Blog

  • alma danzante

    Siempre es demasiado tarde,

    mi alma rota arde

    dejándose llevar a la corriente

    del viento inerte

    Bésame en los labios,

    lloraré largos llantos

    Quiero una noche de verano

    ya que todo quedó en vano

    Pétalos dorados,

    labios sonrosados

    No lo niegues, tus miradas me matan

    cógeme en brazos,

    quítame la ropa

    y bésame en los labios.

  • Universo

    Me quedo sin palabras, todas ellas se escapan de mi mente. Tengo muchas cosas por hacer y no hago nada, me quedo mirando por mi ventana; el cielo grisáceo, los árboles verdes y en la profundidad, bloques de edificios. Tengo la sonrisa rota. Necesito ser amada. Y escribo para que alguien me lea, pero ese alguien no está. Nunca.

    Esta noche he soñado contigo ¿te lo puedes creer? ¿Cuántas veces te soñaré? ¿Cuántas veces te he soñado ya? ¿Cuándo dejaré de soñarte? Si es que te tengo en mi alma incrustrado, y eso no es justo.

    Estabas tú, cogido de la mano con tu novia. Ella lloraba justo cuando decías que la querías pero me mirabas a mí. Chica, estás con él pero me ama a mí, y la tortura que tengo que vivir. Supongo que la primera vez que nos miramos a los ojos, me secuestraste con el alma desnuda y, ahora, me tienes en tu corazón para siempre. Y siempre dura una eternidad infinita. Rara vez, esta, la que te recuerdo sin dolor, ya no me dueles. Pero la cicatriz que tenía en mi corazón, sigue rota, sin ser reconstruida. ¿Alguien tendrá el suficiente valor de repararmelo?

    Y así pasa mi tiempo, pensando en ti.

  • sonríe

    ¿A veces no te pasa que te sientes en la soledad aunque sepas que hay alguien a tu lado? Pero en este momento no está, y entonces te hundes en la profundidad del océano, llorando amargas lágrimas, aquellas que se quedan atragantadas en tu esófago, provocando pinchazos en tu intestino. Pues, yo me siento así. Siento que me alejo de las personas, o tal vez sean ellas las que se alejan. Me siento como una alienígena, la cual no encaja en esta sociedad. Observo como las personas no me miran, como me tienen envidia, o sienten odio por mí. Lo veo en sus rostros, sus ojos profundos demostrando aquello más oscuro.

    Necesito a alguien que esté conmigo, que pueda sentirlo, que encaje con mi puzzle desordenado y, estropeado. Alguien que me bese las cicatrices, que grite a los cuatro vientos que me quiere, para drogarnos juntos de risas endulzadas.

    Observo mi rostro en el espejo, mis ojos marrones dilatados, acompañando mis ojeras profundas y feas. Mis pestañas largas, mis cejas perfiladas. Mi nariz redonda, mis labios carnosos y mis dientes pequeños. Mi sonrisa, que a veces se asoma a sonreír un cuarto de segundo o, a veces, quince segundos.

    Aquellos, eran tiempos distintos que se han quedado muy atrás, en un pasado lejano donde yo sentía pura felicidad. Pero, ahora, todo ha cambiado, es diferente.

  • Entonces

    Entonces te vas, te alejas. Tal vez ya no me quieres en tu vida ¿por qué? ¿Qué es lo que te he hecho? Quizá soy yo, mi forma de ser, mi persona. Mi mente, un caos uniforme. Mi vida, un desastre con las flores marchitadas, todos los pétalos decaidos. ¿Qué es lo que pasa?

    Y, sin querer, me sigo cuestionando, ¿el qué? Tiemblo, mi cuerpo no es mi cuerpo, soy otro ser, fantástico o demasiado real. El problema es que lo siento, en mi pecho, que late fuertememte. ¿Qué me ocurre? Mi pensamiento se oculta entre las nubes, dejándose caer precipitadamente hasta el vacío.

  • Estoy ausente

    Estoy sentada en una silla, en medio de la biblioteca, saltándome filosofia. Y después, sé que no iré a literatura catalana ni a francés. ¿Por qué me quedo en la distancia? Observo desde le lejanía a las personas, como actuan, que hacen. Yo soy distinta, anatomia inhumana. Vivo en soledad, pues nadie quiere acompañarme en mis días de lluvia, y mucho menos en los soleados.

