Inercia

Mi corazón ennegrecido,

no se da por vencido.

Florece,

se enternece.

Y no quiere,

pero la inercia lo retiene,

en la candencia de las miradas,

las que vienen y se quedan amarradas al alma.


Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja un comentario