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  • Ensoñación

    Estoy con ansias de querer empezar a colgar mi nueva historia, Ensoñación, en Wattpad. Es una mezcla entre amor y dolor, recuerdos del pasado llenos de aflicción. Hablaré sobre distintos trastornes mentales.

    Para los que no tengáis o no queráis entrar, os dejo un fragmento aquí. Espero que os guste.

    PD: lo siento por colgar tantos posts pero es que me encanta escribir y no puedo parar.

    Un abrazo.

     

    Subieron las escaleras de espiral, una detrás de otra, hasta llegar al final.

    -Tu tejado.

    -Es aquí donde cuento las estrellas.

    -Sentémonos, te contaré una historia.

    Y se sentaron, los dos mirando el cielo. Ella hablando y él escuchándola. Pareja bonita.

    -Había una vez una chica de diecisiete años que aspiraba a ser princesa, todo el mundo se lo decía. Estaba predestinado. Pero su burbuja, creada por ella para alejarse de todos, de tener un caparazón que la protegiera, se rompió y su verdad más pura llegó.

    «Era un miércoles, ella estaba en clase sonriente, divertida, pasándoselo bien, pues las palabras que leía le decían que debía estar con él, su príncipe. Soñaba tanto con encontrar a su alma gemela… que le resbalaron todas las verdades cayendo por su cuerpo, hasta llegar al suelo.

    Llegó a casa, saltando, pues estaba muy feliz. Saludó a su madre y a su hermana y, cuando se puso a comer, observó la televisión. Ésta le estaba contando una historia, la de él. Cómo vivía, con quiénes vivía. Como un rey, era de la nobleza. Con gente de la realeza. Salían imágenes, disparadas, como fotografías, instantáneas. Todas ellas con un mensaje oculto.

    Después de comer se fue a su habitación, pues cada vez sabía más de él, que estaba en su consciencia, dentro de su mente, hablándole, dirigiéndole, dándole indicaciones de lo que debía hacer y de lo que no.

    Y se puso a escribir en su diario, alegre, relatando su felicidad. Entonces, de repente, sus padres la vinieron a buscar diciéndole que debía ir al hospital. Pero ella se creía que iba a ser princesa y que allí vivían los de la realeza, y su amor platónico siéndolo cada vez menos. Estaba viviendo una ensoñación. Y la llevaron en coche hacia el hospital. Allí ella voló, creyéndose que iba a cambiar el mundo.

    Estaba en la sala infantil, esperando, escuchando como su amor le decía todo lo que debía hacer. Su objetivo era superar las pruebas que se le pusieran por delante. Los minutos pasaban y ella sentada estaba, con sus pensamientos a mil por hora. Y, de repente, le hicieron pasar a una sala, pequeña, y allí contó la historia, la suya. Explicó las sensaciones, extrañas, que le produjeron. El proceso de convertirse en princesa. Sentía que todo el mundo la observaba, veía como las personas y la televisión le tiraban indirectas, hasta las palabras de los libros también. Hasta se sentía la chica más inteligente, pues a la hora de hacer deberes el pensamiento le iba muy rápido. Y, sentía, además, que él la ayudaba, hablándole desde la lejanía. Todo era un proceso mágico, lleno de ilusión, tanta que explotó estallando por cada rincón de su vida, haciéndole deshacerle la verdad más bonita.

    (…)

    La ingresaron a un hospital pero ella no se daba cuenta de su realidad, ella… no era ella, no estaba en su propio ser. Estaba risueña, contenta, demasiado por lo que en verdad le estaba pasando. Pues, no se sentía en su propio cuerpo, no… comprendía nada. No sentía dolor. Después se daría un golpe muy fuerte con la realidad, y se lo dio.

    Las estrellas se colapsaron, estrellándose, juntas, dejando salir chispas de amor. Justo en aquel momento le declaró su amor. Sintiéndolo, amándolo. Pensándose que detrás de la puerta, la de su habitación, estaría él. Pero no, no fue así. Todo fue con el sentido inverso. Palabras vacías en medio de la oscuridad, corazón derramándose, su color rojizo cayendo paulatinamente. Gotas. Manchas calcando un trozo del suelo. Sonrisas partidas, lágrimas heladas, ensangrentadas una vez llegaban a su fin.

    El paso de los días allá dentro eran lentos. Eran monotonía, redundancia. Como cuando el cielo no brilla, como cuando se oscurece durante un tiempo largo, quedándose gris. Pues ese tiempo, durante ese periodo, es el que estuvo allá encerrada.

