Me pasa algo: ya no sé qué escribir, porque ese qué se fue alejándose lentamente. Y es triste y a la vez bonito. Por un lado, porque ya no escribo y a mí me gustaba y era necesidad, pasión y vida. Y, por el otro lado, es bonito porque aunque no escriba sigue siendo un caos lleno de arte.
«No está mal», pienso.
Tampoco bien.
Simplemente que quiero hacerlo.
El caso es que necesito vivir o, mejor dicho, quiero vivir. Sí, eso es. Me apetece vivir. Ya sea lo malo, lo bueno o lo que aún está por decir y hacer.
Sólo quiero vivir para poder escribir.

Descubre más desde PEREZITABLOG

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo