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Como yo
Necesito pegarme dos tiros,
el primero en la sien
y el segundo en mi corazón
para que pete -yo- de una vez.
Para estallar y derramar la sangre
en mi muerte (súbita).
Será mi sombra,
y el cielo
ese día
llorará,
pero no de dolor
sino de amor.
Y en mi funeral
sólo habitarán los que deambulan por las calles,
los que viven muertos.
No los llames «zombies»,
llámalos como seres sin alma.
Son las personas vacías.Vaivén
No aprendo,
no aprendo,
no aprendo.
Y esto va y viene,
el vaivén de mi corazón,
los pensamientos que surgen de este
hacen que me replantee mi existencia,
mi forma de vivir,
de ser.La vida, la luna y yo
¿Qué estoy haciendo con mi vida?
Me ahogo.
Soy más pálida que la luna,
que me observa desde la lejanía,
des del cielo nocturno.
Una vez me dije «hazlo, y punto» y,
con ese lema en mi cabeza,
hice todo lo que estaba fuera y dentro de mis manos,
de mis posibilidades.
La fastidié no una
sino hasta más de quince veces.
¿Qué aprendí?
Algo de mí:
lo caótica que puedo llegar a ser.Amanecer
Aquí,
desde donde se observa un cielo nublado.
Es un día gris, pero no para mí sino para el mundo.
(Este).
Y es bonito también.
Porque rompe esquemas
y mentes.
El corazón de la vida es eso:
ser mientras todo se quiebra y,
luego,
presenciar una sonrisa con la salida del sol.Estoy sanando
No te apures, estoy sanando. Sí, florezco y también me marchito. No pasa nada, solo fluyen sentimientos, emociones y pensamientos. Es divertido ese vaivén -ese caos- llamado (mi) vida. Es una bomba explosiva porque arrasa, al igual que yo. Pero no te preocupes porque así es, así se va y se vuelve. Y no hay nada más bonito que ser ser.
Mis alas
Quiero leer(me) aquello lleno de sentimiento,
de vivir sintiendo el tacto,
rozando el pacto que hice
conmigo misma
de ser gerundio a cada rato.
Quiero un libro caótico y a rebosar de heridas,
de cicatrices sin cicatrizar.
Explicarme una y otra,
y otra vez
que el mundo
-el mío-
no es tan malo,
ni vacío
ni descolorido.
Porque,
al fin y al cabo,
siempre estarán mis dos esperanzas:
las alas de mi espalda con las ganas recargadas,
a punto de alzar el vuelo hacia un nuevo terreno.Aleteos
La cuestión más hermosa es esa. (No saberla). Pero sentirla. Como se siente aquello más amado, arrebatado por algo o alguien (tu mismo) sin saber el porqué. Es tan sencillo y a la vez tan complejo. Es quitarle la voz a la mariposa. Qué triste ¿Verdad? Déjame contarte esta realidad: el vacío que siente ella, la que en su momento creció, floreció y se sanó de aquel pasado dolorido. Aunque, por mala suerte o voluntad, regresó. Esa sensación de perdición, de no saber el qué ni el cuándo ni el cómo. En definitiva, de no (querer) saber. Porque para ella la vida que le esperaba eran dos alas y muchos vuelos donde florecer. La vida es así. Te quitas y te das. Vas y vienes -contigo mismo- para luego despegar, levitar y caer. Y otra vez, vuelta a empezar.
En nuestro corazón, siempre
Es curiosa la vida: cómo todos venimos de esos estudios humanísticos, siendo unos jovenzuelos, dirigiéndonos a estudiar aquello que creemos amar. La literatura, la lengua y la cultura de cualquier idioma. Maravilloso. ¿Porque realmente la amamos? Para mí, leer y escribir me salva, me sana y me rompe. A veces en ascendente y, otras, voy del revés. De cabeza hacia abajo. Y me gusta, me encanta. Me enamoro (de mí). Porque siendo como soy -caótica de pensamiento, firme de sentimiento y con el instinto al vuelo- aterrizo y subo como quiero, como puedo. Quizás es algo bueno, quizás no. Me ayuda a crear arte, a sacar de ahí, de mi ser interno, lo que siento y lo que viví en pasado y en un presente eterno.
Al fin y al cabo,
un escritor,
un texto,
un poema,
una frase
y una palabra
siempre quedará en nuestro corazón.Sin leerte
Me puse palida al escuchar tus primeras palabras. La tensión recorrió mis venas y mi corazón palpitaba de prisa, sin detenerse. Comenzaste a narrar tu historia. Mis sentidos estaban a flor de piel y la razón que me quedaba se esfumó. A medida que ibas explicándome la situación, fui comprendiendo. Eso, se llama empatía. Me puse en tus zapatos, en tu ropa. Por suerte, tu relato terminó con un buen final. Luego, me carcomí los sesos y el cerebro. Sí, porque volví a recrearme en ti, a ser un tú en el pasado, en ese verano. Me dolió, me rompió. «Finges bien», pensé. No te descifré, no pude entre ver la verdad, la angustia que suspiraba -frágilmente y en silencio- tu corazón.
Que sea eterno
Sé que te irás
porque llegará el día
en el que el santo al cielo se matará de tanto subir;
el tiempo al vuelo, que vuela.
Qué rareza,
vaya destreza
y si que mientes mal.
Porque las flores,
las flores se van
marchitándose
y aquel chico de la escuela quizás regresa.
Yo toda coqueta
comiéndome el mundo,
derrumbándome por las noches
mientras la lluvia cae un día
de noviembre.
Quiéreme,
y quédate.
(Quédate).
No hay nada más hermoso que sigas ahí,
a mi lado.
Y que la chispa se convierta en fuego
quemando nuestro infierno,
en un otoño lleno de vida,
de rosa florecida
en nuestro interior
y que sea eterno
ese incendio.Quédate amor
Siento cosas,
muchas.
Un pasado que se arrastra hacia el presente,
-el hueco del dolor incrustrado en mi corazón-.
Hay algo por hacer aún, lo sé.
Porque la vida,
joder como mata,
hace que vibremos
al son de una canción.
La que revive los sentimientos y emociones,
los momentos
de aquellos días que parecían eternos.
Créeme
y miénteme a la cara mientras haces que te vas,
y te quedas porque sí,
sin más.Nunca
Jamás entenderás
ese sentimiento provocado en mí,
porque tu empatía
y simpatía
se fueron o,
quizás,
nunca las tuviste entre tus manos.
Y si fue así,
las dejaste caer
para luego pisarlas
y arrastrarlas
hacia el hueco que tienes en tu corazón.
Ese vacío,
ese vuelco torcido,
esa maraña de emociones que revolotean en ti.
Estás perdida,
lo sabes.
Y eres una alocada que se hace odiar a muerte.
(Hasta que esta estalló).Mi mundo
Hoy veo el mundo
con una cortina
que nubla mi mirada
-llena de lluvia-
y vacía de alegría.
Hoy miro la vida sucia,
apagada,
ópaca.
Me gustaría decirle tantas cosas:
la desolación que tengo ahí dentro
provoca malestar en mí.
Me mata,
y no quiero.
Que se vaya,
que se vaya
esa energía negativa.