Sin más,
sin puntos suspensivos,
sin quizás
y sin un mañana.
Y lo siento, no voy a permitir(me) fingir sonrisas.
Porque me dejaré fluir y sonreír a carcajada limpia.
Y si un día me veo triste,
dejaré bajar el río por mis mejillas y luego saldré airada,
sin porqués,
ni cuestiones sin respuesta,
ni dilemas en mi cabeza.
Ya es hora de vivir porque quiero ser feliz.
Etiqueta: hora
Es la hora