Una mañana normal que me desorganizaste en un chasquido de dedos. Organizándome la semana cuando de repente suena el interfóno y mi padre se acerca diciéndome que hay algo para mí. Incerteza y nervios. Sopresa y, luego, felicidad absoluta. Ojos chispeantes y sentir que te quiero para amarte.
Eres amor
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