Idealizar a alguien y, luego, bajarlo del pedestal es complicado y aún más cuando crees estar enamorada y solo es una ilusión temporal. Porque el enamoramiento viene y se va, pero el amor, ¿En qué consiste el acto de amar? ¿Cómo amamos? ¿De qué forma me amo? Hay veces, instantes, donde hay que hacer introspecciones sinceras, honestas. Así que si no sabes quererte y quieres quererte, cuestiónate y desaprende y lee y reléete y vuelve a aprender. Escribe, nárrate, léete. Vive y sobrevive. Luego, súbete a ti misma en el pedestal, ¿Sabes? Mírate, lo estás logrando. Así que, bueno, tan simple como hacer las cosas, las acciones, con amor, y no mucho, sino uno sano.
Yo estoy cansada de mi misma, de mi existencia. De pensar y sobrepensar y no llegar a ninguna conclusión o tener dentro de mí demasiadas reflexiones. Me agoto. Pero después de ese no sé qué, del flash, del click, y de unos cuantos más, me quiero. De hecho, me estoy queriendo. Probablemente estés perdido en eso, sí, en esos hechizos. ¿Sabías que el amor no es ni constante ni estable? El amor es como un parque de atracciones: días de todo.
Si estás en el punto, en ese instante de no saber, o creer saber demasiado, te invito a que te leas, ya sea en voz alta o en voz baja. O a grito pelado. Que da igual, lo mismo porque, en general, la vida consiste en eso, en ir haciendo, en ir sintiendo. En el libre albedrío. Y que si tu estado mental no es similar a otro, disfrútalo igual.
Vete queriendo, así, con intención, con impulso, con ganas de saborearte. Estoy bien, ir haciendo, como quien dice aún sabiendo que el estar bien es solo un pretexto opacando el contexto, el real.
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