Diciembre es el mes más helado, y lunes el día más amargo.
Ahí,
será nuestro encuentro, cuando nos besaremos bajo un millón de estrellas, bellas,
subjetivas,
enternecidas.
Se morirán de envidia.
Te declararé mi rebeldía,
contradiciéndome todo el día.
Vida mía,
ven y quédate.
Y que, si quieres,
nos vamos cuando salga el astro solar, un amanecer nuclear.
Allí será nuestra despedida;
un nosotros contra la vida.
¿Qué piensas?
Lo sé, sht, cállate.
Que me derrites con tus cántaros de pájaro enamorado.
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