Me apetece escribir(me), deletrear mi piel con el sabor de un chocolate caliente. Sentirme y al fin, desvivirme. Necesito irme, no de mí, sino de vosotros. De cada uno, y de ti. Quiero marcharme a otro lugar. Lo de marchitarme va por cuenta propia. Ahora mismo el ambiente está lleno de superficialidad. Carece de paz. Estoy fuera de onda ya. Literalmente, sentada en el váter del baño. Mi peor y mejor año. Voy de daño en daño y me tiro porque ha tocado el gordo:
Que jamás volveré
(a ser la misma).
Quizás es que hay un color distinto, pero es un pretexto. Excusa tras excusa, escondiéndome detrás de una sonrisa pequeña, e hipócrita.
Es 26, Anna.
Deja de llorar y afronta la realidad.
Y es que nadie te echará de menos, sino que tu misma. Llanto interno. Las palomas han volado y, aunque sufriendo, mueren viviendo.
O al revés.
Vivir muriendo, o al revés
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