en la comisura de mis tiernos labios ¿tal vez?
Te escribiré poesía, sellándola por todo tu cuerpo, gélido; que sé que antes no tuviste el suficiente sentido como para amar, y aunque no lo necesites, lo querrás.
Y yo te haré la locura, deshaciéndote de la cordura; desvistiéndote.
Tiernos besos, segura estoy, quiérete, quiéreme.
Necesito que me leas, que estés presente mientras mis lágrimas rueden por mis mejillas heladas. Durante mis tiempos más inciertos, aquellos que fueron ambiguos y, ahora, vuelven sin abrigo. Anhélame, deséame. Y, que seas quien seas, yo te querré sólo si tú antes me has querido, y aún con aquel dolor incrustado -vertido en tu corazón- sigues queriéndome.
Porque estoy escribiendo en una de éstas noches, créeme cuando digo que no puedo dormir. Aprovecho el tiempo, ansias de ti. Si estuvieras aquí… me harías tan feliz. Porque quiero borrar, eliminarte de mis pensamientos. ¿Y crees tú que, tal vez, esto sea posible? Respóndete, que sabrás bien si afirmar o negar.
Yo lo negaré todo cuando me descubras, cuando vengas y me digas «Oye, yo te leí». Por aquellos instantes demasiado tarde será, porque yo ya no estaré aquí.
29 de agosto, 2016
Deja un comentario