, simplemente me creé una imagen falsa; como una ilusión óptica. ¿Cómo podía conocerlo si nunca llegué a entablar conversación? Las personas se conocen, se descubren, hablando, mirando, tocando y sintiendo. Y, con él, nada. Cero.
Expresarse
Quizás necesitaba sentir un «hazlo», pero yo me explayé más de lo normal expresando algo que, tal vez, no le interesaba. Me enfoqué más en mí -egoísmo puro- que en la otra persona. Era una necesidad de expresar aquello que mi mente estaba intentando cavilar, que mi corazón expresaba sin razón.
Deseo
Futuro.
Y me dijo si podíamos quedar, yo estaba hecha un percal. Un ovillo era mi corazón y un desastre bien grande mi pelo. Y mi rostro y mi pensamiento. El sentimiento estaba bien puesto, en su sitio. El momento, año y medio, de sentir y quererlo. De estar con él y ser juntos, era y es magia. Y qué gracia, qué risa, qué arte.Mi arte
El mundo, el mío, está demasiado quieto. Tranquilo y sereno. Y, ahora que es verano, no hay manera de vivir. Antes tampoco lo hice, me llevaba la corriente. Actualmente puedo hacer aquello que quiero. Lo hago, pero cuesta. Y nadie -nadie- dijo que sería fácil ni difícil pero yo me veo en un momento que no es ni instante. Y amo tanto esto, que no. No.
Impasse
Soy piedra.
Me he convertido en un bloqueo, y no porque quiera sino porque siento. Ya no describo paisajes, ni sensaciones, ni personas. Porque me he convertido en piedra -dura-.
Pasé de leer Blue Jeans, a mis quince años, a Paul Auster a mis veintinuo. Y ha sido un cambio -radical-. De no entender nada a entenderlo, de no sentir a emocionarse hasta con aquellas palabras amontonadas una detrás de otra formando, y creando, aquello que se dice un libro con sus buenos peldaños. Que aunque estén rotos y agrietados y desgastados, son. Todos juntos, todos compuestos. Y hace tiempo que quería escribir algo, una historia, pero no me salen las palabras. Y mira que tecleo, que me muevo por el teclado, pero bailo torpe, a frenazos y acelerones.Rosa
¿Cómo se escribe sobre la soledad? Sobre el sentimiento de ver el mar ensombrecerse y oscurecerse, arrancar y echarse hacia atrás, por miedo al rechazo. A ser distinto y, a la vez, bonito. Porque está tan solo y tan poco acompañado que me derrito ante él. Y aquel pensamiento de «me siento bien» cuando estás allá presenciándolo.
Y llega la noche, la luna llena sale a hacer su ceremonia y, luego, brilla. Reluce tanto cuando ella llora, digo, la chica. Y tan pequeña que se divide en pedazos y acaba convirtiéndose en cristales rotos.Brujo
Que los prejuicios son muy malos, y la mala hostia que tengo yo te mata a muerte. Que sé que quieres romperme, a pedazos. Y a regañadientes intentas hundirme. Que sepas que soy fuerte, que me he cansado y estoy harta de las sandeces. Así que agárrate bien los huevos y echa pa’ lante. Arranca. Jódete; soy humana y las rompeolas me acaban resquebrajado, quebrando el corazón en pedazos pequeños, pero, oye, no hay cojones de que me mires a los ojos fijamente y me digas: Te quiero. Que yo lo sé, y nadie más. Y no hay mejor momento para hacerlo que de frente. Pues te diré que no, que estoy satisfecha y que adiós. Que lo pases bien allá donde vayas que yo no estaré.
No será real
No debes, puedes, preguntarle a una persona si está bien porque, obviamente, te responderá siempre que sí y eso no es la verdad absoluta.
Alma fugaz
Sé que voy corta de vida y soy fugaz de alma. Que siento más que hablo y que lloro a cántaros. Que me ensombrezco poco a poco y río a carcajada limpia.
Escritura
Por fin me puedo dedicar más a esto, a lo mío, a mis sueños. Sentir lo vivido y expresarlo con palabras. Es hermoso como la vida y doloroso como la muerte.
Amargo sabor
Pasa tan rápido todo,
que me estrello
y caigo por el precipicio de mi alma.
-Vacío-.
Y medio rota ando
hacia un atardecer nunca visto;
el que quiebra y luego arranca corazones.
Es triste,
como cuando el cielo llora.
Es desgarrador,
como cuando las olas coléricas chocan contra las rocas.
Espuma y amor,
viento y sabor;
a vino tinto,
a dolor.
Amargor.
Y sueño
y vuelo
y siento.
Soy humana,
soy.
Y qué bonita la vida,
y la melodía.
Abrázame,
que me estoy muriendo.
Sólo cuando escucho,
cuando vivo más que digo.