Ese mar que se asoma a mis ojos y no me deja respirar, me ahoga, me oprime el pecho, me atraganta, me mata. Necesito respirar, volver a nacer. Caer, ahogarme hasta el fondo del océano y salir a la superficie para nunca más volver a tener que renacer.

Porque es así, funciona de esa forma, cada vez que caes, vuelves a levantarte y, yo, cuando me levanto vuelo. Soy un pájaro, decidido a estrellarse y matarse. De hecho, me estrellé y me maté. Ahora, ya no vivo sino que muero. Y, eso, en cierto modo, también es vivir porque sigo, sigo con el alma palpitando a cien por minuto, con esas ganas irremediables de querer volar, ya sabiendo de antemano, que me voy a matar otra vez. Y otra, y otra, y otra. Y otra.

Pero eso es vivir, porque sigo viva, muerta, pero viva.


Comentarios

Deja un comentario

Descubre más de PEREZITABLOG

Suscríbete ahora para seguir leyendo y estar al día de todo el caos.

Seguir leyendo