    Y, cuando, por fin salió la vida le cambió. Sus agujeros se profundizaron, haciéndose más agudos, puntiagudos. Iba con la verdad de cara, y la cruz le retumbaba las orejas fuertemente. Ya jamás podría olvidarlo.

  • me buscarás

    Y me buscarás y no  me encontrarás. Estaré contando las estrellas detrás, deseando aquello tan anhelado: tú.

    No se lo diré a nadie, simplemente callaré mis labios, y no escribiré, lo sellaré.

  • Mi filosofia

    Simplemente soy realista, y ya está. Me baso en todas las vidas, no sólo en la mía. Pensamiento general, común y habitual. Nada de especial. Que coincide contigo, perfecto. Que te identificas con él, pues muy bien. Que no estás de acuerdo, pues también. No es un mensaje propio, de esos que te los tomas a pecho y duelen tocándote fondo, o quizás, por contra, te alzan al vuelo. No me caracterizo contigo, ni con nadie. Ni tampoco reflejo mi vida, aunque un poquito sí, porque algo semejante hay en cada una de ellas, uniéndolas, aunque parezca mentira y no te lo creas. Y no es nada personal. Y de subjetividad quizás encuentres, pero lo que jamás verás es el interlineado. Sí, sí. No llegas, te pierdes. Y yo, mientras, me río. Porque es gracioso y me encanta.

  • Café Frío

    https://www.wattpad.com/story/74100813-caf%C3%A9-fr%C3%ADo-1a-parte-wattys2017

    Quería,
    quería que le brotaran de sus ojos océanos, los más inmensos. Quería que navegaran por el rostro entero, rápidamente, tocando cada fibra sensible de su ser. Quería que saltaran como cascadas, cansadas ya de aquella explosión que había en ella. Quería que gritaran, cantaran, hablaran y bailaran. Quería que la llenaran. Quería que la liberaran, pero un bucle de suciedad incrustada en su pecho se lo impidió, y ella, quería. Y no podía. Maldito cielo, maldito infierno; hechiceros de un universo, encadenado por sentirse enamorado.
    Pero ella, quería llorar de felicidad,
    una vez más.

    Prólogo:

    Era una chica sociable, aunque estaba sola.
    Era una chica divertida, aunque estaba rota.
    Era una chica introvertida, aunque estaba loca.
    Era una chica rebelde, que aún así sin saber querer, unos pocos la querían.
    Era una chica que odiaba el amor. Decía que era un horror, algo semejante al dolor.

  • Hola

    https://www.wattpad.com/story/84587063-hola

    Prólogo: Solo se trata de que nos acerquemos, como polos opuestos que somos, nos miremos, sonríamos y, nos besamos.

    H

    Te odio porque me duele quererte, que sepas que el cuplable tú eres de este sentimiento inerte, porque no se mueve de donde está, simplemente aumenta, asciende.
    Yo, ahora, me quiero suicidar.
    ¿Qué clase de fuego es ese?
    El que hiela mi cuerpo entero, dejándolo paralizado.

  • My feelings

    https://www.wattpad.com/story/109802723-my-feelings

    Prólogo: Sentimientos escritos en mi querido diario, narrados en algún lugar lejano, sin tiempo, a la luz de la luna y con soledad.

    XI

    Sólo hojas en blanco, me llaman a gritos que me lanze, que te llame sin ll. Es una forma de amarte, amarme, amarnos. Déjame decirte que, te echo de menos. Hemos conectado, te necesito ¿sabes? No, no lo sabes. Si me leyeras… todo sería tan fácil ¿o no? Necesito que me leas. ¿A qué esperas? Nosotros nos entendemos pero no pasará. Nunca pasa. Eres distinto, y para bien. Pero no te conozco y yo quiero. Saber más de ti, saborearte, besarte. Me he enamorado de tus palabras y me enamoraría de tus besos. No me prives del poder del placer. No me prives del querer. Enamórate de mí, de mis palabras ¿o ya lo has hecho? Es difícil, sin ti. Contigo, todo. Dime qué quieres ¡dímelo!

