Blog

  • Mamá,

    a ti te agradezco tu amor, tus besos y tus abrazos.

    Tú, que me diste la vida para poder amarla y, vivirla. Tú que me ayudaste a avanzar el día a día. Tú que me enseñaste a vivir. Por tus consejos positivos, tu comprensión y avivamiento de la llama. Por tus caricias y tus ojos de niña bonita. Por todo tu ser, tu pasión por querer, por vivir, por aprender.

    Te quiero.

  • Papá,

    tú me diste las alas para volar. Fuiste el que insistió en que aprendiera mecanografía y, gracias a ese esfuerzo, ahora estoy aquí, delante de mi espejo, escribiendo para ti. Si no hubiera sido por ti, no hubiese estado escribiendo con mi preciado teclado, que es tesoro. Tú, que me animaste a seguir. Tú que me dijiste «Sí, sigue así». Tú, fuiste tú. Y te lo agradezco con todas las letras del abecedario, des del fin hasta hoy. Por todas las palabras de la vida, desde que se inventó la imprenta hasta que, bueno, no creo que haya un final.

    Te quiero.

  • Creí

    Creí en los príncipes azules, los sapos que se convierten en reyes. Creí en princesa y caballos blancos. En una belleza pura y eterna. Creí en la amistad inacabable, creí en el amor infinito. Creí en los besos para siempre, creí en las miradas conquistadoras. Creí en que las mujeres más bellas eran las rubias, siempre. Creí que se hacía el amor y no el sexo, a cada instante. Creí en las películas de Disney. Creí en el amor entero, irrompible. Creí en aquello jamás pronunciado, creí, creí, creí y caí.

  • sexualidad, amor, enfermedad y droga

    Sexualidad, tema prohibido para la sociedad. Nos han inculcado que es un vicio malo cuando, en realidad, es lo que todo ser humano hace. Hemos nacido para relacionarnos y durante toda la vida de ser humano, seguirá siendo así.

    Saciedad de palabras tabú, miradas sin almas, vacías, sólo interés puro y duro. ¿Dónde se ha quedado el amor? Apartado, también de esta sociedad. Ya no hay, se perdió. No puede ser, no puede llegar este dolor. Y me indigno, porque es injusto. ¡Amor! ¡Ven de regreso! ¡Te necesitamos!

    Yo romperé, de hecho estoy rompiendo esa regla. Escribir sobre sexo, sobre amor, sobre cualquier cosa que sea aceptada por igual. Sobre drogas, sobre enfermedades, sobre lo que sea. Sin desperdiciar, infravalorar. Sin insultar.

    Que escriba sobre sexo no quiere decir que yo deba ser una prostituta. Que escriba sobre amor no quiere decir que sea una enamorada. Que escriba sobre drogas no quiere decir que sea una drogadicta. Que escriba sobre enfermedades no quiere decir que esté enferma. Que escriba no quiere decir que sea lo escrito, que me defina en parte, tal vez sí, pero no la totalidad. Y es que hay que escribir de todo, sin tapujos, tal y como es la vida misma.

  • Estoy bien

    Ya no me importa, no.

    Ya no me importa la opinión de los demás. Estoy bien, así como soy.

  • La noche

    La noche, oscura. Una canción sonando de mis auriculares. Las luces de los semáforos y, la luna, brillando. El ritmo de mi corazón, acontentado por ti. Una mujer con un mono tejano y, yo, con mis tejanos y mi camisa de tirantes con florecitas azuladas. Parece que no llegue a mi casa, pues voy escribiendo este texto. Y me gusto, me quiero. La vida bonita es.

  • nunca

    Nunca llegaste a luchar por ella, te quedaste en vano, haciendo el vago. Muriéndote de ganas de conocerla y, como ya era habitual en ti, te quedabas en la distancia leyendo sus poemas sabiendo que no iban dedicados para ti, sin saber que todos y cada uno de ellos tenían algo en común: tú.

  • Tu rostro

    Necesito la música alta, que rebote en mis orejas para poder olvidar tu rostro. Y aun así no se desvanece.

  • Luna y mar

    Como la luna reflejándose en la sal marina.

    Como el agua cristalina.

    Como el cristal quebrantado.

    Como lo roto inolvidable.

    Como lo inolvidable que es sol.

    Como el astro solar que es luz.

    Como la luz que es el mar.

