No sólo somos cuerpos, somos más que eso. Humanos. Seres vivos, con la suficiente capacidad intelectual para poder razonar y llegar a conclusiones evidentes que, para la mayoría, no lo son.
Pero, ¿qué está pasando? El mundo se está desmoronando, la sociedad se está desorientando, los humanos se están descontrolando. ¡Oh, pobre de mí!
Las vidas ya no son existentes, ¿qué es lo que hace que uno mismo deje de existir, sin que deje de respirar, sin que sea detenido el bombardeo de su órgano vital? ¿El dolor? ¿El deshonor? ¿La guerra? ¿La tristeza? ¿La desolación? ¿La poca delicadeza? ¿O la falta de inspiración e imaginación?
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