  • Aglomeraciones

    https://www.wattpad.com/story/75449571-aglomeraciones

    séptima

    Momento insólito, lleno de cólera, espesura errónea. Séptimas lunas, chispeantes en la exuberancia de la negrura universal, rebosante de estrellas -mis pupilas abarrotadas- vivirás en ellas. Lunáticas luciérnagas en mi estómago hambriento vuelan, poéticas, desechas. Ya no brillan, muertas. Las volveré a contar, las desecharé y después me las tragaré, para otra vez atragantarme con la falta de tu sed. Soledad, ven a mi encuentro, ya no quiero llorar más. Secas hojas de papel, ya no acaban manchadas de agua enrojecida, compacta, desprendida de las rosas marchitas de mi corazón sin fe. Puentes cerrados, tapiados por miles de espinas, de aquellas descoloridas, como las películas blancas y negras, de la juventud de mi abuela. Querían transmitir vida, pobres, no lo conseguían, si yo pudiese renacer en ellas, siete almas de gato tendría. Ya no escribo poesía, tampoco lírica, pluma en mano, tinta en alas, cortadas, manchadas sin ser amadas.

  • Horas

    https://www.wattpad.com/story/46420239-h-o-r-a-s

    hours
    horas
    hores

     

    0:14

    Ya no duermo, me paso las noches en vela recordando cada detalle de mi vida.
    Nadie entiende nada.
    Mi almohada absorbe cada lágrima, y yo que me quedo sin ánima.
    Estamos jodidos todos aquí.
    Nadie sabe nada.
    ¿Qué se creen ellos? ¿Que duermo cómo los ángeles purificándome con los buenos momentos?
    Que todos somos dobles, de nuestras vidas, de nosotros mismos. De nuestras caras; las más oscuras, ocultas.
    Nadie quiere nada.
    Lo sucio, lo inválido, lo negro, lo barato, lo difícil, lo inútil, lo insensato, lo insano, lo malcriado.
    ¿Y qué vas a entender tú, a saber o a querer? ¿Qué?
    Si no perteneces a lo malo, si estás en lo más alto. En el sitio donde eres querido y no odiado. En el sitio de los iguales. Sois todos unos hipócritas de vuestras injustas vidas. Que en la calle mucha alegría a conjunto con las mentiras, y detrás, que se esconden las realidades con miedo a ser vistas.

  • Casualidades incondicionales

    https://www.wattpad.com/story/38925788-casualidades-incondicionales

    Casualidades incondicionales, pensé. Como cuando te lees un libro y te dejan con el final abierto, sin saber el qué. Ese momento en el que te imaginas lo que puede pasar, pero lo que puede pasar es lo que nunca pasa. Siempre sucede algo mejor o peor de lo que puedes llegar a creer. Esta vez me quedé con la duda. La duda del ¿qué pasará después?
    Aquello no era justo, ni para mí, ni para él. No era justo para ninguno de los dos.
    Dejé aquél pensamiento en un lado de mi cerebro, en el lado de la duda, para no darle más vueltas. De todas las conclusiones que había hecho, ni una tenía sentido. Lo dejé aparcado temporalmente o para siempre. Sabía algo y de todo lo que sabía no era nada, nada para poder llegar a saber de ese algo mucho, o más bien, poco.

  • Al borde del abismo

    https://www.wattpad.com/story/41716625-al-borde-del-abismo

    «Ojalá estuvieras aquí, conmigo, mirando este desgraciado cielo estrellado.. sin ti la luz que le das a mi vida desaparece por completo. Te quiero.

    Se sienta en el suelo, apoyada en la pared de la ventana y con los ojos cerrados, cristalizados también, respira y al cabo de unos segundos largos, prosigue-.

    Yo.. yo te llamé miles de veces, y te busqué y.. las veces que no te encontré. ¿Cuántas fueron? Lo recuerdo perfectamente. Fueron instantes, momentos. Impulsos, ganas, emoción. Ilusión. Y desesperación, indignación y.. y repugnancia. Odio también. Después desilusión. Pero y sin peros, siempre, siempre volví a quererte, nunca dejé de amarte. No sé odiarte, tampoco olvidarte. Y no me rendí, nunca me rendiré. Siempre esperaba un día más, un mes y un año. Siempre te espero. Te estoy esperando. Y tú te vas, te vas con otra. No me molesta, en absoluto. Que seas feliz, si puedes. Porque aún me quieres, y te va a doler olvidarme. Me rompiste el corazón, yo te lo rompí a ti. Los dos la hemos fastidiado, hemos desencajado nuestros corazones sin saber que juntos encajaban a la perfección.

  • Querido lector,

    Querido lector, ¿quisiera usted leer más de mí? Sentir el tacto de las palabras en su piel, como vuelan por su mente y salen de sus ojos, tristes o alegres lágrimas. Entonces le invito a que se pase por mi Wattpad donde mi usuario es Perezita.

