No tengo ni tiempo para escribir, aun así rompo las horas, detengo los minutos y ralentizo los segundos. Porque no hay placer más bonito que sentirlo, y tenerte en mí. Lo sé, se me están escapando las palabras y, las letras, que juegan juguetonas sin parar. Se mezclan y vuelven a cantarte la poesía más bonita del mundo; la que escribo con mis manos para ti. Sin sufrir se vive y sufriendo es vivir. Siempre en gerundio, en un presente en tiempo activo.
Te quiero, siempre presente aquí, en mi corazón.
Y sí, otra vez ha sucedido, vuelves a estar en mi alma más purificada; mis textos.
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