Fue tan triste aquella noche…,
Una sensación de vacío me invadió,
y la desolación me arropó.
Y al llegar a mi cobijo me sentí más sola que acompañada.
Lloré, y lloré.
No fue justo,
fue un impacto turbio.
El susto que acojona,
como tambalearse porque sí en un precioso precipicio,
tan hermoso que fastidia.
Y mata no saber lidiar con él,
aun así sigues el día a día
amarrándote al dolor.
Noche veraniega
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