Las mañanas abruman,
angustian.
El sol, como cada día, aparece.
Más allá del cielo, diciendo, haciendo creer que siempre hay un motivo para brillar, para darle luz a la vida.
Yo ya estoy cansada de lo mismo;
de las mismas personas,
de las mismas caras,
de los mismos recuerdos.
De pasados y presentes que son rebeldes sin causa.
Porque ya no hay indicios de seguir,
si todo es parecido, similar.
Ya no se sale de la regla, no es anormal.
Quiero locura,
bailar
y sanar
-hacia dentro-.
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