Necesitaba respirar otro aire. Y allí estaba, respirando contaminación. No era lo mismo, era peor. La ciudad, la gente; sin alma, ni piedad.
Necesidad inexplicable
Descubre más de perezitablog
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
Comentarios
Una respuesta a «Necesidad inexplicable»
Hay que saber buscar la belleza en ese asfaltó…se esconde para pasar desapercibida de los profanos…. besos al vacío
Deja un comentario