    ¿Y qué le recomiendo? Que se pase por Café Frío, prólogo que subí hace tiempo aquel que empieza por «Quería». ¿Que quiere leer una historia corta? Entonces léase Al borde del abismo. ¿Qué quiere leer lo inverso? Casualidades incondicionales es ideal. ¿Aquello más depresivo? Pásese por Horas. ¿Qué quiere disfrutar de pequeñas historias? En Aglomeraciones puede leerlas. ¿Qué quiere conocerme un poco más? Pues My feelings es la historia perfecta. ¿Que necesita leer algo en catalán? Entonces Descendent es la ideal para ti. ¿Una historia entre amor y desamor? Hola, es exquisita.

    ¿A qué espera? No se prive del poder de leer, aquel tan maravilloso y desolado a la vez.

  • pulcro

    Quiero escribir y no sé qué,

    Quiero sellar este dolor,

    derretirlo de una vez.

    Me invaden los sentimientos, llenándome de desilusiones, completando mi paz.

    Necesito un espacio vital, otra inspiración.

    Quiero amar, y ser amada también.

    Esa soy yo, quieras o no, vas a tenerme que aguantar.

    Y nos volveremos a ver, tal vez, no lo sé.

    Bésame.

    Ya lloré, atrás dejé aquel «por qué».

    He venido a seducirte porque sé que ansias quererte y que te quieran.

    Y sé que es una locura, pero mírame a los ojos y dime que no me amas. Entonces, me encontraré. Sea cierto o no, te habrás sincerado, con palabras, y no actos. Y eso es lo que llevo buscando desde hace tiempo.

    Anhelo encontrar la pura verdad que, aunque sea cruda, es la definitiva.

     

    30 de agosto, 2016

    15:31 h.

  • margaritas en el altar

    Océanos explotan en mi interior, haciendo salir lágrimas saladas. Exploto como aquellas margaritas en el altar, cada vez más marchitas, muriéndose con el atardecer, que acompañan mi nuevo amanecer. Y voy perdiéndome entre la espesura que crean los árboles, ya no tan verdes, quienes dejan escapar las hojas más maduras, que caen al suelo o se pudren al tiempo.

    Aquí estoy, inventándome un millón de historias junto a ti, que sé que no pasarán pero tengo el presentimiento de que están pasando. Y te leo, y me arrepiento, porque sé que es mentira, que tú no sabes de mí. Que estoy perdida, necesito un nuevo mí.

    Esta vez, será otra vez la misma vez. Entiéndeme cuando te diga que todo volverá a suceder, peor o mejor, pero en la línea de la monotonía, y yo quiero vivir, volver a sonreír.

  • caos en cosmos

    Hay gente que se cree que escribo para llamar la atención, pero, ¿qué sentido tendría hacer eso? Ninguno. Yo escribo por placer, por gusto, por ir pasando mi tiempo, disipándolo. Y tal vez no sea la mejor escritora, si es que me considero como una porque ¿cómo me llamaría yo haciendo lo que hago?

    Me gustaría diseñar un nuevo mundo, donde haya justicia, e igualdad, y también humildad. Sé que es una tontería, pero esta vez tengo ganas de escribir. Hacía tiempo que no escribía con ganas, y no digo tantas porque no vale la pena, ya que se esfuman con una soplada.Y que tener ganas de escribir no quiere decir que vaya a escribir una hoja entera, a veces con la mitad ya basta, pero no llena. ¿Y escribir debería llenar? Tal vez a los otros, de sabiduría. Pero, ¿a uno mismo? Creo que a uno mismo, la escritura serviría para vaciarte completamente y, después, volver a llenarte, leyendo, amando los libros.

    Y a veces no sé ni lo qué escribo o, mejor dicho, porqué lo escribo. Pero es que hay momentos en que las palabras salen de mis dedos, tecleando, de esta manera, una, y de otra. Y ya está. Simplemente que hay veces en las que uno no decide lo que quiere escribir, simplemente su mente se llena de caos y se va derramando poco a poco, intentando poner un orden lógico a las frases.

  • Entonces

    empezó a andar. Sendero y sólo sendero. Paseando sin sombrero, un pareo colgando de su cintura, blanco y con figuras abstractas negras. Amor interior enredado, deshilachado. ¿Y si me besa? Pensó. Siguió andando, moviendo sus caderas al compás de la música melancólica. ¿Por qué no? Volvió a pensar. Y corrió, dejándose volar, saltando al vacío lleno de azul, olas coléricas chocando contra las rocas. Mundo paralelo, ya no está en el planeta humano, sino en el planeta tierra.

