Blog

  • donde duele inspira

    Se hace el loco pero sé que me mira, me hago la loca pero donde duele inspira. A mi no me vengas de inocente si lo único que sale de tu alma es ira. Comete la mierda, caga la mala uva que llevas encima. Cierra la boca, no dejes que cante más, que si canta llueve. Que se quiebra la voz y las notas caen del pentagrama. Que se muere la música a favor del corazón más potente, -el mío ¿tal vez?- y el ritmo al compás de la pulsación al revés. Como la vida misma, del sentido; la cordura y la locura en un segundo entero y eterno, junto. Pegado con el tiempo. Que de amor en este mundo queda poco, que ya no se sabe si existe. Sacado de contexto; todo es un pretexto, demasiado largo. Interés y desinterés. La gente ya no se acuerda de lo que dijo una vez. Las promesas se quedan perdidas en el cielo, pero nunca escondidas. Yo encontraré la mía, lo sé, y será cuando menos buscada sea, cuando más lejos la quiera.
    Todos merecemos una historia de amor, y bien merecida que es, que la tendremos ahora o después.

  • «El tiempo…»

    «El tiempo pasa muy lento para aquellos que se sienten solos, y sobretodo desolados, caídos, rotos o vacíos y también, enamorados. Después de todo algo de positivismo debe haber en esta miserable vida. Ya no sé. ¿Para qué pensar, hablar o escuchar, decir o hacer? Si todo lo que se piensa no se dice, si lo que se dice se juzga, si lo escuchado se ignora, si lo dicho se desdice y lo hecho ni se deshace.»

  • Imposible

    Es imposible que me quieras. Para enamorarse de mí primero hay que enamorarse de mi infierno entero y como me enamoré yo nadie más se enamora. No quieras quererme, que si lo haces acabarás por odiarme. No intentes odiarme, que una vez que empiezas no acabas, y va en aumento. Pero recuerda que de tanto odio puede nacer el amor. Yo te amaba y después te odiaba, y cuando empecé a odiarte volví a enamorarme de ti, o mejor dicho, seguí enamorándome. Y mi amor y odio hacia ti se complican. Cuando te veo un mar de sensaciones y emociones aparecen en mi interior, y no sabes ni te imaginas, como mis pies se alzan hacia el cielo dejando abajo el suelo. Y no quiero volar, porque cuando vuelo por ti al cabo de medio segundo me estampo contra el infierno para quedarme toda una vida eterna encerrada en aquella única luz; el brillo de tus ojos al mirarme.

  • duele

    Aquí empiezan los textos caóticos de cuando tenía 15 años.

     

    Veo a mi alrededor, los contemplo a ellos. Ellos, que son felices. Tan completos como cada día. Joder, que envidia que les tengo. Ellos, que disfrutan de la vida, de cada momento. Ellos que saben lo que hacen. Ellos que saben hacia donde van. Ellos que saben quiénes son. Yo quiero ser uno de ellos. A veces finjo serlo, y es más difícil de lo que parece. Sonreír cuando lloras por dentro, duele. Saber lo que haces, hacia donde vas y quien eres sin saberlo, sin ir y sin ser, duele. Decir que todo va bien cuando todo está mal, duele. Y fingir que nada de esto duele, duele el doble, y más.

  • Mi otro yo

    También puedo ser la niña mala. Puedo ser una rebelde, una loca chalada. ¡Y gritar! ¡Gritar que se jodan! ¡Que se jodan todos! ¡Sí! Porque si quiero, puedo coger esos tejanos, rotos, desgastados. Esos que enseñan medio culo. Puedo ponerme esa camiseta negra de tirantes, la que marca toda mi silueta entera. Y puedo ponerme esos tacones negros y altos de mi madre. Puedo ponerme una chupa negra. O puedo ponerme esa minifalda negra. Y puedo, también, ponerme ese vestido rojo. Cualquier cosa que haga que los tíos me miren. ¡Que se corran si quieren! Que se caigan al suelo del infarto que les pueda dar al verme. ¡Que hagan lo que quieran! ¡Me da igual! Y, puedo pintarme los labios de un rojo chillón, si quiero. Porque, puedo maquillarme como una pepona. Y salir por ahí de noche. ¡Porque sí! Sin ningún permiso de mis padres. ¡Porque me da igual!¡Quiero vivir, ser libre! ¡Y lo soy! Puedo coger la puerta y salir corriendo, como si nada hubiese pasado. Puedo entrar a cualquier bar y coquetear con todos los tíos. Mientras me bebo dos cervezas y tres cubatas. Y después, puedo ligarme tres a la vez, a los más buenos. Porque estoy muy loca. Y si me da la gana me los puedo tirar ¿por qué no? También puedo salir del bar, para después caerme al suelo. Y, por mala suerte o buena, romper mis tacones. ¡Porque quiero! Ir descalza por la calle, si quiero. ¡Porque estoy totalmente borracha! Y aun así, puedo sacar de mi chupa el paquete de cigarros y fumarme cinco a la vez. ¿Quién me lo impide? La gente me vería tirada al suelo y ni se pararía a ayudarme. ¡Porque daría miedo! ¡Soy un monstruo! ¡Estoy chalada! ¡Di que sí! ¡Sin miedo! Sólo observarían. ¡Palurdos, sois unos palurdos! Algunos se sorprenderían, otros se burlarían y a otros les daría pura pena. ¡Oh, que envidia!Y también, si quiero, puedo gritar un taxi. Mi destino sería ir a Wonderland. Entonces el conductor se partiría el culo en mi cara. Pero yo insistiría. Y no me dejará entrar ¡Mira que cara de amargado que tienes! ¡Corre y no mires atrás! Se lo decía en serio, no era una broma ¿qué problema habría? Que todo el mundo estaría loco menos yo, eso sería el problema. ¡Que todos están locos! ¡Todos son unos locos de remate! ¡Todos están locos! ¡Locos!

