Un simple cruce de miradas

A veces necesitamos un simple cruce de miradas, un «lo estás haciendo bien», que nunca llega. Nos arrastramos por el suelo, vamos cayendo caricia a caricia por un precipicio infinito de dudas. Las cicatrices ya no duelen. Somos inmunes, eso creemos. Creamos sentimientos -sangrientos- que surgen de la nada y, esta, se convierte en todo. Cuando eso pasa, la vida ya ha pasado.
Se ha volatilizado.


Descubre más de perezitablog

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Comentarios

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Descubre más de perezitablog