Quizás cuando estamos tristes o sin amor -ni propio ni ajeno- escribimos mejor, más sinceros.
Más nosotros.
Más vivos.
Nos liberamos luego de soltarlo,
de plasmarlo.
Porque dejamos a un lado, en la hoja, los sentimientos sentidos para, después, sentir otra vez.


Comentarios

Deja un comentario

Descubre más de PEREZITABLOG

Suscríbete ahora para seguir leyendo y estar al día de todo el caos.

Seguir leyendo