Etiqueta: amor

  • De toda la vida, amor

    Margarita, margarita, quítate la tirita, que la herida ya está florecida. Desvístete, corta la etiqueta, frena esa, y sácate las alas, que quieren irse a surfear entre las nubes y el mar. Que crezcan, que crezcan las semillitas. Serán hermosas las florecillas. Que ya es otoño, ¿Y qué más quieres? ¿Qué más deseas? Colócame el…

  • El atardecer florecido

    Saltándome unas cuantas canciones, guardándome las mariposas en los cajones, que se me escapan, se marchan porque están nerviosas. Vaya cielo, piqué tu anzuelo y ahora florezco desde dentro. Luego están tus ojazos, que no son ellos, sino la forma en qué me miran. ¿Será que me estás queriendo en esa milésima de segundo cuando…

  • Queriéndote, en gerundio

    Te estoy queriendo, así, en un gerundio sempiterno. Es que eres perfecto, y este cielo tan impreciso, nublado, casi anaranjado, poco enturbiado y a rebosar de mariposas son las sensaciones -inéditas- que voy sintiendo por ti. El olor al suelo mojado después de una lluvia torrencial, me quiero quedar en ese latir, y contigo, para…

  • ¿Algún día floreceré?

    Ya he florecido, pero aún debo continuar regando el jardín. Así que me paso por aquí para comunicarte que, si todavía sigues regándote sin quererte y con impulso, ¿Te puedo escribir algo? Encaja entre tus espinas y heridas. ¿Te unes al caos? ¿Sabes que la semana que viene estará gratuito? Te lo dejo aquí abajo.…

  • El enamoramiento

    Enamorarse de la fe inédita, vaya absurdez, ¿No? Luego queda el recuerdo, aquella imagen, la de mi yo-poético roto. De mientras, los pedazos quebrantados en mis manos ensangrentadas. Mi corazón ha estallado porque tú le has disparado. O moría en vida o me vivía muerta y, al final, cuando apretaste los labios mirándome con la…

  • Mi mundo literario

    Quiero morirme en mi propio mundo literario, dejar la realidad apartada, que se quede en el otro sillón, el del más allá, sentada. Tampoco me apetece que tú entres, pues siempre te cuelas entre mis pensamientos, en mi imaginación y desde un gran silencio. Eres tan sigiloso, que solo escucho tu latir al unísono del…

  • ¿Nos vamos a florecer?

    Cuando se me queda el dolor, ahí, colgando de un hilo en mi interior. Cuando se me cristalizan los ojos, y así se quedan, desilusionados, llenos de esos llantos secos. Cuando me quiero morir entre tus brazos, pero no nos unen ni los lazos (del amor). Cuando solo abunda dolor, y una tristeza infinita. Cuando…

  • Otra breve carta

    Sigo enamorada de ti, continúo enamorándome como una idiota. Me duele el hecho de no afrontar ese sentimiento tan intenso e inmenso, pues le temo al amor, al acto de sufrir; el dolor. Así que, si por casualidad acabas leyendo estas escasas líneas, que sepas que te quiero aquí, en mi pecho y que, bueno,…

  • Puntos suspensivos

    Se me acaban los textos, quiero decir, las palabras, ¿O serán los sentimientos? Poner tantos cimientos, uno encima del otro, para después culminar en aquella nada. ¿Sabes de cuál te hablo? De las agridulces, ojalá sean más dulces que agrias. El caso, que me voy hacia las ramas podridas, destruidas, es que, ¿Qué? Ya me…

  • Domingo de novela

    No sé qué decir, tampoco qué escribir. Actualmente estoy estancada de una forma tan descomunal que, simplemente, me quedo ahí, en ese latir constante. ¿La novela que estoy escribiendo? Allá está, rellena de sentimientos extraños, de los cuales el más destacado es el amor, o el desamor, a conjunto con el dolor y una pizca…

  • ¿Cómo se sentirá?