  • alma

    A veces el demonio se esconde detrás de la belleza más pura y casta. Aun tengo que encontrarle el sentido, pero los recuerdos me llueven como pájaros volando hacia su nido. Mariposas rotas, relojes sin agujas. Cascadas heladas. Gotas disecadas. Tengo la duda en el precipicio del alma, en la punta más puntiaguda.

  • déjalo ser

    Y entonces me miras y yo no sé si reír o llorar. ¿Qué debo hacer?

    Esta noche te he soñado otra vez. Me has dicho que viniera contigo ¿a hacer qué? Yo ya te estoy queriendo, aun así, no sé porqué escribo de ti. Tal vez te entrelazas entre mis piernas, sí, en ellas juegas. Pero no desde la cercanía, no sé si me comprendes. Todo lo que escribo son sentimientos. A veces no tiene porque ser de amor, porque, estos, no lo son.

    Simplemente soy, dejo liberar todo mi ser, y dejo de ser. Comprendeme, o no. Eres libre, y sino, déjalo ser.

  • Milagro

    Milagro de la vida, déjame soplarte, como cuando empiezas y nunca terminas.

    Y engánchate, como las gotas en la ventana.

    Y mírate, no eres ya alma.

    Sonríete, que te quieran los pájaros cantarines. Déjales que te quieran.

    Y bésame, milagro, explícame lo bonita que es la vida sin ser sentida, o sintiéndola demasiado.

    Ahora es nunca y nunca es nada, pero siempre será todo.

  • manos enlazadas

    Se sentaron en el suelo, uno al lado del otro, entrelazando sus manos mientras escuchaban sus respiraciones aceleradas, por la negrura en la que se veían sus futuros. Entonces, escucharon otra respiración y, con el alma en el cuello, giraron sus cabezas hacia la derecha. Había otra persona pero con la oscuridad no se distinguía bien su rostro. Aurora pudo percibir, por sus bultos en el pecho, que era una chica y, se lo dijo a Aarón susurrandóle en la oreja.

    -Ho-ola -intentó entablar una conversación la desconocida.

    Ellos no respondieron, prefirieron quedarse en el eterno silencio. Pero la desconocida, siguió hablando.

    -Soy doctora, sigo siéndolo creo, aunque ahora no esté en un hospital ayudando a las personas. En el hospital que estaba tenían las reglas un poco raras, pues nos obligaban a hablar con los pacientes de usted y no de tú, y aun no entiendo porqué. Llegué allí con la intención de cambiar el mundo, pero el mundo me ha cambiado a mí. Recuerdo, recuerdo a una chica que conocí allí, sentía el mismo vacío que yo y, conectamos. No hace mucho tiempo de aquello, aun recuerdo como era. Su rostro pálido, sus ojos como el café frío.

    -¿Cómo se llamaba? -se atrevió a preguntar Aurora, sumergida en aquella historia sin fin.

    -Aurora, como el amanecer. Llegué a leer su diario, aunque no entiendo porqué firmaba con otro nombre. Tal vez no era el suyo.

    -No era el suyo -susurró Aurora, descubriendo, con la certeza en ciencia, que era Nerida. Pero no quiso desvelarse, pues no quería más coincidencias. Cansada estaba de tanta necedad acumulada en la misma necedad.

    -También recuerdo cuando desaparecieron un cierto número de personas justo cuando les fueron dando el alta. Fue muy extraño, aunque lo relaciono con el tema de los suracs. No sé si os habéis enterado por son la mafia negra.

    -Lo sabemos -dijo Aurora, firmando su voz.

    -Dos días antes de que sucediera la desgracia, sucedió otra desgracia. Y es que a una cocinera se le quemaron las manos. Suerte que estaba en el hospital, pues fue ingresada y tuvieron que operarla, quemaduras de segundo grado. Tal vez sea una señal.

    -¿Qué tipo de señal?

    -Que a todos nos han ligado las manos.

    Entonces Aurora empezó a hablar, a narrar su historia.

    -Pues yo voy a confesar que mi dolor empezó a los quince años, cuando me enamoré de un amor no correspondido. Allí, justo en mi pecho, se inició un vacío. Fue una desgracia detrás de otra. Después de esta decepción mis notas empezaron a bajar en picado, pues no me sentía con fuerzas ni con ánimo. Mi ánima deshecha. ¿Qué se es cuando no se es?

