No sólo te están salvando ellos, también te estás salvando tú.
Por tu forma de ser,
por el brillo que das
y la voluntad que traes.
Porque tu alma gira entorno a ti y a los demás;
porque estás, y eres.
Y aunque el Karma venga, siempre se va.
Y viene y regresa, pero no se queda.
Karma
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