  • demasiadas pocas

    El aire en mis pies sube, y asciende, rompiendo, deformando mi cuerpo entero. Desde la nariz hasta el dedo meñique de mi pie izquierdo. Soledad, ¿por qué no vienes a buscarme? Te necesito y aun así siempre estás, aquí, a mi costado, cogidas de la mano. Como ya es habitual en mi vida. Del día a día. Rutinario. Y camino, no sé qué dirección escoger, hay demasiadas pocas. Sí, joder -y lo siento por el vocabulario vulgar, pero me da igual-. Demasiadas pocas…

  • El tuyo

    Espero tu mensaje.

  • eres

    Se me quebró,

    la voz,

    al leer,

    aquel poema.

    Y sólo,

    de escucharte a ti,

    arte que fluye de tu alma.

    Eres sol,

    y luna.

    Eres mar,

    y tierra.

    Eres gotas,

    y flores.

    Eres todo,

    y más.

    Bésame,

    cantándome,

    una canción.

  • No correspondido

    Nunca seré amada por nadie. Se me nublan los ojos, los llantos empiezan a iniciarse. Siempre la estoy fastidiando. Por favor, déjame ser arte. Y otra vez me he vuelto a enamorar de un ser no correspondido.

  • Me gusta

    Me gusta comerme las chispitas de colacao que flotan en la leche

    Me gusta andar descalza por la casa, y llevar un libro entre mis brazos

    Me gusta ir despeinada por la calle

    Me gusta no ir depilada, pero me encanta depilarme

    Me gusta mojarme el pelo, y los dedos de los pies

    Me gusta cantar y bailar delante del espejo del baño

    Me gusta gritar, y llorar.

  • Ensoñación

    Pasaros por mi nueva historia en Wattpad:

    https://www.wattpad.com/story/111203026-enso%C3%B1aci%C3%B3n

  • La realidad en un sueño

    Entonces veo pasar mi vida.

    Sería muy injusto.

  • medianoche

    Era medianoche, por la ventana entreabierta se veían las luces de la ciudad y las cortinas blancas se movían sutilmente al compás de la música lenta que sonaba desde el inicio de la madrugada.
    Sus bragas negras se deslizaban por sus piernas dejándolas caer al suelo y, su braiser desabrochado, caía en cualquier lugar de la habitación. Ellos, ya desnudos sus cuerpos, se besaban. Sus manos danzaban por cada secreto oculto dejándolo al descubierto, resbalando por encima de las gotitas de sudor. Ella, que suspiraba fuertemente y él que mientras jugaba con su clítoris, mojado. También tocaba sus senos, erectos. Y entonces él se posicionó encima de ella, rozando su miembro por todo su vientre, dibujando circulos alrededor de sus senos, duros. Y bajándolo hacia su parte más íntima, entró en ella.

  • Es un privilegio leer tus textos pero mi corazón decae cada vez que siente el sentimiento de tus palabras. Son tristes, desoladas. Me derrumban. Por favor, se que estás loco pero siento que no harás ninguna de tus locuras calcadas en el papel. Miedo, miedo a que te lastimes. ¿Y si me besas? Hazme sentir tus palabras rozando tus labios por mi piel que se eriza por ti.

