Y para ello necesitaría un escritorio con unas cuantas libretas, bolígrafos y post-its. Una estantería para almacenar libros aunque podría prescindir de ella, pues los iría colocando uno encima de otro en el suelo, por orden de leído.
Además, me encantaría tener mi propio rincón de lectura. Un sillón al lado de la ventana, una alfombra y la literatura entre mis manos.
Una habitación perfecta para mí sería aquella que desprendiese un ambiente cálido, con la música sonando de fondo y mucho arte aún por descubrir.
Me gustaría, en un futuro, sentirme rodeada de libros que provocaran algo en mi ser. Lo que fuere. Cualquier emoción, el palpitar del corazón.
Así que, bueno, si tengo que elegir, prefiero estar viviendo y sintiendo al mismo tiempo a través de la imaginación.
Y para ti, ¿Cuál sería tu ideal de habitación perfecta?
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