    -Humano, mujer.

    -Seguidamente de este amor no correspondido surgió otro, aun menos correspondido. Pues me enamoré de su mejor amigo. Le entregué una carta, caótica, pues nada era serio, todo era un lío monumental. Hilos deshilachados, sin final, roto. Y, justo en aquel momento, empezó la descendencia de todos mis caos. Me sumergí en una burbuja, en la mía y me encerré ante todo el mundo, creando un caparazón alrededor de mi piel, delicada y frágil como el vidrio.

    -Supongo que ahora me toca a mí contar mi pasado doloroso, todos tenemos grietas abiertas, cicatrices sin sanar. De pequeño mi padre maltrataba a mi madre.

    -¿Eso es todo?

    -¿Te parece poco?

    -Lo siento no quería herirte.

    -No te preocupes -dijo con ironía. -ya lo estaba.

    -¿Recuerdas cuándo nos conocimos Aarón?

    -Sí, fue en tercero de la ESO, la primera vez que te vi… eras tan bonita. Entonces te empecé a conocer y tu interior me desgarró el alma.

    -Como el tuyo a la mía.

    -¿Sois novios?

    -Algo así -dijeron los dos al unísono.

    -Antes de trabajar de doctora, en el último año de carrera fui engañada por mi novio, me puso los cuernos.

    -Yo nunca llegué a regresar al instituto. Después de que me secuestraran me quedé apartada en otro mundo.

    -Aun recuerdo cuando mi madre me enseñó a caminar sobre ruedas. Ella llevaba unos patines de color fucsia, los míos eran azules. Íbamos cogidos de la mano, me ayudaba a arrancar y, después, me dejaba volar, pudiendo disfrutar de la sensación del viento acariciando mi rostro, y mi cabello castaño. Después, en la adolescencia fui muy popular hasta que un día me encontré en el hospital. Aun no entiendo el porqué. Sólo recuerdo que tenía desnutrición, como Aurora. Fue casualidad, pues recuerdo que nos pusieron en una misma habitación, allí empezó nuestro vínculo amoroso. Al cabo de un tiempo, recodé aquellos días en el hospital y entonces me di cuenta de que estaba enamorado locamente de Aurora.

    -¿Y Aurora es la que está ahora aquí contigo?

    -Sí.

    -Soy Aurora, Nerida.

    Entonces se levantaron y se abrazaron.

    -Qué suerte que estemos todos juntos.

    -Debemos hacer algo.

    -Lo sabemos, pero, ¿qué?

    Pero Aarón se sintió evadido, pues Nerida no lo recordó y sintió que tampoco fue recordado por su padre pero por su madre sí, entonces sus dudas revueltas en su mente se calmaron. Su madre.

    De repente un ruido se escuchó fuera de la celda y pudieron ver como un preso era arrastrado por un policía hacia algún lugar, el exterior, o interior de otra celda.

    -¿Dónde lo llevarán?

    -Tal vez quieran matarlo.

    Y continuaron hablando de sus profundidades oceánicas, que pellizcaban sus almas con ansias de ser libres, mientras esperaban algún cambio.
    Nerida empezó hablando.

    -Fue el segundo año de carrera. Me quedé completamente sola, sin amigas. Aquel sentimiento de soledad…

    -Aquel sentimiento de soledad sentí cuando mi madre se marchó. Pobre de mí, y de ella. No se lo merecía, ni ninguno de mis hermanos. Yo tenía trece años.

    -Yo tenía trece años cuando mi abuela falleció por culpa del cáncer. ¿La única suerte? Que le atrapara cuando ya había vivido gran parte de su vida. Aunque fue muy injusto.

    -La vida es injusta.

    Entonces escucharon una puerta chirriar. Era la suya, que se abrió de repente.

  • Y,

    me suicido entre palabras. Cuchillo en mis almas, divididas, desgarradas. Corazones desgastados. Las flores están ensangrentadas, la otra noche fui a verlas. Dolor se desprendía de ellas. El cielo, estrellado, me acompañaba en la soledad y me llamaba por mi nombre, revelando mi identidad. Será verdad, ésta es la mía.

    Déjame volar, quiero volver a llorar.

    Déjame cantar, quiero volver a llorar.

    Déjame saltar, ya no quiero más suicidio, ni almas rotas, ni pastillas divididas. Ya no quiero más dolor, malhumor, malas rachas. Ya no quiero corazones estancados en la profundidad de las rocas.

