Un domingo,
a las ocho de la noche
con el cielo oscurecido.
Ya es tarde,
o quizás,
muy temprano.
Depende, todo,
de cómo lo mires.
-La perspectiva-.
Y entiende,
siente,
fluye.
Vive,
joder,
vívelo;
tanto lo malo,
como lo bueno.
Un domingo,
a las ocho de la noche
con el cielo oscurecido.
Ya es tarde,
o quizás,
muy temprano.
Depende, todo,
de cómo lo mires.
-La perspectiva-.
Y entiende,
siente,
fluye.
Vive,
joder,
vívelo;
tanto lo malo,
como lo bueno.
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