Siempre hablo de la muerte interna, ¿Pero y de la real? Nunca he llegado a hablar porque no se me ha presentado la oportunidad.
Estoy sintiendo cosas, entre ellas, estoy en un estado de shock impresionante. Reflexiono, y llego a pensamientos que caen por el precipicio del alma. Duelen, tanto, que asfixian.
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