    Quiero, bailar, chillar, interpretar, escribir, desistir, resistir, conjugar, amar. Brillar hacia dentro, no quiero hacerlo hacia el exterior, pues no me interesa. Todo es incerteza, poca credibilidad.

  • Prólogo de Otoño Nevado

    Querían teñirse, no anhelarse, amarse.

    Querían destruirse, odiarse; hundirse. Besarse, quererse carnalmente, hasta llegar a la fuerza mental.

    Era amor, y desamor. Luchar, morir, y a veces ganar.

    Si se hubiesen querido antes, no sería tan tarde; para reempezar, para cortar el sentimiento que ya andó su curso -ardiendo, rompiendo con todo-, el sufrimiento.

    Si se hubiesen querido antes, ya no habrían vivido.

     

    Éste es el prólogo de Otoño Nevado, segunda parte de Café Frío. Pasaros por mi Wattpad donde mi usuario es «perezita».

  • ya no florecen las flores

    Rasgo las pieles de los que me queman, hoy el cielo vacío está, como mi alma, y dejo latir mi corazón al compás de las copas de lo árboles, que no se mueven. Intactas. No tienen hojas, se han vuelto amargas, como mis palabras que no sacian de mis marcas. Cicatrices encarceladas. Ya no nado, ni me sumerjo en la profundidad de la tierra, pues de ella ya no florecen las flores. Al contrario, se marchitan, ninguna se transforma en mariquita.

  • Universo

    Sólo quiero estirarme en el pasto verde, esta noche desoladora que desgarra mi alma, a tu lado y que me cojas la mano. Te necesito, quiero que sacies todas mis penas con, simplemente, besarme. ¿Habrá alguien en este mundo que me quiera? Pero de verdad, no como en las películas que todo es una maldita mentira, que se cree la mayoría de gente.

  • Quería,

    quería que le brotaran de sus ojos océanos, los más inmensos. Quería que navegaran por el rostro entero, rápidamente, tocando cada fibra sensible de su ser. Quería que saltaran como cascadas, cansadas ya de aquella explosión que había en ella. Quería que gritaran, cantaran, hablaran y bailaran. Quería que la llenaran. Quería que la liberaran, pero un bucle de suciedad incrustada en su pecho se lo impidió, y ella, quería. Y no podía. Maldito cielo, maldito infierno; hechiceros de un universo, encadenado por sentirse enamorado. Pero ella, quería llorar de felicidad, una vez más.

  • quisiera

    Quisiera poesía para ser alegría,

    mísera

    Quisiera un buen día para alargar la pena,

    mía eres, queridísima amada,

    cicatriz destrozada

    Hundida en el juego de la actriz desvestida,

    sin alma en vida

    Quisiera regresar, llorar de maldad,

    de incredulidad

    Inocencia pura que se arregla,

    falsas sonrisas; de nostalgia pura

    Quisiera llenar mi corazón de paz,

    una conformidad de risa;

    estallada sin prisa

    Quisiera pausarme, reanudarme,

    volverme y, verte

    Quisiera quererte o dejarte ir,

    ser cuerpo en ti

    Quisiera morir, para revivir,

    marchitarme como una flor

    en un mar de melancolía

    Y quisiera tanto, que me naufrago,

    en la deriva

    Porque escribo en declive,

    palabras fugadas

    Y, cristal de llantos

    Sueños enternecidos,

    te quiero tanto, mi yo pasado

    Que quisiera por haberme querido,

    que te quisieras otra vez

    Con la certeza, amiga mía,

    tal vez

  • otra vez

    Te añoro en lo más profundo de mi ser. No quiero escribir pensando en ti y, aún así, tengo unas cuantas hojas con intención de llenarlas todas. Y no es que me falten palabras, tampoco que me sobren; tengo que encontrar las exactas, para que describan, calcadamente, mi horror más despreciado…, el olor a amor, porque detrás desprende el pudor del dolor.

    Ésta vez me estoy queriendo, y poco a poco me encuentro. Pero sigo teniendo miedo del destino que se interpuso entre tú y yo. Porque el universo fue el que hizo que nuestras almas se estrellaran. Y nosotros, que tenemos pies, tenemos que acercarnos, recortando la distancia de este hilo deshilachado.

    No entiendo porqué esta noche tan poética estoy, desordenando las palabras, no haciendo frases sino rimas mal sonantes.