  • frustrada

    Me siento frustrada, pues mis textos no alcanzan la profundidad que les quisiera dar. ¿Qué es lo que debo escribir? ¿Cómo? ¿Que sentido darles? A veces no hay de qué escribir, simplemente no salen las palabras, no sale aquel toque que les quisieras dar. Y no se trata de si tengo inspiración o no, se trata de constancia, de trabajar duro día tras día, de no dejar de escribir. Perseverancia.

  • Sonido

    Se quedó balanceándose al compás de la música, mientras escuchaba aquella melodia tan amarga.

  • sobrevivir

    No tengo nada de qué escribir, pues no estoy enamorada y mis sentimientos no salen al exterior. Por lo tanto, mis palabras se quedan buceando, buscando aquello arriesgado. Todo el amor, me lo guardo para mí. No quiero ser una egoísta, pero necesito quererme. ¿Y tal vez alguien me querrá? En la eternidad del amor sincero. ¿Y cómo es? Nunca lo he experimentado. ¿Por qué siempre me quedo hablando con mi conciencia? Ella me quiere en la inercia, para que caiga al vacío y me muera de una vez. Pero yo quiero sobrevivir, danzar por la vida, dejándome llevar al vuelo de los pájaros.

  • adolescencia

    Lloro en soledad, pues recuerdo mi pasado. No sabía querer, ni quererme, ni aceptaba ser querida. No lo sentía. Estaba muerta en vida. Me sumergí en una depresión profunda. Maldita adolescencia, y aun no he salido de ella. ¿Qué tenemos los adolescentes que sufrimos tanto? Somos demasiado vulnerables, nos afecta absolutamente todo.

  • suspiro

    Y, suspiro, pensando en ti. Veo parpadear el cursor, impaciente, gritándome que te escriba, una poesía. Vida mía, quiéreme.

    Hay veces en las que me siento absorta de la vida, sintiéndome lejana, ajena a todo. Y entonces me pongo a pensar, pero ¿el qué? Pienso que quiero ser, y estar cerca de mí. Amar cada parte de mi cuerpo, sentirme viva. Pero los días van pasando, como las hojas de los árboles que se deslizan, juguetonas, corriendo por el viento.

    En esta primavera tengo frío, mi piel se eriza y tú no estás aquí para abrazarme. Acurrucarme entre tus brazos quiero yo, aunque, todo lo que quiero se desvanece o desde un principio ni aparece.

    Cierro los ojos, escucho mis pensamientos palpitar al compás de mi corazón partido. Sé que yo no soy la niña de tus ojos. Esta vez no lloraré, pues ya estoy acostumbrada a los amores no correspondidos.

    Quería que me deletrearas cada palabra por toda mi piel, acariciándola con tus labios, haciéndome estremecer. Pero otra vez me siento en un amanecer sin dueño, perdido entre mis lágrimas más oscuras.

  • quiero

    Y entonces me invitas a leer un texto tuyo, una mezcla entre dulce y amargo sabor. ¿Qué sabrás tú de mí? Creo que estoy empezando a sentirte. Dentro de mi cuerpo la sangre corre demasiado deprisa, rompiendo como las olas. Y soy lluvia, estoy llena de gotas, quebrantables, que se difuminan en mis pupilas. Y quiero llorar, sacar hacia fuera mi angustia. Sería bonito que escribieras para mí, pero no es así… Sería bonito escribirte, escribirnos. Pero caigo del cielo, y viendo la realidad me estampo contra la pared. Nunca, jamás, he tenido un amor correspondido. Soy joven, lo sé, y me queda mucho por vivir. ¿Y si se acaba el mundo mañana? ¿Que sería de nosotros? Que no somos, pero estaría brutal serlo. Y es que hablamos el mismo idioma. Tal vez tú no te des cuenta. Simplemente me ves como una amiga, o conocida. Ya no sé. Quiero arriesgarme, correr el riesgo y lanzarme.

    28 de Abril, 2017

  • soy

    Soy una chica normal, no sé qué ves en mí. Soy de las que siempre tiene su vida hecha un caos. Soy desastre, mar y tierra. ¿Por qué me miras? ¿Estaré soñando? Quizá no te hayas dado ni cuenta de mi existencia. Sólo decirte, si es que lees esto, que seas muy feliz, sin mí. Y es que te haré sufrir. No soy de las que cuenta sus dolores, ni tampoco sus alegrías. Soy introvertida y todo lo que siento lo escribo.

