Entiende que la vida, a veces, no es lo que tú quieres. Que hay instantes que son un «no» rotundo. Que no puede ser que bailes como un robot, que aún así, déjate fluir. Porque aunque cueste es importante, es vital, vivir. Con todo. Tus sentimientos, tus emociones. El acto de querer, la fe que se desvanece poco a poco y la esperanza que siempre está.
Deja un comentario