Ser mar por dentro,
oleadas de sensaciones
y volar hacia adentro.
Sonreír, y a veces estrellarse contra las rocas;
acariciarlas con las palmas de las manos.
Dejarse caer y flotar por el océano.
Ya no hay límites, ni fronteras.
Sólo existe y persiste el amor, el que nunca te fallará.
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