Quiero que me quieras,
y no me desees.
Una vez me desearon,
y me desgarraron el alma.
Me sentí objeto,
me sentí barro,
me sentí lluvia
y cristal roto en pedazos.
Quiero una noche amanecida a tu lado,
y que al mirarme a los ojos me transmitas amor, mucho.
Quiéreme un poco.
Y es que no hay ni uno que piense con la cabeza.
¿Tú sí?
¿Acaso te importo?
Yo creo que muy poco,
pero ojalá sea el suficiente como para que me cuides, me mimes y me ames.
Ya sé que son pocos días, que nada perdura y que todo se va a la mierda rápidamente.
Pero, quiéreme.
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