Mi último amor soy yo en gerundio. Siempre. Desde que morí hasta que he vuelto a florecer, supongo, yo qué sé. Solo siento y voy paseándome entre un bosque indefinido -recovecos- lleno de humo, quiero decir, rebosante de nada. Habita, en mi ser, un sinsentido de seres extraños. Semidioses paranormales… ¿Será el aire? Que, quizás, dependiendo de donde venga, sopla amores tarados, tardíos y resquebrajados o envía, con la fuerza de la corriente, distintos desamores. Porque, ¿En qué consistiría quererse a una misma? Pues yo qué carajos sé. Esa pregunta está, ahora, desangrándose dentro de mi pecho, entre suspiro y desaliento. Voy yéndome de mi ser para introducirme en un arte surrealista. Para entrar en la parábola de la literatura metafórica. Y allá me quedé, levitando entre la cuerda que ya aflojó. Y caí, joder si caí. Hasta derrapé hundiéndome en mi propio vacío que acabó por unirse a mis pétalos muertos. Fui, o soy, ya no lo sé, la sombra espesa y rota y triste. La que sonríe porque sí y, aún así, cree ser feliz. Cree serlo.
Así que, mi último amor he sido yo misma queriendo y sin quererme. Ese amor propio va cuesta arriba. ¿Sabes qué? Significa algo. Lo presiento. Pero mi último amor lo dejé, bueno, me dejé para el final que todavía no llega. No llegará. Estoy arrasando, arrastrándome por los cielos que, al fin y al cabo, son inviernos o infiernos o, literalmente, suelos. De vuelos, si escribo de ellos, han desaparecido. Se han esfumado, como yo. Cuestionarme la existencia de mis quehaceres jamás alcanzados e ir cumpliendo y seguir igual que ayer y un poco más rota que mañana. ¿Me explico? O me duplico o me divido, pero llego a la conclusión de que he dejado de ser para sentir, que fluyo al son de mis latidos y que si la inercia me lleva a la miseria pues allí me quedo (me quedé) y que si me impulso para alzar el duelo, conmigo misma, ahí estaré: luchando o dándome tregua. El caso es que ya he comenzado a ser yo misma para sentirme porque quiero sacar el arma, el alma, y quererme porque quiero estallar de amor. Y amar porque quiero amarme, porque me apetece acariciar el dolor e ir sanando.
Etiqueta: Escritos
Mi último amor
¿Quién eres?
No lo sé.
5 ideas para escribir en tus libretas
A continuación os daré ideas para darle un uso distinto a vuestras libretas. Si os gusta la papelería y la escritura, ¡Este es vuestro post!
Se trata de escribir cualquier tipo de frase que os venga a la cabeza.
Hace tiempo yo lo hacía, pero he ido evolucionando y cambiando y, en la actualidad, las escribo en el móvil. Es cierto que tengo un popurrí de frases y textos, pero ya me he acostumbrado.
Photo by Lisa on Pexels.com En esta libreta se trata de escribir una idea que se os ocurra e ir desarrollándola. Por ejemplo, si tenéis pensado escribir un manuscrito pero no sabéis por donde empezar, la libreta de esbozos e ideas es ideal para idear y plasmar aquello que se os pase por la cabeza.
Consiste en hacer una lista de ideas. De ir anotando, para luego desarrollar la que más os guste y, en definitiva, escribir el manuscrito de vuestros sueños.
Sería como el esbozo, previo al manuscrito. Que siempre es necesario.
¡A continuación os dejo un post con información útil respecto al esbozo de una novela!
En vez de escribir des del portátil o el móvil, ¿Por qué no hacerlo en papel y bolígrafo? También es bonito y conectas más con la escritura tradicional.
Cuando sintáis que necesitáis hacerlo, eso de escribir, abrid una libreta y escribid. Es una buena forma de desconectar de las tecnologías y reconectar con vosotros mismos.
Photo by Poppy Thomas Hill on Pexels.com El diario personal es muy útil para conoceros a vosotros mismos. Es un lugar donde plasamndo literalmente aquello que sentimos, podemos llegar a conocernos. Quizás no del todo, pero sí un más que ayer.
Un Bullet Journal es una libreta personalizada por nosotros mismos que sirve para organizarse basándonos en unos estándares y en unas orientaciones básicas. Es cierto que luego podemos cambiar cosas y, sobretodo, adaptar este tipo de libreta a nuestras necesidades, gustos…
¡Os dejo ideas para inspiraros!
CONCLUSIÓN
Hay muchas libretas para muchas ideas, la gracia está en distribuir bien las ideas en las libretas.
Lo que más me funciona es el Bullet Journal, que lo llevo utilitzando desde hace ya dos años. Me va muy bien, es útil y necesario para mi organización del día a día.
Pero los otros tipos de libretas también funcionan. ¡Yo tengo muchas! El truco está en poner en cada portada una etiqueta con el nombre o el título de qué irá la libreta. Por ejemplo, si la libreta es de frases, se trata de escribir frases en una pegatina y engancharla. Así todo tiene su orden y están clasificadas.
PD: Gracias por leerme,
¡Nos leemos!