  • Días primaverales

    Estos días primaverales ya no lloro, mis lágrimas, las que antes bajaban por mis mejillas, se han ido por un tiempo, largo, o quizás corto.

    Estos días son mis mejores días. Me siento querida y amada, por mi, por mis seres queridos.

    Ya no sueño, tampoco vuelo, pues mis pies ya tocan el suelo.

    Ahora el sol, con su brillantez, me persigue y yo dejo que me guíe. Mis sentimientos están nulos, pues no estoy enamorada. Sólo me enamoro del paisaje, de fotografías, cuadros y palabras. A veces de alguna historia lejana.

     

    Dj, 13 de Abril

  • sentido equitativo

    Siempre escribo por las noches, hay de ellas que en sentido figurado, porque las palabras fluyen por mis neuronas, mientras corren por mis venas, haciendo que mi corazón no se quede tan muerto.

    Explícame cómo se vive, enséñame a no morirme. Quiero ser feliz, y nunca lo consigo. ¿Qué tienes para mí? Ofréceme aquello que tengas, necesito volver a sentir. Esta chiquilla lo necesita ¿comprendes?

    Y no me digas que me cuide, que me valore, que me quiera o que no le dé tanta importancia a todo. No puedo, simplemente, dejarlo en un estado neutral de mi vida. ¡Porque es inexistente! ¿Entiendes? Perdóname, no quiero ya más chillarte, pero mis pulmones necesitan respirarte, por eso quiero hacerte reaccionar. Para que me abraces.

    Sacio mis penas y delirios escribiendo, pero no es suficiente, nunca lo es. ¿Por qué nunca me crees? Yo siempre te perseguiré, mi ánima presente estará en tu ser. Perdóname otra vez, por ser tan cabezona. Por dejarme llevar, mis impulsos son mi condición gravitacional más errónea. Y es lo que hay, que necesito beber para explotar. Mi problema es que soy pobre, y aunque viva en un reino idealizado, nunca así saciaré mis penas. Perdóname, esta vez, por ser tan poco cuerda.

     

    30 de agosto, 2016

    00:41 h

  • Septiembre

    Camino descalza por la casa mientras pienso qué escribirte, y cojo dos hojas en blanco para herirme. Dejo soltar balazos, me disparaste, fue un disparate, me estrellaste.

    Eres un sastre, desorientándome las palabras, sanándolas con tus versos enteros, completos. No sé como podré compensarte, tal vez besarte. Me ausento, ya no me veo. Respiro tu aliento, muero. Y sonrío, porque tú sonríes, porque se me escapa sin querer, tú eres el culpable al hacer mis sueños renacer.

    Me he enamorado de tu ser, que en cada amanecer vuelvo a caer. Eres puro veneno, no el que envenena, sino el que enferma hasta sanar mi alma. Déjate amar, déjame que te ame, ámame.

    No me des alas, si después vas a cortármelas, lo siento, no quiero sufrir más.

    Llantos sordos, sinceros en todos los inviernos, muertos, como anhelos nunca conseguidos. Te necesito aquí a mi lado, para poder revivir. No me odies, ahora que estoy empezando a sentir, dentro de mí, que estás aquí, aunque sea solo ausencia.

    Perdóname, no quiero fingir más, voy a luchar, no sé cómo, no sé nada de amar. Y es que el miedo oscurece mi persona interna, entiéndeme.

    Te he soñado tantas veces, perdóname otra vez. Y es que no se puede elegir, excepto el huir. Una cobarde fui, pero ¿qué? ¿Me dejarías otra oportunidad?

    Me gustaría leer tus versos, que me los cantes a besos.

     

    16 de septiembre

  • Y bésame,

    en la comisura de mis tiernos labios ¿tal vez?

    Te escribiré poesía, sellándola por todo tu cuerpo, gélido; que sé que antes no tuviste el suficiente sentido como para amar, y aunque no lo necesites, lo querrás.

    Y yo te haré la locura, deshaciéndote de la cordura; desvistiéndote.

    Tiernos besos, segura estoy, quiérete, quiéreme.

    Necesito que me leas, que estés presente mientras mis lágrimas rueden por mis mejillas heladas. Durante mis tiempos más inciertos, aquellos que fueron ambiguos y, ahora, vuelven sin abrigo. Anhélame, deséame. Y, que seas quien seas, yo te querré sólo si tú antes me has querido, y aún con aquel dolor incrustado -vertido en tu corazón- sigues queriéndome.