  • Me gusta,

    Me gusta cuando vas despeinada,

    Me gusta cuando andas descalza por la casa,

    Me gusta tu actitud de pasota,

    Me gusta cuando tus manos están entre libros, o letras,

    Y me gusta cuando vas desarreglada, con las uñas despintadas,

    Me gusta verte comer como una gorda,

    Me gusta verte cantar, y bailar

    Me gusta verte sonreír y reír, a carcajada fuerte

    Me gustas, me gusto.

  • Noticia

    Los lunes serán los días informativos y será cuando daré alguna noticia, por eso mismo, estoy dando la noticia de que los lunes daré una noticia. Un poco repetitivo ¿no?

    Gracias por leerme, sois un amor grandísimo!

    Os quiero y os requetequiero!

  • Juventud

    ¿Pero quien no ha sido joven? Y yo lo sigo siendo, lo que me queda por vivir. He hecho errores, sí, pero cada paso que das es un escalón subido, una montaña superada.

  • Voy,

    paseando. El cielo azul rompe mis esquemas, y pienso en ti mientras mi corazón va palpitando al compás de tus carcajadas.

  • entrañas

    Me desgarraste el alma, me sacaste el corazón dejándolo tirado por el suelo, como si fuera cualquier basura, desgracia perdida. Me dejaste inerte, sin sentimiento. No te quise, jamás. Pero sí me gustaste, y tus palabras dolieron cuando me dijiste que yo no era tu princesa, ni tu reina. En aquel momento el alma se me cayó al suelo. Tú solo querías sexo. Y te soñé, estúpida de mí. Jamás volverás a verme, espero que me eches de menos. Espero que entiendas y comprendas que me perdiste, que ya no estoy para ti. Que eres tóxico y, de ti, no quiero saber ni tu respiración. Me da igual si no respiras, no soy egoísta, sólo realista.

    Te besaré las entrañas, un día, para sacártelas enteras y dejarlas enteras en la soledad de la tierra.

  • Me dejaste,

    sola, sin alma, deshilachada, deshecha. Me dejaste en medio del sueño que tuve, el que nunca se cumplía, el que siempre se quedaba en mitad de la utopía. Me dejaste con ganas y sin fuerzas, me enamoraste hasta no poder más, hasta explotar. Me conquistaste con la mirada, me agarraste para dejarme ir. Y yo me volví loca, hice locuras. No me arrepiento, te quise en aquel momento. Sólo durante una eternidad finita. Sí, tenía fin. Pensaba que duraría toda la vida, y parte de la muerte. Pero ya ves que las flores se marchitan, como las almas se deshinchan dejando salir todo el aire jamás soplado en tu nariz. No pude besarte todas tus cicatrices, no pudiste quererme. No nos hicimos el amor. Y mira que yo quería. Te quería. Pero, ¿Para qué? Enferma estaba, me enfermé, siempre estabas en mi cerebro. Y ahora se abre otra cicatriz, escribiendo de ti. De ese dolor. No sé cuando pondré un punto y fin. Porque de fin no hay, como tampoco hay principio, por eso nunca paro de escribirte. Por eso nunca me detengo, por eso siempre hago un último suspiro esperando a que te plantes debajo de mi casa y me grites. Me grites que me amas.

    Me dijiste que necesitaba amor, sí, el tuyo.

  • Poesía

    que sale de tus ojos y se plasma en el papel, con bonitas palabras salidas de mi órgano vital.

  • Describo

    las sensaciones que salen de mi alma. Sentimientos, helados, enternecidos. Bellezas guerreras, inalcanzables, imperfectas. Amo la imperfección, odio la perfección.

  • sin compasión

    Depresión sin compasión. Y tú no me hablas, y me siento sola, en mi propia soledad que siempre viene, regresando sin dignidad, la perdió por el camino. Estúpida vida.

  • Tú, y un whisky

    Soledad has venido a mi alcance, me estás acompañando de la mano. Será la hora, tal vez. No me quieren, ni aceptan. Soy de raza distinta. ¿Y eso por qué? No lo sé. Lo único que me queda es esa hoja y mi camiseta de Rollings Stones. Recuerdo cuando agarraba de la mano mi botella de Whisky. Mala mujer era, como lo estoy siendo ahora.

    Y los demonios van saliendo de mi interior, sólo queda mi mal humor, que se perdió. Querida soledad, eres tan desagradecida. Puta, lo que fuiste y serás. No quiero odiarte pero te lo has buscado tu sola.

    Culpabilidad, siempre. ¿A quién? A tu ser interno. ¿Y qué me queda ya? Nada. Polvo sólo.

  • Alas y demonios

    Bésame las alas, ama mis demonios.

  • locura

    Y debo estar loca porque escribir sobre ti es locura.