    ¿Qué será el amor? Será un cosquilleo en el estómago y un pellizco en el corazón. Darse tregua constantemente y estallar en una guerra entera de besos hasta reventar de risa, aquella de carcajada sincera. ¿Y cómo se sentirá? Deletréamelo con la mano en el pecho, a escopetazo limpio, a juego sensato, directo y real.…

  • La vida continúa, o no

    La vida continúa a pesar de estar enamorada, ilusionada y anonada. La vida continúa a pesar de tanto pesar y pensar. Y del todo a la nada en escasos segundos. Jaque mate, y mátame ya. Las cortinas grisáceas están intentando deshinibirse, pero sin querer se ennegrecen. Vaya jodida oscuridad. Arráncamela. Remonto, salto, tantos pasos hacia…

  • Colaterales, Óscar Preciado

    Colaterales de Óscar Preciado (1996), su tercer poemario, es considerado, básicamente, una metáfora, es decir, el escritor personifica o compara un sentimiento, el enamoramiento, con un almendro, y sus ramificaciones son los sentimientos que van creciendo de la metáfora inicial y, por ende, son todas las sensaciones, que van de principio a fin, de las…

  • El atardecer anaranjado

    Queridísma yo, voy más muerta que viva, llevo tres borracheras de alma de más, las corazonadas van salpicándome y, bueno, son casi las siete de otra tarde de viernes, que parece más martes. Me voy a Marte, aunque siempre culmino aterrizando en uno de mis mundos paralelos. Las bocanadas arrasan tanto, porque mis besos se…

  • La desilusión

    A parte de que ¿Te puedo escribir algo? aún está gratuito, me paso por aquí para pasearme un rato indefinido y largo, y divagar. Además, con el impulso hacia atrás, y unos cuantos intentos de no sé qué, cerrar algunos ciclos, o dividirlos sin quererlos. El caso es que después de tantos sucesos abstractos, no…

  • Me quiero, desde dentro

    Voy tarde a la vida y, también, al acto de existir y de describirme. Porque, ¿Qué significa ser una, la que sea, estando inexistente? Un palpitar, un aletearse para acabar parándose siempre en el mismo, y mínimo, vaivén. Ven, ven y quédate. Agárrate, aférrate a mí, o al (otro) cora’. «Muñequita, muñequita», me dirá la…

  • El amor, y un poco de ron

    El amor rima con dolor, ¿Por qué le tengo tanto temor? ¿Será cuestión de romper los hilos? Esos del pasado, y pegarse tres tiros, después de que estalle el petardo. Sigo aquí, como cada jueves, quiero decir, viernes, estancándome en mi vaivén. De hueco en hueco porque me ahueco y, adueño, de yo que se…

  • ¿Dejarse florecer o florecerme?

    Porque cuando una se deja florecer, ¿Luego qué? ¿Qué de qué? Pues café y sumergirse en un breve latir diferente. Ir de frente, abrir las alas y sonreír porque sí. Cuando el otro día, precisamente ayer, alcé la mirada, vi algunas nubes de algodón en la entrada de mi corazón esperanzado, y esperando a que…

  • Chinchín

    Bonito atardecer se ha quedado detrás de mis pestañas húmedas, y mi corazón que se desangra. El pasado, que se refleja en aquel tipo de latir roto, esta para recordarme que sigo entristecida. Coloco prefijos, desencajo sufijos. Pongo puntos suspensivos y comas y acentos, pero el final, el maldito fin es inexistente. Arraigada, armándome de…

  • La semilla ya florecida

    Quedarme ahí, con las pestañas húmedas y un sabor agridulce. Ven, aquí, a mi lado. Recordémonos, al día de mañana, de una forma bonita, sí, de un palpitar a rebosar de amaneceres anaranjados. Por un precioso precipicio se me caen las puntas puntiagudas de mi cora’, y oye, está bien sentirse nublada, ennegrecida y turbada,…

  • La vida, cuando se cae a pedazos

    La vida, cuando se cae a pedazos, es a veces tan triste y hermosamente rota que simulo, sin querer, un romanticismo innato, cuando, realmente, es un grandioso desastre. Los sentimientos parece que están a  flor de piel, del papel, que raspa y rasga y me amarga. ¿Seré yo? ¿O será la mera existencial vital? O…

