La idea es un sueño, un deseo o un pensamiento que deambula por el cerebro y, luego, se va tal y como apareció. Es fugaz y, además, letal, porque cuando se marcha y no se anota, desaparece para siempre. Es imposible recordarla.
Así que, a continuación, te explicaré cómo funciona mi proceso creativo, desde el instante en que alcanzo la idea hasta que la desarrollo para, después, darle los retoques finales, acortando o ampliando ya el texto -con el contexto- plantado en el papel.
Para empezar, escribo, ya sea una sola palabra, dos verbos, una oración subordinada, un fragmento o un relato. Quiero decir, abro la libreta, digital o en papel, -la que tenga más a mano- y saco de mi cabeza lo que brota de mi corazón. Este proceso lo puedo hacer tantas veces como me lo pida el cuerpo. O ninguna.
Porque el acto de sentir es tan libre como atado a aquel bucle -tú sabrás cuál- infinito.
El siguiente paso consiste en moldear esa idea y para ello aporto otras ideas inspiradas en la idea principal o inicial. Luego, voy desarrollando, ya sea agregando o borrando.
Hay veces en las que improviso. Por ejemplo, cuando escribo los textos de prosa poética para el blog. En cambio, cuando mi idea abarca el calibre de una novela, la preciso partiendo de la creación de capítulos en base a una estructura y a mi sistema que, probablmente, sea de alguien más, pero que yo he ido adaptando a mi metodología. Si te interesa, ¿Cómo escribir el esqueleto de una novela?, será un post útil para ti.
El objetivo de plasmar la estructura de una idea dependerá por dónde te salga ese instinto animal de sacar la miseria de dentro. Así que, mi consejo es que te dejes llevar mientras le añadas una chispa de racionalidad.
Del caos nace el arte, si ordenas ese desastre, entonces, nacerá lo extraordinario, lo inususal. ¿Me explico?
La última fase del proceso, básicamente, trata sobre darle coherencia a lo ya expresado. Será necesario enlazar la historia, darle lógica a la trama y aplicar las normas ortográficas.
Concluyendo, lo complicado es darle forma a esa idea, porque atraparla al vuelo es lo más divertido.
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