Y entonces me invitas a leer un texto tuyo, una mezcla entre dulce y amargo sabor. ¿Qué sabrás tú de mí? Creo que estoy empezando a sentirte. Dentro de mi cuerpo la sangre corre demasiado deprisa, rompiendo como las olas. Y soy lluvia, estoy llena de gotas, quebrantables, que se difuminan en mis pupilas. Y quiero llorar, sacar hacia fuera mi angustia. Sería bonito que escribieras para mí, pero no es así… Sería bonito escribirte, escribirnos. Pero caigo del cielo, y viendo la realidad me estampo contra la pared. Nunca, jamás, he tenido un amor correspondido. Soy joven, lo sé, y me queda mucho por vivir. ¿Y si se acaba el mundo mañana? ¿Que sería de nosotros? Que no somos, pero estaría brutal serlo. Y es que hablamos el mismo idioma. Tal vez tú no te des cuenta. Simplemente me ves como una amiga, o conocida. Ya no sé. Quiero arriesgarme, correr el riesgo y lanzarme.
28 de Abril, 2017
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