  • El amor impropio de mí

    Ir queriéndose a una misma al vaivén del run run del mar. Caerse, y que de corazonada a corazonada salte eso que bombardea dentro de ti tan fuerte, con tanta furia y de un sabor más dulce que amargo. Es la fiera que quiere salir a la profundidad e introducirse en otro amar, para luego…

  • La metamorfosis

    Es tan bonito que te hagan daño porque luego te vas reconstruyendo para acabar oliendo a mar, a nubes de algodón, a café y al atardecer anaranjado. Hablar las cosas, que entre palabras se cuelguen los corazones, que se abran y se partan en dos y así puedan seguir naciendo florecillas. Sí, se irán marchitando……

  • El amor se escapó

    Me he dejado la libreta roja, y cada rosa, allá fuera. Se están marchitando, y enfriando, porque se quieren tanto que los colores, y dolores, repiquetean. Suenan los huesos y los reflejos de los espejos, sombras que se van ocultando para luego ir estallando, se van, pero en el otro vaivén. He perdido el tren…

  • Querida, la otra yo

    Queridísimo diario, ¿Me sale a cuenta esperar tantos días a alguien? Se rompen los años a añicos combinando con los daños. Le soplé tan intensamente a la esperanza, que se fue deshilachando hasta ahora: acaba de estornudar. La vida va de caerse, de derretirse y que el corazón se vaya, cosiéndose sin aguja. El mío…

  • Metafóricamente, yo

    Huí, me transformé en otra yo, metafóricamente poeta, toda rota, o coja. Un vaivén detrás de otro, en un bucle continuo. Ir cayéndose, ir lavándose la cara, que ya toca, que ya es vida de ir naciendo entre los sucesos coléricos, enrojecidos.Estoy sana, e ida, porque estar muy de la otra esquina, es recorrer la…

  • ¿Los corazones pueden ser dementes?

    Los corazones están dementes, ¿O qué? ¿Pero lo son realmente o solo se convierten en una ficción latente, tan irreal, que duele? Desdibújame y estréllate en la curva de la carretera, la más compleja y estrecha. Ahonda en tu ser, acciónate y déjate parafrasear o narrar lo que harás que nunca lograrás de la forma…

  • Va a amanecer

    Amanecerá, pero del revés porque los cielos se desbocan, se derraman, deabordándose, y ya. Sigo descendiendo en aquel vaivén que fue tan pasado y está aquí haciendo presencia con su esencia. Me caigo, mírame: soy torpe, pues puse el otro pie y ahora está agachado. ¿Mi corazón? Orgulloso, de mí, obviamente y, aunque hay instantes…

  • El portazo del amor

    ¿Cómo me digo adiós a mi misma? ¿De qué manera? ¿Dónde está el portazo? Hace daños que me di un porrazo, y vaya tortazo. Me quedé allá levitando en un quehacer del revés. «Quiéreme, Anna, que el espejo de donde vislumbro tu reflejo está hecho añicos.» ¿Será que ahora el impulso es hacia arriba? Ir…

  • El antepenúltimo

    Tres escopetazos, cuatro bombazos y otro latigazo. ¿Será el último? Quizás no. Y de un golpe en el corazón me quedo en blanco, pero como ya estoy tan acostumbrada a la miseria, a los huecos y a las nubes estrelladas que se desbocan, me da absolutamente igual y, por eso, ahí levito, rozando las puntas…

  • El café, un corazón y nosotros

    Le he dado un golpe al café, y se derramó. ¿Será la señal del último volantanazo? Voy escopeteada, siendo una lunática quien por cada día transcurrido se enamora de ti. Irme, que te escurras de mis deseos y que el sueño se haga realidad. ¿Besarte? Quizás. ¿Que me beses las entrañas? Ahí hay tantos ojalás,…

  • Quiero quedarme

    Me apetece tantísimo describirme otra vez, como aquel día durante el amanecer o el atardecer. El caso es que iba en bragas y con un moño a medio hacer, o por deshacerse. Ahora estoy recostada sobre mi pecho izquierdo, que late y late y no se calla, y quiere gritarse a él mismo que se…