    Y miro por la ventana, y suerte si algo veo, porque detrás invisible todo es, excepto si observo la panorámica desde mi prisma abatido de sueños. Ilusiones, deseos. ¿Qué más quiero? ¿De verdad te necesito? ¿O sólo es un espejismo sin sufijo?

    Mi verano se acaba -y le doy propiedad, moldeándolo, porque es en el que más me he amado- y tú no estás presente. No lo has estado. Y no me deprimo, ya no hay llanto. Solamente mi sonrisa rota, mis ojos averiados. No quiero hablar de mi alma, tampoco de mi ser interno. ¿Pero qué estoy diciendo? Si es lo que escribo a cada tiempo, por cada viento, gritado y soplado; para que se alejara por el mismo recorrido que recorrió.

    Y quiero bailar, pero ya no sé, porque mi corazón ya no late a las pulsaciones de tu canción.

    Sé que no estoy, que inexistentemente soy. Pero no te necesito, y aunque contigo feliz era -todo gracias a ti- vuelvo a decaer, desvaneciéndome en la profundidad del ayer. ¿No ves mis ojos rojos? ¿No ves mi sonrisa falsa, como llora a carcajadas? ¿No escuchas mi corazón? Ya no late. ¿No observas mi cuerpo, inerte?

    Que ya no vivo, querido. He perdido.

     

    30 de agosto, 2016

    00:31 h

  • balazos estallando

    Balazo clavado en un pedazito de mi corazón quebrantado, y aunque simplemente se haya incrustado en uno de ellos, ha venido envenenado, contagiando a todos los restantes. Y ahora me he enamorado, dejando mi cuerpo muy ilusionado. Mis venas se deslizan como las olas, que chocan contra la roca, intentando acariciarla, querer convertirla en un tejido lleno de delicadeza, borrando el dolor, sellando una canción eterna de amor. Afinando las notas, para cuando suenen, que la voz escuchada sea dulce y no áspera.

    Ámalo, otra opción no hay ¿o sí?

    Lo que no comprendo es porqué me pongo a escribir los últimos días de verano, y no los primeros. Será que he llegado a mis finales cosechas, y he podido concluir aquellos temas. ¿Sabes de los cuáles te hablo? De todas las dudas que me surgieron sólo la primera vez de verte. Aún te recuerdo, y también aquel momento. Qué rápido pasan los días, fugados en el tiempo. Y nosotros -tú y yo- perdiéndolos.

    Que estoy en la ilusión, buena estación, y que no quiero detenerla porque sé que la caída será de prisa, tanto, que el golpe me romperá otra vez. Pero yo pregunto ¿una vez que ya se es roto, se puede volver a romper? Lo tengo tan inculcado que digo un SÍ a ciencia cierta. La mía claro, la que sin querer estudio cada vez que me pongo a escribirte cartas, sabiendo que nunca llegarán al remitente.

     

    30 de agosto, 2016

    01:02 h

  • Amor

    Por amor al arte,

    te deseo mis mil y una mentiras

    que nunca fueron dichas.

    Bailarás sobre mis fichas

    como un loco enamorado

    sin saber, ni querer, ser despreciado.

    Y lucharás, pero ya no estarás,

    déjame decirte que eres un juego,

    echado hacia atrás.

  • últimamente

    Últimamente llego tarde a todos los sitios. Será porque me quedo tomando una taza de té, o café, o porque pienso demasiado en tu mirada.

  • Soledad

    A mi no me dicen buenos días,

    ni me preguntan como estoy.

    No me regalan una sonrisa,

    tampoco comparten un comentario.

    Ni siquiera me miran,

    no me alavan, no me desprecian; 

    soy invisible, como si no existiera.

    Pero ya me he acostumbrado,

    a la soledad, a mi soledad.

  • camino

    No tienes porqué mirar atrás en el pasado, pero a mí me mata cada vez que lo recuerdo.

    Y espero impaciente, no sé el qué. Necesito a alguien que esté a mi lado, apoyándome, haciéndome sentir bien. Todo es una maldita mierda. ¿Qué culpa tengo yo? Tal vez me ha tocado sobrevivir. Quizás son tonterías, pero duelen. Estoy sola, o casi. Hay gente que es amable conmigo, pero muy poca. Esa gente es la que vale la pena.

  • hormigueo

    Siento, un hormigueo

    en mi interior cuando te veo

    Y me deja sin respiración

    invadiendo mi inspiración

    Mi corazón explota

     y mi alma expira

    vacía de ira