  • ¡Me quedo!

    ¡Me quedo con la punta del bocata!

    ¡Me quedo con los dedos manchados de Nutella!

    ¡Me quedo con una sonrisa en la calle! ¡Con una mirada eterna!

    ¡Me quedo con la merienda más calorica!

    ¡Me quedo con todo lo bueno!

  • alma

    Quiero que seas tú el que bese mis lágrimas, todas y cada una de ellas hasta curarme el alma.

  • Brilla pero por ti

    Y te lo digo a ti, querida, que quieres encajar y no hace falta. Que quieres brillar y es inecesario. Que quieres ser aquello inmortal, y no es imprescindible. Muñequita, déjate llevar, sé tu misma. Brilla por ti y no por los demás.

  • verdades ocultas

    Quiero que desveles mis verdades más ocultas, que me escuches mientras te cuento mi vida, mi pasado y, que lo aceptes, queriéndome en lo más profundo de tu alma.

    Quiero tenerte y que me tengas, que seamos uno en dos, lunares descubiertos, sentimientos anhelados.

    Quiero estar y que estés, que estemos, unidos, que seamos seres humanos cometiendo errores y amándonos.

    Quiero, quiero tanto que, ya no sé ni por donde empezar, tampoco como terminar. Necesito, necesito tanto que es difícil expresarlo con palabras, las mismas que salen de mi corazón.

  • Fin.

    Aquí termina mi etapa quinceañera.

    Lo siento, no puedo seguir con eso, y no te lo tomes a pecho. Esto que escribo aquí mismo puede ser dedicado a ti, o no. No te lo pienso decir, no abriré la herida, ya cicatrizó. No dejaré huella otra vez. Porque borraré y barreré. Buscaré, encontraré y esconderé. Tal vez vuelva a romper o me vuelvan a romper, y quizás vuelva a querer. Pero a mí, ni me mires. Lo imaginado nunca es la realidad. Lo que parece va más allá de lo que ves. Y lo que crees que valía la pena, ni eso. Y justo por eso, entiendo y vuelvo a entender, que no vales la pena. Que no eres nadie, que eres de todos y del mundo; que antes eras del mío. Tal vez destacaste y destacarás, en algún momento, en todos ¿cómo no verlo? Eso no es lo que quiero, ya no te quiero. Y no escribo con odio, mucho menos con rencor. Escribo tranquilamente y sin prisa, aunque el tiempo se acabe con las palabras volando encima del papel al ritmo de los latidos de mi corazón que renació después de morir por ti. Y te quiero, pero lejos de mí.
    Fin.

  • ángel endemoniado

    Soy un ángel endemoniado, a mi no me has ganado, aún no me has enamorado. Sé que si tú quieres yo quiero y sé que si yo quiero tú quieres. Pero esto es un juego, donde tú ganas y yo pierdo porque te quiero. Me dejo llevar por el tiempo, por el momento. Soy feliz y lo disfruto al cien por cien. Soy diferente si quieres que lo sea, aún así lo sigo siendo. Voy de dura, antes de que me rompas el corazón te lo romperé yo a ti. Que lo tengas claro. Y puede que lo haga sin querer, pero es así. No volveré a perder. Todo es sencillo depende de cómo lo quieras mirar, pero a mí ni me mires. Y prométeme que te olvidarás de mí. Has tenido cojones de seducirme, ten los mismos para destruirme. Matarme. A besos. En la cama. Y después evadirte. No estoy encadenada a ti, aunque de alguna forma sí y no lo quiera pensar, ni hasta reconocer. Lo siento, perdóname. Desaparece de mi vista. No soy quien te piensas que soy, no soy como me ves. Puedo llevarte al cielo y también al infierno. Pero sí que soy la que te romperá el corazón con mil y un besos, mirándote a los ojos. Y tal vez te insultaré, y no querré pero lo haré, puede que nunca te diga lo que mi alma me pide a gritos, pero con una mirada te diré todo aquello que mis labios, ahora besándote en imágenes y a la distancia, son incapaces de decir.

