Mi ser que se fue y yo que me quedé, ahí, bailoteando con el corazón, haciéndole resbalar hasta que cayó al suelo y, bueno, se rompió. Dolió. De hecho, sigue doliendo. Porque estalló sangrando en silencio.
Mi ser que se fue y yo que me quedé, ahí, bailoteando con el corazón, haciéndole resbalar hasta que cayó al suelo y, bueno, se rompió. Dolió. De hecho, sigue doliendo. Porque estalló sangrando en silencio.
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