    Porque estoy escribiendo en una de éstas noches, créeme cuando digo que no puedo dormir. Aprovecho el tiempo, ansias de ti. Si estuvieras aquí… me harías tan feliz. Porque quiero borrar, eliminarte de mis pensamientos. ¿Y crees tú que, tal vez, esto sea posible? Respóndete, que sabrás bien si afirmar o negar.

    Yo lo negaré todo cuando me descubras, cuando vengas y me digas «Oye, yo te leí». Por aquellos instantes demasiado tarde será, porque yo ya no estaré aquí.

     

    29 de agosto, 2016

  • mi necesidad, era (e)s tú

    A veces creo verte, pero no estoy segura de ello. Hoy te he visto, o tal vez haya sido un sueño. Pero estoy segura, demasiado. Hasta he escuchado como pronunciaban tu nombre, y tu apodo también.

    Creo que, de lo enamorada que estoy de ti -aunque diga que te odio y quiera autoconvencerme de ello, que es imposible- te veo, o te sueño, o tal vez sean las dos cosas.

    Siempre estoy imaginándome mil historias junto a ti, que sé que no pasarán, porque aquello imaginable acaba siendo una ensoñación, tan profunda que parece verdad sólo por el hecho de creértelo.

    No puedo, ya no. No sé si es por ti o por otro, sólo siento que necesito alguien a mi lado, que me cuide. Y que me quiera. Y sé que no existe, porque todo es demasiado surrealista. Y a «todo» me refiero al amor.

    Por instantes, lloro, amargas lágrimas. Por otros, se me atragantan en mi garganta. Porque pienso demasiado, tal vez ese sea mi problema. No puedo evitarlo, mucho menos negar… ¿Y todos aquellos recuerdos donde éramos felices? Sé que no eramos nada, simplemente compañeros de clase, hasta amigos. Pero, mejor eso ¿no? Lo que valía era que sonreíamos conjuntamente y, yo, por aquellos tiempos, era la chica más feliz.

  • INSTINTS REVELATS

    El que no entenc és per què m’haig de despertar a les 4:52 per un malson. Ara no puc adormir-me, m’ha atrapat la por, tant profundament, de tornar a somiar el mateix, que m’ha estripat el cor.

    Aprofito, per escriure, per llegir. Disfruto del meu oci, tinc temps lliure durant el dia, però en aquest instant, on només hi ha pau i tranquil·litat per tot el meu voltant -ja que el meu interior és ple d’inestabilitat- és un regal.

    M’ho haig d’agafar com un fet completament positiu. Anhelava amb totes les meves ganes, tenir un moment per a mi, i és aquest. I l’agafo, perquè és una oportunitat gairebé important. Per a mi, ho és.

    Sé que per a molts, és una bogeria. Dins d’aquests «molts», està la gent que va a dormir i no es desperta fins el matí. Dorm en un son profund i plàcid. Doncs ho sento, veritablement, però jo no.

    En certa manera, és com si l’univers em preparés pel futur, on se suposa -perquè tothom ho suposa- que hi haurà una dura lluita, contra mi mateixa. Però valdrà la pena, d’això no en dubto pas.

    Sento que el meu cor m’ho revela per instints, desitjant-to cada vegada amb més intensitat.

  • evasió, invasió

    No vull, m’indigno a escriure d’aquest sentiment tant absurd però, tot i així, és impossible. Perquè un cop estic davant d’una pantalla en blanc amb el cursor saltant i els meus dits sobre el teclat, amb la meva raó que fuig pel més diminut racó; ja és impossible evitar el que les paraules t’explicaran a cada pas.

    Tampoc sé descriure’l, no ho faig des del sentit comú, sinó des del sentiment, del fons del meu cor. Realment, no ho sé, perquè compost no està, llavors, d’on surt tot aquest garbuix tant indecís i poc compacte?

    Sigui el que sigui, vull marxar.

  • corazón impuro

    Ahora, justo ahora. Dejo de sufrir, por los demás, por mí. Dejo de sentir ni siquiera una pizca de amor hacia ti, no quiero sentirla porque cuando lo hago me siento perdida, hundiéndome de camino hacia la deriva. Y empiezo a ausentarme, y dejo de quererme y amarme, de ser yo.

    ¿Qué es el amor? ¿Nunca sentiste dolor?

    Dejo de sentir impotencia, dejo de querer luchar por ti, porque cada vez que lo intento, desisto, no resisto, y pierdo. No quiero perderte y, por mala suerte, soy yo la que se pierde.

    Sé que no te importo, sé que sabes de mi existencia y que aun así te doy igual. Porque no soy nada, sólo persona, aunque poco a poco voy dejando de serlo. Me convierto en alma, en un hada con las alas rotas.

    Caí del cielo, siendo corazón puro y, ahora, me levanto saliendo del infierno, con corazón duro, ensangrentado y quemado.

  • Te sueño, lo siento, pero creo que te quiero

    Te sueño, quiera o no, te sueño.

    Hoy te he soñado otra vez;

    Y, no sé por qué motivo, te pedía la moto. Quería conducirla, tal vez. Pero no podía porque no sabía. Y tú estabas allí presente, siempre lo estás. Aunque en la realidad jamás.

    No puedo decir nada, porque no lo sé. No sé qué siento, ni qué quiero pero, quizás, te echo de menos.

    Y es que entre nosotros somos inexistentes, porque éste, el vinculo que de alguna manera debería -debe- vincularnos, no existe.

    Y no es la primera vez, y creo que ya son más de tres. Y de todo ello sólo recuerdo aquel beso.

  • Atardecer

    Te veo en los atardeceres, vislumbrándote en la negrura de mis noches más veraniegas, mientras, sin querer, te pienso en cada amanecer. Porque eres aquello que no quiero, lo que más odio.

    Un espejismo de mi retrato, píntame a cada rato. Te necesito, curioso es, porque nunca te he tenido en mis brazos; eres aquel ser más anhelado, el adorado por todos los otros, excepto por mí. Porque yo, te odio.

    Nada de lo que te escribo tiene sentido, ni tampoco va dedicado hacia ti, aunque tal vez sí.

    Pero ti no eres tú, porque el que eres tú, por mí odiado estás siendo. Por decirlo de algún modo, tú no eres tú. Y, yo no soy yo. Porque ni tú ni yo, ni yo ni tú.

  • pero que yo, ya paso

    No entiendes el concepto, te pierdes como si estuvieras en un mar abierto. ¿Y qué utilidad tiene tu cerebro? Si es de mente cerrada, con las neuronas desencajadas. Piensas lo que no es y crees lo que no debes. Pero que yo ya paso, de tu actitud nefasta que no vale ni media farsa. Ni eres, porque para ser hay que estar, y tú ni estás. No tienes ni los pies fuera, porque te encanta lo cotidiano. Que yo lo veo, y que no pasa nada, pero que yo, ya paso.

  • Impotència de no poder fer res. Res!

    Impotència, això sento!

    Impotència de no poder canviar les coses, els fets. I no ho entenc. Com puc estimar-te si mai he arribat a tenir cap tipus de contacte amb tu? Només visual. Però això no vol dir res, no! Aquest és el problema, que em vaig enamorar dels teus ulls, de la teva mirada.

    Com et deixo d’estimar? Necessito deixar aquest sentiment en l’oblit, és el més sa per a mi.

  • perfectament

    No ho entens, no has sentit el que vaig sentir jo. El dolor del meu cor, el buit per tot el meu cos. I no estic parlant d’amor, sinó de falta d’amor. No t’ho imaginis, perquè el que t’imaginaràs no és pas. Una pena rere una altra, sense sortida. Una muntanya interminable. I voler, i no poder. Ni em jutgis, no saps res. I si ho sabessis, tampoc ho entendries. Deixa’m aquí. Però cap problema, jo estic perfectament.

  • Com estimar-te

    Com caminar descalça en la obscuritat de la nit per damunt la sorra de la platja, il·luminada per la llum clara i blanca de la lluna. Com tocar l’aigua freda i sentir-s’hi a gust perquè a fora fa xafogor. Com agafar una pedreta plana i llançar-la a l’aigua amb efecte. Com asseure’s a la vora de l’horitzó i capbussar-se dues vegades.

    Com recordar-te,

    mirar-te,

    olorar-te,

    sentir-te

    i estimar-te.