  • ni idea

    Se me ha cerrado la puerta, no puedo volver al recuerdo del pasado. ¿Y por qué quisiera viajar hasta allí? Porque necesito ese recuerdo para comprender mi pasado ¿no os ha pasado? A veces se necesita saber más de lo normal para poder entender ciertas cosas que en su momento no se entendieron. Y es que si entiendes tu pasado, podrás avanzar en tu futuro ¿o no? ¿O me estoy equivocando? Vete a saber tú…

  • Necesito volar

    No sé escribir palabras bonitas, todas se desgarran de mi alma. Bonito problema ¿verdad? Si me quiero yo, después te quiero a ti, podremos querernos. Pero si tú no te quieres, entonces no tendremos futuro, aunque conectemos con las palabras, y los pensamientos.

    El otro día estaba pensando en ti, y te soñé. Vi tu rostro. ¿Por qué me pasa esto? ¿Por qué me enamoro de cada sujeto, de cada desgracia desgarrada? Y no te estoy diciendo que seas desgraciado, pero somo dos desgarrados del alma siendo muy agraciados. No me comprendas si no quieres, pero no te enfades. No quiero herirte, y aun así tu me hieres a mí.

    ¿Y si te digo que nos podemos besar bajo la luna? ¿O en un atardecer? ¿O en medio de la ciudad? ¿Sabes qué? Que necesito que me beses. Necesito volar.

  • si

    Inseguridades. Si me besas sabré que todo está bien.

  • ¿O sí?

    Mala experiencia, no estuvo bien, pero tampoco mal. ¿Qué digo? Estuvo fatal, me siento hecha trizas. Ahora no sé qué carajos hacer. Estoy en bucle, no puedo deshacer lo ya hecho. ¿Qué debo hacer? Me lo advirtieron y yo aposté para perder. He perdido, estoy perdida. Tal vez no debería haber hecho lo que he hecho, es decir, el acto primero estuvo bien pero, el segundo, no lo debería haber hecho. Debería haberme detenido. Y es que no quiero que ningún chico venga a buscarme, no quiero ser su princesa ni tampoco su prostituta. ¿Pero qué he hecho? Ahora soy su reina. Esto no debería estar pasando. Debo detenerlo, pararlo de algún modo. Y, quizás, te preguntarás ¿qué estoy diciendo? Pues lo que lees, lo siento más pistas no puedo dar. Soy así y así seré. Pero de los errores se aprende, y mañana no los volveré a cometer. ¿O sí?

  • Descríbime,

    a mí. Deletreame lo bonita que soy. Y tócame, siente el tacto paseándolo por todo mi cuerpo desnudo. Bésame los ojos, llenos de llantos, bésame la nariz, bésame las mejillas, las orejas y, los labios. Séllamelos, con tus palabras.

  • beso

    Y ella, con cautela, se sentó al borde de la cama. Y allí se quedaron, él recostado, ella sentada, mirándose a los ojos sin poder desprenderse de aquel sentimiento lleno de ilusión y esperanza, sin poder ya cambiar lo que estaba por venir.

    Entonces, en un acto irreflexivo, Aurora se acercó a su boca, para besarle en los labios, y como si éste fuera un imán, le dio un casto beso. Y, pensándolo bien, después de haber hecho tal cosa, se separó rápidamente, arrepintiéndose, y justo antes de partir hacia la nada, Aarón le cogió la muñeca, insinuándole que todo estaba bien. Cedió, y se estiró a su lado, incorporándose los dos, mirándose a los ojos intensamente.

  • Pedazo roto

    Se acaba de romper otro pedazo de mi cerebro. No quiero volver a pasar por lo mismo, no quiero volver a sufrir. No quiero que sufran por mí. Esta vez sufriré yo, queriendo escoger, y escojo el dolor.

    Cuando me vea en medio del bucle será demasiado tarde. Ellos quieren ayudarme pero yo cada vez que quiero ganar, pierdo. Y me arrepentiré, lo sé. Pero ya esta bien ¿no? Ya está bien de todo esto que parece no tener fin. Ya está bien de tanto sufrimiento. ¿Es que el universo se pone en mi contra siempre, a cada rato? Pues sí, es así. ¿Y por qué? ¿Qué he hecho yo para merecerme tal sufrimiento? Tal vez sea yo la rara, la que quizá se oponga al mundo sin querer y acaba siendo la perjudicada.

     

  • De madrugada


    De madrugada salió sigilosamente de su casa y corrió por la calle hasta llegar a la plaza, y allí, se encontró con su amante, joven y desesperado. Se sentaron en un banco y él le dijo susurrando en su oreja: «Siéntate más cerca de mí». Ella cedió, nerviosa por la novedad. Entonces él, con sus dedos, recorrió sus piernas, haciendo carreras como si fueran carreteras. «Siéntate encima de mí» le volvió a susurrar. Y, ella, cedió otra vez más. Sus pechos cayeron encima de su cabeza mientras sus partes íntimas chocaban suavemente. Al cabo de un rato se levantaron, cada uno con ganas desesperadas de quitarse la ropa, y andaron hacia un párquing donde allí se besaron y toquetearon, con ansias. Después siguieron caminando hacia un callejón oscuro, donde él le tocó su parte más preciada. Y, los dos, con unas ganas irresistibles buscaron un sitio donde dejarse caer uno encima del otro. Allí, en el césped, él le hizo deditos, jugando con su clítoris, el que mojado estaba. Y ella, le hacía una paja mientras sus senos estaban erectos, duros.

