Etiqueta: desamor
Después de
Después de tanta soledad e ir solitaria, de convertirme a la vez en loba, luna y miseria… después de quererte y estrellarme, que me salgan por las orejas las estrellas, solo queda, habita, entre estos latidos, un tú y un yo sin estar unidos, así, separados, malditos. Porque a posteriori de tantas pausas -del suicidio…
¿Lugar dónde me he sentido querida?
Abundan los lugares donde me he desarmado, momentos en que me he soltado el pelo y sacado la coraza, y todo para nada, justo cuando se me ha roto la esperanza. Mirándome en el espejo, después de enfundarme en aquel vestido de un color morado oscurecido, semejante al amor descosido, y ennegrecido… Descolorada voy, sonrojada…
Sorda, de corazón
Más rota que coja, voy de cora‘ sorda. Aquel inciso, un pequeñísimo detalle: soy, me acabo de convertir en la muerte personificada. Lo siento, lo voy sintiendo tan adentro. ¿Que sonría? ¿Qué tipo de finalidad hay después de? ¿De qué? De todo el mísero, y maldito, caos. Vaya inmensidad, qué absurdez, y la brutalidad de…
Ojalá
Soy aquella, la del corazón sangriento que estalla como un vacío roto, a cámara muy lenta. Con él me pinté los tacones, ahora son de un color espeso, y me los puse y me convertí en un pibón volando hacia Plutón. Milagrosamente, las lágrimas estaban ausentes, aunque muy latentes. Sácate las lentes, vayámonos de forma…
Piénsalo durante dos escasos segundos
En primer lugar, gracias a aquellos que os habéis descargado Burlando el tiempo y también a los que me váis leyendo. Por cierto, estos libros tengo. Y, en segundo lugar, no hay donde hallar o, mejor dicho, ubicar absolutamente nada. ¿Qué pasa…? Más preciso: ¿Qué significa cuando una no tiene cabida? Que se pierde aún…
Es que te quiero
Lucho por quererme, quererte y querernos, aún así me nace solo ese latir de ir a por ti pues mi corazón danza al son del enamoramiento en un gerundio sempiterno.
Jane Eyre, Charlotte Brontë
Charlotte Brontë (1816-1855) fue una novelista inglesa, quien narra la biografía de Jane Eyre (1847), uno de sus obras más populares del siglo XIX, durante la época del Romanticismo. Una novela constituida por treinta y ocho capítulos donde la autora describe, básicamente, la vida de Jane Eyre: desde su infancia hasta su adultez. La obra…
«Voy a dejar de quererte»
La única promesa que me hice la rompí. Spoiler: me enamoras cada vez más, así, in crescendo. Y me odio por ello y me siento culpable y me duele y me gustaría arrancármelo, que dejase de sangrar, pero es que me miras y se me sonroja hasta la herida, me provocas las cosquillas y mis…
Mi nuevo libro
Hola, me paseo por aquí para comunicarte que Burlando el tiempo ya está disponible. A continuación el breve prólogo… Pd. Gracias, Nos leemos.
La eternidad efímera
Sostenme mientras puedas, o detenme, porque durante esta escasa mañana me siento extraviada, aunque también enamorada y raramente confortable. Solo de pensar en tu mirada y en cómo me observa y la forma en la que vamos volando. «No tengas miedo, Anna», me susurra el dedo pequeño de mi pie derecho. Escucho, todavía, tu «Confía»…
El chispazo se ha roto
¿El amor lo podrá salvar todo? ¿Pero ambos? ¿Y de qué manera? ¿Cómo florecemos? Quiero decir, ¿De qué forma tan insignificante? Todo se ha ido al garete: mi intuición fue falsa, y la fe tan inédita se ha convertido en una desesperación ambigua y rara, porque te estoy queriendo y me duele ese enamoramiento, por…
¿Algún día floreceré?
Ya he florecido, pero aún debo continuar regando el jardín. Así que me paso por aquí para comunicarte que, si todavía sigues regándote sin quererte y con impulso, ¿Te puedo escribir algo? Encaja entre tus espinas y heridas. ¿Te unes al caos? ¿Sabes que la semana que viene estará gratuito? Te lo dejo aquí abajo.…
¿Nos vamos a florecer?
