Como una cicatriz que aún está húmeda.
Como una herida abierta.
Como la sangre envenenada.
Como una gota caliente, que escuece.
Como una nube intacta, exacta.
Como el cielo agrietado.
Como el fuego helado.
Como una llama que ya no quema, anhelada.
Como el suelo hundido por el infierno.
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