  • inhumana

    Lo sé, lo veo, lo siento. Me ves derrotada, inhumana, deshinchada, sin vida, desganada. Agarrando el alma en las noches; que no se desgarra del todo. Aguantando las lágrimas en los días más soleados; que no quiero que se sequen, maldita sea, ya no llueve en mis ojos. No hay llantos, ni más gritos. Todo son silencios en medio del vacío. Y que si sonrío es porque vivo pensando en ti. Y ya te lo dije, y te lo vuelvo a decir: vivo por ti, que si no ya no estaría aquí. Y un día pasará, llegará mi querida y desgraciada verdad; que no me quieres, que nunca me has querido, que no te importo y que no me necesitas. Y ya llegó. Sigo fingiendo que no me importa, que no me afecta. Que aún soy feliz, que mi llama no se ha apagado. Que mis ganas se han quedado, que no desgarran la soledad, aunque la desangran con sus propias armas, con sus queridas garras. Pero todo eso son pensamientos y palabras encerradas dentro de un alma rota y desecha por el tiempo, llena de decepciones, y de miedos. Encerradas en mi mente perversa, maldita, errónea, desordenada y negativa, como la vida misma.

  • A veces

    A veces me pregunto que para qué todo esto, si es absurdo. Yo aquí, mírame, escribiendo entre mis días más tristes. Y vuelo pero sé que caeré, todo esto es un sueño. Que pena decirlo, que triste vivirlo como si fuera la realidad. Porque mientras tú me sonríes yo me muero por besar tus labios, porque mientras tú me miras yo me deshago lentamente. Y no sabes lo duro que es. Que sí, que me dejo llevar por el tiempo, el viento, el sol, la brisa, el agua, las mil y una maravillas, tus queridas sonrisas, tus apreciadas palabras; que sí, que me dejo llevar por ti. Y te quiero aquí, with me. Y no me hagas esto, ya no quiero sufrir más, no quiero escribir sobre ti o dedicarte algo bonito; un pequeño texto. Quiero mirarte, observarte, dedicarte una de mis sonrisas más sinceras y, después, pegar mis labios a los tuyos y susurrarte al oído un Te Necesito. Que es difícil, que todo me sale mal, y hasta al revés. Pero créeme, esto se me hace muy complicado. No quiero imaginar un futuro a tu lado, quiero vivir a tu lado, pasar más tiempo contigo que escribir cualquier cuento tonto en esta maldita hoja que no se cumplirá jamás, y que tú ni leerás.

  • El culpable tú eres

    Lo siento pero la culpa es tuya. A ver, yo no tengo la culpa. No tengo la culpa de ponerme nerviosa cuando te veo, no tengo la culpa de que se acelere mi corazón. No tengo la culpa de sonreír como una tonta cuando tú también sonríes. No tengo la culpa de estar enamorada de ti, o de estar enamorándome, o no sé. Pero, no, esto no puede estar pasando. No tengo la culpa de hacer el ridículo delante de ti, pero ¿por qué? Esto no es justo, no, no. Pff.. no me gusta. Quiero decir, tú me gustas, y mucho. Pero es que no, tengo miedo, miedo de todo esto. Tengo miedo del amor. De volver a ilusionarme para nada. De caer en todas tus tentaciones sin querer. Y es que ya estoy cayendo, cayendo de amor por ti. ¿Pero esto qué es? No, por favor. Esto no puede estar pasando. Que sea un sueño, pero, hecho realidad.

  • Déjame vivir…

    ¿Y qué pasa? ¿No puedo llorar o qué? ¿Qué malo tiene eso? Tengo sentimientos, por eso lloro. Llevo demasiado tiempo siendo fuerte, guardándome todo dentro de mí y ya no puedo más. Necesito sacarlo y plasmarlo en un papel, que no sirve de nada pero me da igual ¡me da igual! Necesito llorar y eso hago, sacarlo hacia fuera todo. Que si no lloro ya no soy ni yo. Necesito revivir, renacer, volver a empezar. Quiero morir. ¡Y estoy muriendo por ti! Que gritaré. Y grito: ¡te quiero! ¡te amo! ¡muero por ti! ¡déjame vivir! Entre tus brazos, claro, hasta morir.

  • Sueño

    Por favor bésame, esto es serio, no es ningún juego. Puede que después de sentir el contacto de tus labios con los míos despierte de esta maldita realidad y me encuentre al principio de un bonito sueño, el que siempre soñé. Te necesito aquí y ahora. Abrázame, quiéreme. Dame tu amor y yo te daré el mío. Enganchémonos para el resto de nuestras vidas. Quedémonos juntos para siempre, y no a lo lejos. Uno al lado del otro. Bésame el cuello, la cara, bésame los labios. Bésame entera. Quiere todo de mí, hasta cada defecto. Yo amo todo de ti, eres demasiado perfecto. Hazme el amor con y sin palabras, al ritmo de una canción romántica. Enséñame a vivir y no me des razones para ser feliz si eres tú la causa de mis sonrisas.