Sociedad

Aquí se sigue hablando de que las mujeres tienen que tener todo el amor del mundo. Que si se las tiene que enamorar para conquistar y que, una vez conquistadas, seguirlas enamorando. Que si se las tiene que mimar, cuidar y consentir. Pero, ¿Y los hombres qué? A ellos también hay que conquistarlos enamorándolos y, una vez estén conquistados, seguir enamorándolos. Comérselos a besos, a caricias y a acciones. Consentirlos y mimarlos. ¿Por qué la mujer siempre tiene que ser la víctima y la débil? Que al revés también se puede, y se debe.

La mujer es fuerte y el hombre también, los dos a partes iguales. Por y para siempre. Porque son personas, son humanos. Somos.

Estoy harta de ver como la mujer es victimizada, y también estoy harta de ver como lo es el hombre. ¿Por qué ellos tienen y deben ser caballerosos? Son víctimas de que tienen que llegar a la altura de un hombre «ideal». Y eso es lo que no se visibiliza. Sólo se ve y se alza la voz con la mujer maltratada y violada. ¿Pero y los hombres?

Ellos tienen sentimientos, porque son humanos. Y lloran. Sí, lloran. Eso es sentir, con el corazón.

Y me agota el hecho de que sólo las personas vean una parte de la realidad. Hay muchas más realidades, de todo tipos.

¿Sabéis lo que falta en este mundo? Tolerancia.

También estoy cansada de que la sociedad no normalice que dos mujeres estén y sean, y lo mismo con dos hombres. O con el poliamor. Y otro tipo de relaciones que puedan existir en el mundo. Lo que sea. No importa cómo sea. Y no me gusta nombrar porque no deberían ponerle nombre a este tipo de relaciones sexuales y no sexuales. Que tampoco son un tipo. Simplemente es amor. Y ya.

Y estoy harta, exhausta.

Ojalá existiera más amor y menos odio.


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