  • intensamente

    Sus cálidos labios susurrándole bonitas palabras que la hacían estremecerse, mientras rozaban con delicadeza su lóbulo izquierdo. Y acercándose provocativamente, paseándolos de la mejilla hasta los parpados de ella, haciéndolos bailar por la nariz hasta llegar a su fin, para que la besaran intensamente en sus peculiares labios finos y sonrosados, como si sólo fuera el único día que podía amarla. Pero los chillidos de los más menudos cortaron su placidez dentro del sueño, obligándola a abrir los ojos, observando cada rincón de aquel lugar.

  • Sonrisas

    Me sacas sonrisas, me desechas el alma a la luna, ayudándome a amarla, pero, ¿por qué no puedo ser yo la que se ame también? En ningún momento has dicho que me amabas, lo sé. Siento que te quiero.

  • Demasiado

    Me estoy enamorando antes de tiempo. No es bueno, pues no te conozco aun. Demasiado temprano ¿o tarde?

  • Ojeras azules

    Me duele la cabeza, mis gestos no saben lo que hacen. Mis sesos descompuestos, mariposas muertas. Muñecas rotas, rodillas rasgadas. Ojos apagados, ojeras azules. Pelo suelto, garbateado. Labios sonrosados, rostro pálido, agujereado. Saliva atragantada en la garganta. Voz ronca, palabras ensuciadas.

  • vuela

    Vuela el universo entero por encima de mi anatomía, soy feliz. Pero las palabras siguen ahogándose en mi esófago, riéndose de mí.

  • Twitteando

    ¡Hola! ¿Tenéis Twitter? ¿Queréis conocerme personalmente? ¿Qué os parece si nos seguimos?

    Dejadlo aquí abajo en los comentarios…

    El mío es: apc2502

  • estrellas

    No me juzgues, no sabes por lo que he pasado. Y no, no he venido aquí a escribir sobre mis penas, sino a regocijarme de ellas. Palabras de estrellas, bellas. Aunque siempre me hundo en sus profundidades, océanos impuros. Saciedad de sentimientos, todos llenos de odio y rencor, hacia mi mismo ser. ¿Por qué? En un atardecer me empecé a querer pero cuando llegó el amanecer me desvanecí, como frenesí. Soy así. Paz necesito y me subo al precipicio, como cualquier mal vicio.

  • el colmo

    En la calle hacía frío y en el interior de la casa demasiado calor. ¿Cuál era el punto intermedio? Eras, y eres, el colmo de mis más anhelados colmos. Te llenas el vaso de inseguridades pero me arrastras por todas las seguridades, haciéndome creer que puedo con y  contra el mundo. ¿Qué es de mí? ¿Y de ti? Arrastrame más, te quiero no para quererte sino para amarte. ¿Cómo lo has hecho? ¿O he sido yo la que se ha ilusionado demasiado? Déjame, ya caeré, ya me tropezaré.

  • mis escritos

    Y, cierro los ojos, unas cuantas veces. He perdido todos mis escritos, ya no yacen en mi corazón, porque no tengo. No es que esté partido, es que no está. Inexistente, no hay ya intermitente. Mis letras, palabras y frases ya no nacen de mi alma, pues ésta se ha querido marchitar. Pero déjame escribirte, lo quiero intentar. Como la purpurina que cae de mis pupilas y nace un río en mis mejillas. Cristales rotos, espejos partidos. Ven. Ven y quédate, aunque conozcas mis más de mil demonios. Siento que no me quieres, ni para un rato ni para siempre. No soy tu estación, tampoco tu pasión. Pues nunca es suficiente pero, ahora te pregunto cordialmente ¿tú me quieres? Si es así, por favor, quédate. Aunque sólo no seamos, seres inexpertos, indeseados. Aquellos nombrados como amigos, entiéndeme cuando te digo que te necesito. Eres un pilar esencial en mi vida. No te escapes, no vueles hacia otra dirección que no sea la mía. No te dejes llevar por una arpía.

  • Yo lo sé

    Yo sé, entiendo y siento este sentimiento por el que muchas personas pasan. Eso de no quererse, ni amarse. Sentir un vacío justo aquí, en el pecho.