  • mal, fatal

    Me siento perdida cuando releo un texto que acabo de escribir. Y es que no tiene sentido, es estúpido, lleno de palabras sin un camino definido. Como si al final de éste no hubiera nada, simplemente un espacio blanco o negro, imagínatelo; el vacío. O también lleno de colores, mezclados, indefinidos. Garabatos, letras sueltas. Sonidos, imágenes. ¿Y qué me dices? ¿Cómo ves tú esto? Yo siempre impreciso, incontrolable, indeciso. No me atrae el modo este de utilizar delante un -in. Aún así sonrío, como si todo. Como si me fuese en ello.

  • Vida

    Puedo hacer lo que me dé la gana con tu cerebro. Estrujarlo, romperlo. Dejarlo liado y un poco desordenado, que quizás, ya jamás volverá en su lugar. También puedo malcriar tu corazón ¿lo dudas? Déjame, que soy buena, demasiado, que hasta con una mirada engaño; enciendo la chispa y oculto el daño, que sentirás en los minutos siguientes – escondidos en un tiempo entero – jamás rehechos otra vez. ¿Y sabes por qué? Porque soy más fría que el hielo, porque tengo el corazón de hierro. Porque ya no siento, porque me da igual tu existencia, por lo tanto, la mía menos. Pero si un día de estos me dejo llevar contigo y llego a ser sensible, querido mío, te lo juro – aún así sin gustarme jurar – que habrás pasado el límite, y habrás conquistado uno de mis pedazos rotos hasta lo más profundo. Que sepas que sólo es uno, que con los otros puedes cortarte; hasta tan intensamente que dejarás de vivir. Y, lo siento  porque lo sentí y sigue siendo así, que la esperanza de tu luz se habrá apagado, y la causante de ese dolor seré yo. Siéntete ya, que después sólo estarás.

  • ¿Te cuento un secreto?

    Y es que todas esas palabras encantadas, enamoradas entre ellas, no son exclusivamente para ti, son para aquellas personas que no se quieren. Para las que necesitan amor, para las que están solas y de vez en cuando necesitan que les empujen a dar un pequeño salto. Para aquellas que están perdidas, tal vez, un poco rotas también. Y ahora, justo después, me vas a llamar egocéntrica, pero todas esas palabras me las dedico a mí, porque me lo merezco, porque lo valgo. Porque yo soy, así.

  • Cicatriz encarcelada

    Como una cicatriz que aún está húmeda.

    Como una herida abierta.

    Como la sangre envenenada.

     

    Como una gota caliente, que escuece.

    Como una nube intacta, exacta.

    Como el cielo agrietado.

     

    Como el fuego helado.

    Como una llama que ya no quema, anhelada.

    Como el suelo hundido por el infierno.

  • Descompuesta, yo

    El mundo se me desmorona. Te esperaré eternamente, debajo del cielo estrellado, en medio de la oscuridad. Yo y mi destreza. La luna que ilumina mi faceta de niña buena. Ya no sé amar, no me busques. Y aunque te esté esperando prefiero que no vengas, y que si estás, vete. Ahora me estoy queriendo, con mi yo roto, con los trozos esparcidos por el suelo. Que ni encajan, pero me da igual. No es necesario encajar, de hecho, no me da la gana. Porque empieza a llover y es hora de irse. Me gusta quedarme, como siempre. Saborear el tiempo, sentir el viento. Tocar el cielo. Mojarme el pelo, la cara, el cuello y el cuerpo entero. Y no querer parar por algo que se sabe amar con la ausencia de la necesidad, porque eres ese precioso instante en el que la lluvia cesa y la tierra huele a mojado.

  • Desierto

    «..Fíjate, dependiendo de cómo escribas percibes la impresión de lo que no es. No decidí volver, ni irme. Decidí estar. ¿Y entiendes por qué dije que me siento como un desierto, que soy desierto? Y es que me siento libre, sueño ensueños, me muevo como las tierras movedizas, resbalo, me quiebro como el suelo y vuelvo a levantarme como las montañas que salen de la nada. Te digo que para poder seguir el juego y llenar tu alma de fuego, debes perdonar y perdonarte, sonreír delante del espejo día y noche, y amarte como si te fuera la vida en ello. Porque para sobrevivir hay que sobre valorarse, sin pasarse. Y justo por eso salí de allí, volviendo a mi hogar. No arreglé nada, ni abracé, ni besé. Simplemente escuché para comprender, porque para hacer sentir que estás con ellos tienes que empatizar con tu yo interno. Así lo podrás llevar, conectando. Queriendo y odiando al mismo tiempo, pero con más estima que desprecio.»