Cuando se me queda el dolor, ahí, colgando de un hilo en mi interior. Cuando se me cristalizan los ojos, y así se quedan, desilusionados, llenos de esos llantos secos. Cuando me quiero morir entre tus brazos, pero no nos unen ni los lazos (del amor). Cuando solo abunda dolor, y una tristeza infinita. Cuando…
Puntos suspensivos
Se me acaban los textos, quiero decir, las palabras, ¿O serán los sentimientos? Poner tantos cimientos, uno encima del otro, para después culminar en aquella nada. ¿Sabes de cuál te hablo? De las agridulces, ojalá sean más dulces que agrias. El caso, que me voy hacia las ramas podridas, destruidas, es que, ¿Qué? Ya me…
Domingo de novela
No sé qué decir, tampoco qué escribir. Actualmente estoy estancada de una forma tan descomunal que, simplemente, me quedo ahí, en ese latir constante. ¿La novela que estoy escribiendo? Allá está, rellena de sentimientos extraños, de los cuales el más destacado es el amor, o el desamor, a conjunto con el dolor y una pizca…
La vida continúa, o no
La vida continúa a pesar de estar enamorada, ilusionada y anonada. La vida continúa a pesar de tanto pesar y pensar. Y del todo a la nada en escasos segundos. Jaque mate, y mátame ya. Las cortinas grisáceas están intentando deshinibirse, pero sin querer se ennegrecen. Vaya jodida oscuridad. Arráncamela. Remonto, salto, tantos pasos hacia…
Colaterales, Óscar Preciado
Colaterales de Óscar Preciado (1996), su tercer poemario, es considerado, básicamente, una metáfora, es decir, el escritor personifica o compara un sentimiento, el enamoramiento, con un almendro, y sus ramificaciones son los sentimientos que van creciendo de la metáfora inicial y, por ende, son todas las sensaciones, que van de principio a fin, de las…
La desilusión
A parte de que ¿Te puedo escribir algo? aún está gratuito, me paso por aquí para pasearme un rato indefinido y largo, y divagar. Además, con el impulso hacia atrás, y unos cuantos intentos de no sé qué, cerrar algunos ciclos, o dividirlos sin quererlos. El caso es que después de tantos sucesos abstractos, no…
Me quiero, desde dentro
Voy tarde a la vida y, también, al acto de existir y de describirme. Porque, ¿Qué significa ser una, la que sea, estando inexistente? Un palpitar, un aletearse para acabar parándose siempre en el mismo, y mínimo, vaivén. Ven, ven y quédate. Agárrate, aférrate a mí, o al (otro) cora’. «Muñequita, muñequita», me dirá la…
El amor, y un poco de ron
El amor rima con dolor, ¿Por qué le tengo tanto temor? ¿Será cuestión de romper los hilos? Esos del pasado, y pegarse tres tiros, después de que estalle el petardo. Sigo aquí, como cada jueves, quiero decir, viernes, estancándome en mi vaivén. De hueco en hueco porque me ahueco y, adueño, de yo que se…
Solo me apetece llorar
¿Con insomnio? Me enchufo a la música y empiezo a leer, comiéndome la literatura como si no hubiera un mañana, total, ya es de madrugada. ¿Y sabes qué? La nada está latente a rebosar de placeres y vaivenes y nubes grisáceas. La luna brillante, y en soledad, estará latiendo por allá, en algún lado, pero…
Chinchín
Bonito atardecer se ha quedado detrás de mis pestañas húmedas, y mi corazón que se desangra. El pasado, que se refleja en aquel tipo de latir roto, esta para recordarme que sigo entristecida. Coloco prefijos, desencajo sufijos. Pongo puntos suspensivos y comas y acentos, pero el final, el maldito fin es inexistente. Arraigada, armándome de…
Otra noche más, quizás
¿Me he quedado sin texto, sin contexto o sin sentimiento? La sensación ronda por mi corazón y, el hecho es que, bueno, ha muerto un trecho de mí o de mi ser o del reflejo de la sombra ennegrecida que cada noche se plasma mejor en el espejo. ¿Cómo definir o describirme? ¿Y la forma?…
Suicidios ejemplares, Enrique Vila-Matas
Suicidios ejemplares de Enrique Vila-Matas contiene diez breves textos sobre la muerte. El propósito del escritor ha consistido en trazar un mapa geográfico moral sobre la muerte, justamente cuando uno ya se ha suicidado en vida, metafóricamente, y sigue vivo, tal como nos cuenta en el prólogo «Viajar, perder paises.» En todos los escritos aquel…
Querida, la otra yo
Queridísimo diario, ¿Me sale a cuenta esperar tantos días a alguien? Se rompen los años a añicos combinando con los daños. Le soplé tan intensamente a la esperanza, que se fue deshilachando hasta ahora: acaba de estornudar. La vida va de caerse, de derretirse y que el corazón se vaya, cosiéndose sin aguja. El mío…
El portazo del amor
¿Cómo me digo adiós a mi misma? ¿De qué manera? ¿Dónde está el portazo? Hace daños que me di un porrazo, y vaya tortazo. Me quedé allá levitando en un quehacer del revés. «Quiéreme, Anna, que el espejo de donde vislumbro tu reflejo está hecho añicos.» ¿Será que ahora el impulso es hacia arriba? Ir…
El antepenúltimo
Tres escopetazos, cuatro bombazos y otro latigazo. ¿Será el último? Quizás no. Y de un golpe en el corazón me quedo en blanco, pero como ya estoy tan acostumbrada a la miseria, a los huecos y a las nubes estrelladas que se desbocan, me da absolutamente igual y, por eso, ahí levito, rozando las puntas…
Quiero quedarme
Me apetece tantísimo describirme otra vez, como aquel día durante el amanecer o el atardecer. El caso es que iba en bragas y con un moño a medio hacer, o por deshacerse. Ahora estoy recostada sobre mi pecho izquierdo, que late y late y no se calla, y quiere gritarse a él mismo que se…
Y si…
Si pudiésemos volar, abrir las alas y en vez de arrasar el suelo ir a ras del cielo con tu forma de quererme. Saltar, alcanzar las estrellas, y quedarnos estrellados, ambos ser un nosotros muy latente. Mirarte, embobarme en tus ojos. Te diría, si estuviésemos enfrente del mar, te diría «Tienes un mirar precioso. La…
¿Cómo perder el tiempo?
Tan sencillo como ir a comerse las bocanadas de aire en el mar, observar el horizonte y creerse que todo está bien. Por un instante, aunque sea efímero, lo es, pues vas creándote en un vaivén sereno y es el más bonito, y sano. Perder el tiempo consiste en perderse a una también, o creer…
La colección
¿Qué va a salir de ahí? Una flor bien marchita. Se va colocando en el otro vaivén: el hueco deshauciado. Estamos, ambos, con las nubes grisáceas aún ennegreciéndose más. Duele, mata; la bala arrasa. Déjala bailar(se), déjala que va a volar… decían. Un vacío añadido a mi colección de corazones partidos. No sé, estoy lo…